CAPÍTULO 23

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UNA TARDE DE RECONEXIÓN

Querido Diario,

Hoy ha sido un día de perdón y reconexión, un día que ha traído consigo un rayo de luz después de la oscuridad que experimenté recientemente. Después de lo ocurrido en nuestro primer mes juntos, Cian se disculpó sinceramente, compartiendo que tenía muchas cosas en la cabeza y algo de estrés que lo llevaron a olvidar nuestra fecha especial. Aunque en mi interior sentía el peso de la decepción, no podía enojarme con él. Decidí perdonarlo, sabiendo que todos tenemos momentos de debilidad y distracción.

Pasamos la tarde juntos, siguiendo la petición de Cian. Quería intentar reparar el dolor que causó, demostrándome una vez más cuánto me amaba, y yo sentía ese amor fluir entre nosotros. Vimos películas, compartimos risas y juegos, sumergiéndonos en nuestra pequeña burbuja de amor y complicidad. Esa tarde se convirtió en un recuerdo especial para mí, donde solo existíamos nosotros dos y el vínculo profundo que nos unía.

Cada momento compartido, cada sonrisa compartida, cada gesto de cariño reafirmaba la fuerza de nuestra conexión. A través de las risas y las conversaciones, sentí cómo el perdón y la comprensión se entrelazaban con el amor que compartíamos. A pesar de los altibajos, de los momentos de dolor y decepción, nuestro lazo seguía siendo fuerte y resistente, capaz de superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.

En esta tarde de reconexión, encontré la paz en el perdón y la certeza en el amor que nos unía. Cada instante junto a Cian era una oportunidad para fortalecer nuestra relación, para crecer juntos y para recordarnos el valor y la importancia de elegirnos mutuamente cada día.

Palabras sin RespaldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora