Capítulo XXI - Tú o yo

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Hola mis lectores :3

Y los días se volvieron semanas, y las semanas en meses, y los meses en... No ha pasado tanto tiempo jejeje... Aún así mil disculpas con todos ustedes. Es cierto, los he abandonado. Me perdí unos cuantos meses por el trabajo y los estudios. Todo ha sido muy difícil, pero lo importante es que ya estoy de regreso. Ahora escribiré más seguido. YA ESTOY EN VACACIONES

Ahora retomando la historia... Este capítulo inicia con la conversación pendiente entre Julieta y Cielo en el hospital. Emiliano se encontraba en la sala de operaciones y sus padres aún no se habían enterado.

A continuación... Un nuevo encuentro con Emiliano.
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Las dos chicas se alejaron de Guillermo y se aproximaron a las puertas que las separaban de su amor. Cielo empezó a hablar al sentirse en mayor comodidad junto a su prima.

- Julieta todo esto ha sido nuestra culpa - se lamentaba la rubia - no debimos presionar tanto a Emiliano.
- Tienes razón prima - afirmó Julieta - hemos puesto la vida de Emiliano al borde de la muerte y todo ha sido por nosotras. Debimos ser más comprensivas y escucharlo - sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.
- No quisiera estar en el lugar de sus padres, ni ser la persona que se lo cuente - confesó preocupada la rubia.
- Mi papá se encargará de eso, yo sólo quiero que Emil salga bien de todo y esté junto a mí de nuevo - dicho esto, un ambiente de mucha tensión se formó entre las chicas.
- Julieta, quería hablar precisamente de esto contigo - hizo un breve pausa buscando las palabras correctas - estoy más que segura que Emiliano saldrá del peligro y será el mismo de siempre, pero - los ojos de ambas transmitían lo que en palabras aún no se había dicho.
- Cielo - intervino Julieta a la larga espera de su prima -  Emiliano y yo estamos muy enamorados y tenemos más de nueve meses juntos.
- Eso es lo de menos prima - menospreció las palabras de Julieta - Emiliano me quiso mucho antes que a ti y eso todos lo saben - con cada palabra el tono de voz de las muchachas se elevaba.

Los pacientes y doctores que se encontraban cerca las observaban temerosos de que ocurriera una típica pelea entre dos mujeres por un hombre. Uno de los doctores que se encontraba conversando con su colega interrumpió su charla y caminó en dirección a las puertas de la sala de operaciones y a las dos chicas que estaban a punto de arrancarse los cabellos.

- ¿Cielo? ¿Julieta? - el dueto estaba muy sorprendido ante la presencia del doctor.
- ¡Diegooo! - se escuchó desde donde esperaba Guillermo antes de que este corriera para darle un fuerte abrazo.
- ¿Diego? - ese nombre le era muy familiar a Cielo, pero no lograba recordar donde lo había oído.
- ¡Cuñadito! - tanto el doctor como la rubia abrieron los ojos de sorpresa y se miraron mutuamente. - pensé que jamás regresarías - le tomó de las manos y le dio un beso en la mejilla. El joven recordó aquel gesto e inmediatamente se separó con cautela de Julieta.
- Diego - llamó su atención Cielo - ¿tú eres el hermano de Emil? ¿El que se fue a Cuba? - la chica no dejaba de sorprenderse con la noticia.
- El mismo que viste y calza - respondió gracioso a la pregunta - Entonces ¿tú eres Cielo, no? la chica bella del campamento de verano - las sorpresas no dejaban de llegar para Cielo. Afirmó con la cabeza y todo quedó en silencio. - Y bien, ¿qué hacen todos aquí? - los tres se miraron cómplices, pero ni uno se atrevía a contar lo pasado.

El nerviosismo reinaba en el ambiente y Diego seguía sin tener respuesta.

- ¡Quirós! - su colega, que aguardaba por él, llamó su atención. Tocó su reloj que estaba en su muñeca izquierda repetidas veces para apresurarlo.
- Lo siento muchachos, pero ya me tengo que ir - el fastidio se notaba en su rostro - afortunadamente los veré más seguido. Ahora estaré en este hospital como interno, hasta me dieron mi placa - señaló con su índice derecho hasta su pecho donde figuraba una lámina rectangular con su inicial y su apellido "D. Quirós". - solo les pido que no le digan nada a Emil, quiero que sea una sorpresa, ¿está bien?

Los tres reían nerviosamente, mientras se despedían del nuevo interno. Tan pronto como se marchó apareció el padre de Julieta por el ascensor.

- Ya llegué - a pesar de no usar las escaleras se le notaba exhausto - ahora... marca... el número... de sus padres y hablaré con ellos... sobre la situación de Emiliano - su voz se lograba escuchar hasta la última habitación del piso, hablaba muy fuerte y entrecortado debido a la falta de aire, tan fuerte que de un momento a otro las puertas de la sala de operaciones se abrieron y cerraron con Diego adentro.

Era la primera vez que Diego se encontraba allí dentro. El lugar era un corredor ancho y oscuro con muchas puertas hacia la derecha e izquierda. Cada puerta era de doble entrada vaivén con lunas pequeñas en medio. La luz de cada habitación sobresalía por estas y el pasadizo se ilumaba temporalmente.

- ¿Dónde estás Emil? - repetía con frustración al no saber en que dirección ir. - Hola, saben en qué sala de encuentra un chico de unos 1.72, delgado, tez clara, no lleva mucho tiempo acá - se dirigió a dos enfermeras que pasaron frente a él desde el lado izquierdo de pasadizo.

- Hay un chico hacia allá - señaló con un bisturí hacia la derecha del hermano. - Van a iniciar una operación muy riesgosa, no los interrumpas - advirtió con el bisturí aún en mano.
- Cinthia, ya deja el bisturí en su lugar - la chica acató la orden sin reproches. - ¿Cuál es tu nombre y qué haces acá? - se dirigió al nuevo interno.
- Me llamo Diego Quirós, y estoy en búsqueda de mi hermano. Tengo que ir a verlo - antes de partir, observó la placa de la doctora "R. San", el resto de su apellido estaba cubierto por su cabello negro liso. La miró a sus ojos miel protegidos por unas gafas y esta giró el rostro al lado opuesto.
- Hacia alla hay - se apagó el tono de su voz al saber que el chico de cabello castaño corría hacia la habitación del paciente.

Llegó a la puerta indica y lo único que pudo observar fue como cubrían de pies a cabeza el cuerpo de un muchacho en la camilla y el electrocardiograma sin actividad.

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Pues solo espero vivir mucho más que ese pobre muchacho jijiji >.<

He aquí otro final inesperado, hasta para mí. Iba a tener menos contenido, pero me inspiré en último momento.

Les prometo actualizar lo más pronto que pueda. Estoy de vacaciones y quiero disfrutarlas. Quisiera que comentaran para saber su opinión. Hasta pronto.

La imagen es de las puertas que da acceso al corredor de sala de operaciones. Gracias Drew_021 por ayudarme con la portada de mi obra :3



Si el amor no dolieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora