Hola mis lectores :3
¿Cómo han estado? Pues yo muy ocupado. Ayer fue un día malo para mí, entrega de proyectos y exámenes, pero me esmeré para subir capítulo.
Esta parte trata habla de Emiliano y su estado emocional. No hay mucho de que hablar, pero comparto sus sentimientos.
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Emiliano se encontraba solo, sentado, con la vista perdida en el horizonte. Recordaba los momentos que pasó junto a su gran amigo. El cariño que se tenían era único. Diego trataba de consolarlo y levantarle los ánimos a su hermano, pero todo era en vano. Ese vacío que tenía no se podía llenar con nada, era irremplazable. Quería seguir solo para fingir que sentía las lamidas de Snoop en sus manos y su rostro.
- Vamos Emiliano, cambia de cara – dijo Diego de un momento a otro – no puedes estar así por siempre, ya pasó una semana desde que Snoop se fue. Además, tienes que prepararte para tus exámenes finales que empiezan el lunes.
Emiliano solo lo miraba con un rostro triste y decaído sin decirle palabra alguna. Sabía que él tenía razón, pero su tristeza no desaparecería tan pronto.
Al llegar a la ciudad donde vivía, recordaba los días en los que salían a jugar. De repente suena el claxon del carro.
- ¿Qué pasó papá? - preguntó Diego un poco preocupado por el freno en seco del carro.
- Era un perro que se cruzó - respondió Felipe – por poco lo atropello.
- Menos mal que no pasó de un susto, sigue adelante cariño – agregó Rosa.
Emiliano miró por la ventana y en ese perro, que se salvó de ser atropellado, vio el reflejo del suyo y recordó una situación parecida que vivió con él. Entonces, recordó la promesa que le hizo a su can cuando regresaban de un largo paseo. "Snoop, amigo de toda mi vida, hoy me salvaste de una y en este lugar te prometo, que si te pasa algo, seré tan fuerte como tú lo fuiste hoy, es una promesa de corazón". Con ese recuerdo, toda la tristeza se convirtió en valor para Emiliano.
Al llegar a casa, Emiliano fue rápido a su cuarto y sin tiempo que perder cogió sus cuadernos y estudió todo lo que pudo, puesto que al día siguiente tenía sus dos primeras pruebas.
Ya en el salón de clases, Emiliano estaba muy concentrado en lo que tenía que responder en sus pruebas que se olvidó por completo de Cielo. Al finalizar los dos exámenes, chocó con Guillermo.
- ¡Hey! – dijo Emiliano – ten más cuidado.
- Perdón Emil, no me di cuenta – Guillermo lo miró extrañado por unos segundos, al parecer su amigo se encontraba mejor de lo que él esperaba.
- ¿Te pasa algo? – preguntó Emiliano.
- No, nada. Solo me sorprende lo calmado que estás.
- Es duro recuperarse de una pérdida, pero aquí estoy, mucho mejor de lo que estaba hace una semana.
- Me alegra escuchar eso Emil. Suerte que Cielo ya está fuera de peligro, pero me pone triste saber que no la volveremos a ver.
- ¿Cielo? – Emiliano estaba realmente confundido – ¿Qué le pasó a mi amor?
- ¿No te lo dijo? Cielo intentó matarse el día que te fuiste a la casa de tus abuelos. El doctor la salvó por milagro, pero le diagnosticaron otra enfermedad y se la llevaron a Europa.
Emiliano agachó la cabeza, las lágrimas empezaban a salir. Dio media vuelta y se fue a su hogar alargando los pasos. No podía creer lo que había escuchado, otra chica más que hacia su despedida de manera silenciosa pero dolorosa. En ese instante recordó la llamada de Guillermo cuando estaba con su hermano y relacionó los hechos. Entonces, corrió con todas las fuerzas que tenía hasta llegar a la entrada de su casa. Empujó la puerta y esta sonó tan fuerte que despertó a su madre de su siesta. Emiliano no hizo al estruendo de la puerta y fue directo a su cama a seguir llorando.
"Primero, Julieta; después, Snoop; y ahora, Cielo. ¿Algo más me puede pasar? Solo cosas malas estoy viviendo últimamente, y lo peor es que no sé cuándo se acabará todo esto. Quisiera desaparecer e irme con todo esto, pero es imposible. El mundo últimamente se ha empeñado en hacerme trizas. Si el amor no doliera. Tan solo si eso fuera realidad todo sería distinto, ¡pero no! Solo me queda pararme y seguir adelante, debo cambiar y madurar de una buena vez antes de que me pase lo mismo. Dejar de ser ese niño llorón y ser más fuerte para que el dolor y sufrimiento no me invadan". Con esas palabras Emiliano cogió su mochila y se puso a estudiar para sus próximos exámenes.
...
- Último día de exámenes, ¿No te parece genial, Sofía? – Emiliano se sentía mucho mejor luego de terminar los exámenes.
- Sí – dio un gritito con pequeños saltos – no sabes cuánto esperé este día.
- Sí, y justo un día antes de tu cumple.
- Y lo voy a celebrar a lo grande – dijo Sofía con una gran sonrisa en su rostro.
- Los ojos te brillan, pillina – señaló muy de cerca a su amiga con sus índices haciendo que soltara una risita – qué estarás preparando.
- Algo fantástico, ¿Vas a ir no?
- ¿Ir? ¿A dónde? – interrumpió Guillermo.
- A mi cumple.
- ¿No era el 18?
- ¡No! – bufó Sofía – es el 17, o sea, mañana.
- Aaaaah ya.
- Bueno hay que entrar al salón.
...
- Listo, ya acabé, ahora entregaré mi examen y me iré a casa. Acá está profesor – dijo Emiliano estirando el brazo y dejando la prueba sobre el escritorio del maestro.
- Muy bien Emiliano, por favor espera en tu asiento que quiero conversar contigo de algo importante.
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Uuuhhh ¿Qué sera lo que el profesor querrá con Emiliano? Espero que no sea nada grabe. Hay que esperar un poco más para saber de qué trata y que es lo pasará en la fiesta de Sofía.
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Si el amor no doliera
Romance¿Qué harías si el amor de tu vida se te escapa de las manos en más de una ocasión? Emiliano, un chico como cualquiera, descubre todas las consecuencias de sentirse enamorado. Su primer amor, Julieta , es la causante de todo lo que le pasa y pasará...