Sin su amor

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Los tres días de rodaje del videoclip "Max Win" fueron una montaña rusa de emociones para Emma. Cada mañana, se despertaba con una mezcla de emoción y culpa. Emoción por estar cumpliendo uno de sus sueños, y culpa por los sentimientos confusos que estaba experimentando.

El primer día comenzó temprano. Emma llegó al set, nerviosa pero determinada. Iván la recibió con una sonrisa cálida que hizo que su corazón diera un vuelco.

-¡Emma! que bueno que estes aquí- dijo Iván dándole un abrazo rápido. -vamos, te presento al equipo- terminó de decir.

A medida que avanzaba el día, Emma se fue relajando. Las escenas fluían naturalmente, y la química entre ella e Iván era innegable. Entre tomas, compartían risas y anécdotas, como si el tiempo no hubiera pasado desde su infancia.


El segundo día fue aún más intenso. Tuvieron que grabar las escenas más emotivas del video. Emma se sorprendió de lo fácil que era interpretar estar enamorada de Iván. Quizás demasiado fácil.

Durante un descanso, Iván se acercó a ella con dos cafés. -para la mejor coprotagonista- dijo Iván guiñándole un ojo.

Se sentaron a charlar, y Emma se encontró riendo más de lo que lo había hecho en mucho tiempo. Había una comodidad, una familiaridad en estar con Iván que la asustaba y la emocionaba a partes iguales.


El tercer y último día de rodaje llegó demasiado pronto. Emma se sentía dividida. Por un lado, estaba orgullosa del trabajo que habían hecho. Por otro, no quería que terminara. No quería dejar de ver a Iván todos los días.

Mientras grababan la última escena, Emma se dio cuenta de algo que había estado intentando negar: los sentimientos por Iván que creía haber superado con la ayuda de Rodrigo no se habían ido. Quizás nunca se fueron realmente. Simplemente habían estado dormidos, esperando el momento para despertar.

Al terminar la grabación, todo el equipo estalló en aplausos. Habían logrado algo increíble juntos. El director propuso ir a McDonald's para celebrar, y todos estuvieron de acuerdo.

Sin embargo, el destino tenía otros planes para Emma e Iván. Mientras recogían sus cosas en un pequeño depósito, la puerta se cerró de golpe, dejándolos atrapados.

-¡no puede ser!- exclamó Emma intentando abrir la puerta. 

Iván se acercó tratando de ayudar, pero era inútil. Estaban encerrados.

-tranquila- dijo Iván poniendo una mano en su hombro. -alguien se dará cuenta de que no estamos y vendrán a buscarnos- dijo Iván tratando de calmarla.

Se sentaron en el suelo, esperando. Al principio, el silencio era incómodo, pero pronto comenzaron a hablar.

-Emma- dijo Iván de repente, su voz era seria. -estos días contigo... han sido increíbles, me han hecho darme cuenta de algo- dijo Iván.

Emma lo miró. Su corazón latía con fuerza. -¿de qué?- preguntó sin entender a que quería llegar.

-estoy harto de absolutamente todo, y aunque no quiera hacerlo, te extraño- dijo Iván mientras colocaba su mano en su mentón y levantaba la cabeza de Emma para verla a los ojos.

-te necesito Emma- dijo Iván.

Con gran agilidad, Iván colocó sus labios contra los de ella formando un largo beso. Emma estaba haciendo las cosas mal y lo sabía bien, pero como alejarlo, era lo que siempre había querido. Cómo podría ella devolverle todo ese veneno que él le escupió, cómo hacerlo si Emma lo amaba tanto.

Pero aún así, donde estaba Iván cuando ella se moría sin su amor

Emma se separo negándole lo más rápido que podía, ella no era así, ella no engañaba. No era de esas personas, no lastimaría a Rodrigo, aunque Iván le haya roto el alma con un beso.

-Iván, vos tenes novia...- no pudo seguir porque Iván la interrumpió. -yo terminé con Catalina- dijo Iván rápidamente. -pero eso no te da derecho a besarme, además yo estoy con Rodrigo- dijo Emma molesta.

-pero yo me muero por tu amor- dijo Iván.

-yo no soy así- dijo Emma alejándose. -y vos me conoces lo suficiente, para saber que yo tampoco- terminó de decir Iván.

-yo no entiendo Iván, yo te amaba demasiado y aunque yo seguía ahí escribiéndote día a día, tus mensajes dejaron de llegar y poco a poco te fuiste saliendo de mi vida, no podes hacer eso, luego volver a verme, hacer como si no me conocías y ahora darme un beso- dijo Emma casi gritando de lo molesta que estaba. -me ilusionaste y luego me dejaste sola- dijo Emma triste.

-es que no aguanto más, te veo acá, pasear al lado mío, estar con Rodrigo, y el no estar cerca tuyo me está matando- contestó Iván.

En ese momento la puerta se abrió. Alguien del equipo los había encontrado. Emma salió rápidamente, ignorando la mirada dolida de Iván.


Mientras el resto del equipo celebraba en McDonald's, Emma se excusó y se fue. Su mente era un torbellino de emociones. Necesitaba hablar con alguien, pero no podía ser Rodrigo. No ahora.

Casi sin pensarlo, sus pasos la llevaron al departamento de Tomás. Necesitaba a su amigo, necesitaba a alguien que la escuchara sin juzgarla.

Con el corazón pesado y los ojos llenos de lágrimas, Emma tocó la puerta de Tomás. Cuando él abrió, sorprendido de verla allí tan tarde, Emma solo pudo decir. -Tomás, necesito hablar contigo, ha pasado algo- dijo ella angustiada.


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