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Eddie juega con sus rizos, se han despedido con Ellie hacía un par de segundos atrás, ha sido una despedida fugaz, Ellie ha quedado un tanto confundida, Eddie por lo general, suele alargar las despedidas con besos y caricias, pero esta vez fue más rápido al respecto. La chica entró a su casa, y Eddie cruzó rápidamente, la puerta del primer coche se abrió de golpe.
—¡Edward!—La voz de su madre lo sacó de su estado de tranquilidad, Eddie evitó el contacto visual, y prefirió el camino a la puerta— ¡Edward! ¿Por qué ignoras a tu madre?— la mujer pregunta y Eddie se voltea, pero a los segundos, su padre también se baja del coche.
— Lo que faltaba—Eddie resopla y pone sus ojos en blanco— ¿Qué hacen acá?
— ¿Y tienes el descaro de preguntar?— la mujer lo mira sin poder comprender cómo es que su hijo responde de esa manera— ¿En serio así está la casa que tu propia abuela te ha dejado?— la mujer pregunta molesta y Eddie cree que aquello es una mala broma.
— Ustedes se fueron hace un buen rato, espero que junten sus cosas y se larguen de acá— el chico los mira molesto— Y tú—apunta a su padre— no sé qué buscas, porque no encontrarás nada.
— Estamos preocupados por ti— El hombre mira a su hijo a los ojos, a los segundos fija su mirada en la puerta de la casa, que se abre y salen dos chicas ebrias, y a los segundos sale un chico, Eddie maldice por dentro, pues esa fiesta ha dejado la peor de las impresiones y la casa es un asco.
— Voy a entrar a esta casa— la mujer se espanta, afirma su cartera y camina a paso firme, Eddie pone sus ojos en blanco, porque odia que después de tanto tiempo sus padres sólo lleguen a tratarle de mala manera.
— Ya sólo váyanse— Eddie apura sus pasos e impide que su madre abra la puerta—No van a conseguir nada de esta casa , tampoco sé realmente qué hacen o qué sacan con querer venir a inspeccionar sobre mi vida, que ya he estado un buen tiempo solo con mis amigos.
— De seguro esta casa es un basural— su padre lo dice mirando a su madre— Y de seguro tú te sigues metiendo mierda en el cuerpo— el padre apunta a Eddie, el chico sabe que la cosa no es así, desde que Ellie llegó a su vida, el cambio fue evidente, y para sus padres, ningún cambio será suficiente.
— Sólo váyanse de acá— Eddie les habla de mala manera, su madre, se siente particularmente ofendida de que su propio hijo le haya hablado de esa forma, no era su Eddie de años atrás, era un grande, un Eddie furioso, un Eddie molesto, un Eddie abandonado por su propia familia.
— Has ganado, Edward— su padre lo apunta cuando termina la frase, y él se ha sentido amenazado, de todos modos, se alegra de no dar su brazo a torcer y ha logrado que su padre desista de aquel deseo de entrometerse en sus cosas— El hombre coge sus gafas de sol y camina nuevamente al coche.
— Deberías hacer lo mismo, mamá— Eddie no la mira de forma directa a los ojos.
— No puedo creer que te hayas convertido en esto— la mujer lo dice con total decepción.
