Capítulo IX - Malas noticias

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Hola mis lectores :3

Espero que hayan tenido un feliz día del padre con sus familias, les entrego este capítulo a todos ustedes como un obsequio para sus padres. Que lo disfruten mucho y que sea de se agrado.

No hay mucho que pueda decir de este capítulo, solo que descubriremos más sobre el estado de Cielo y sobre la relación de dos personas muy cercanas, Emiliano y .... mejor lean!!

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- ¿Por qué?, ¡Por qué! – gritó con un gran aliento Guillermo – eso no era necesario.

- Ya no me importa nada. Lo único que quería era el amor de Emiliano – dijo Cielo con las pocas fuerzas que le quedaban.

- Él si te ama, la carta que leíste no era para ti, era para Julieta, su ex, esta carta era la tuya - confesó Guillermo con mucha tristeza y arrepentimiento.

- Ahora ya es tarde, lo hecho, hecho está – dijo Cielo casi sin voz.

- ¡No!, no te duermas – el chico se acercó al cuerpo tendido en el suelo y lo cogió con sus manos intentado despertarla de un posible eterno sueño.

- Dile a Emiliano que siempre lo quise y que sea feliz – fueron las últimas palabras antes de desmayarse por el desperdicio de sangre que poseía.


Guillermo gritó por ayuda dentro de la casa, pero lamentablemente estaba vacía. Su madre aún no regresaba de trabajar y era la única persona con la que vivía Cielo. Entonces cogió su móvil y marcó el número de emergencias para que llevaran a Cielo al hospital lo más pronto posible.


...


Por otro lado, en la casa de los abuelos de Emiliano seguía un tema sin resolver, la sorpresa tan esperada.


- Hermanooo – gritó emocionado Emiliano yendo a abrazar Diego – ¡Qué gran sorpresa! Te extrañé demasiado – las lágrimas salían inconscientemente de los ojos del pequeño – ¿Por qué no me llamaste antes?

- Emil, que bueno verte. Vaya, sí que has crecido – el mayor le correspondió el abrazo al otro – yo también te extrañé mucho. Vamos, hay que pasar y te cuento todo adentro.

- Al fin – exclamó Felipe – ya me estaba congelando acá afuera - soltó una carcajada que se escuchó en toda la cuadra.


La familia entera estaba en casa, reunida otra vez. Todos conversando y recordando viejos tiempos. Luego de conversar con los adultos, Emiliano arrastra a Diego para tener un tiempo a solas con su hermano.


- Emil, noto que estas algo diferente - dijo Diego curioso – me parece o estás enamorado.

- ¿Cómo te diste cuenta? – los ojos del enamoradizo se abrieron dejando ver su hermoso color gris – ¿Se me nota tanto? Qué vergüenza – agachó la cabeza y se cubrió el rostro como reflejo de sus sentimientos mientras su hermano se reía de sus acciones.

- Lo sospechaba – no paraba de reír por lo tonto que se veía su hermano. – y de quién se trata.

- Ya la conoces, se llama Cielo – levantó la mirada buscando los ojos de su acompañante – ¿Te acuerdas de ella?

Si el amor no dolieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora