Hola mis queridos lectores :3
Creo que debo buscar otra manera de saludarlos, esta ya no me gusta tanto como antes.
Bueno, poniéndonos un poco más interesantes, este capítulo será 90% sobre Cielo y Julieta, hay que dejar descansar a Emiliano.
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*Viernes por la mañana*
- Ya estoy ansiosa por ir a comprar nuestros vestidos para la fiesta de Sofi.
- Pero yo no la conozco prima, no me sentiré muy cómoda ahí y estoy super cansada por el viaje.
- Eso es lo de menos, Sofía es muy buena persona y ha invitado a todos los salones del grado, así que irán muchos chicos guapos.
- Supongo que sí, pero yo ahora solo pienso en uno.
- Sí, sí, lo sé - dijo mientras cepillaba sus dientes - Emiliano - habló aún con la boca llena.
- Me sigue pareciendo increíble que tu enamorado y mi amor de verano se llamen igual - entrelazó sus manos y dio un suspiro al cielo - ¿él también irá mañana?
- ¿Quién, Emil? - respondió luego de enjuagarse - claro que irá, ya me lo confirmó Sofía - dejó el cepillo dental en su lugar e hizo muecas frente al espejo - hablando de amores - dijo Julieta mientras intercambiaba lugar con su prima frente al espejo - ¿lo volviste a ver luego del campamento? - la emoción daba vueltas dentro del cuarto de baño.Los ojos de Cielo brillaron por un instante al recordar a Emiliano y el día que pasaron juntos, fueron momentos muy emotivos, sobretodo por el accidente del cual se salvó gracias a él, y esos mismos recuerdos cambiaron el semblante en ella, pensar que solo lo vio una vez y que pasaron tan pocas horas juntos llenó de tristeza su cuerpo.
- ¿Por qué lloras prima? - Julieta se había llenado de culpa por causar tristeza en la rubia y sentía que debía remediarlo.
- No es nada prima, las chicas somos muy lloronas, lo sabes - dijo divertida y secandose los ojos por las lágrimas derramadas.
- No hables así de nosotras prima - se hizo la ofendida y cruzó los brazos - son secretos de mujeres - las dos rieron complices y terminaron de alistarse para bajar a desayunar.Bajaron al primer piso riendo y jugando como cuando eran niñas, se sentaron junto al resto de la familia, el padre de Julieta y la madre de Cielo. El desayuno era abundante, había jugo de frutas, filtrantes, pan integral, pan francés, paltas, huevo frito y sancochado, tortilla huachana, mermelada de fresa y mantequilla, la variedad de comida era porque las chicas se abstenían de comer grasas y frituras, y Don Luis era amante de esa comida.
- Cuñado, te salió muy rico este pan, ya había olvidado lo delicioso que era.
- El secreto para una buena tortilla huachana es escoger la mejor salchicha y mezclarla con los huevos bien revueltos - dijo Don Luis.
- ¿Papá, me pasas el azucar y la mermelada?
- Claro - extendió la mano hacia su hija - toma.
- ¿Mi papá llamó? - habló la rubia.
- Llamó hace un rato, antes que bajaran, si no te hubieras tardado tanto quizá hubieses hablado con él.
- ¿Dijo cuando vendrá?
- Mañana por la mañana, pero saldremos a atender unos asuntos importantes - respondió como siempre, seria - así que te quedarás acá con tu prima.
- Papá, mañana es la fiesta de Sofi, ¿me darás plata para comprarme ropa? - suplicó con ojos cristalinos.
- Déjame pensar, tengo que ver cuánto dinero hay en el banco.
- Mamá, Sofi también me invitó a su fiesta ¿podré ir? - juntó sus palmas como ruego.
- Si no me pides dinero, sí.
- Hablaré con mi papá entonces - sonrió la chica.***
- ¿Guardaste bien el dinero que te dio tu papá? - preguntó Julieta.
- Sí, lo puse en el bolso.
- ¿Y el bolso? - dijo mientras miraba alrededor.
- Creo que lo dejé arriba, iré al cuarto a buscarlo.
- Yo te espero afuera.
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Si el amor no doliera
Romansa¿Qué harías si el amor de tu vida se te escapa de las manos en más de una ocasión? Emiliano, un chico como cualquiera, descubre todas las consecuencias de sentirse enamorado. Su primer amor, Julieta , es la causante de todo lo que le pasa y pasará...