Nuevo capítulo donde Victor sospecha de Tom. Le dice a Aaron si no le da mala pinta y le dice que tal vez y menciona no le gusta que esté tanto tiempo con Nora. Victor empieza a detectar los celos, bastante fuerte y se vuelve loco cuando ve que se toma la libertad de tocarla y que ella no hace nada para alejarse. Por un momento cree que va a perder el control del lobo pero sale corriendo al baño y se tranquiliza, se moja la cara y el pelo. No entiende porqué se siente así, porque esta chica le despierta estos sentimientos tan primarios y tan fuertes.
Alguna escena con Elena, presentarla como alguien del clan, ella le dice que podrían quedar a tomar algo alguna vez, él le dice que ya verán y se larga.
Por la noche abre la puerta y se encuentra a Nora, cree que está preciosa y ella le dice que la han invitado a cenar.
En la cena hay un poco de tensión entre ellos.
Mucha tensión entre Victor y Nora. Cosas de olores, piques divertidos y tontos, roces, pero ambos se dicen que se odian. Incluso los tíos de Aaron se dan cuenta del tonteo entre ellos y parece que les preocupa.
El chico nuevo llevaba apenas tres días en el instituto, pero ya estaba ganándose mi desconfianza.
—¿Qué te pasa? —preguntó Aaron, notando mi expresión severa—. ¿A quién miras como si quisieras arrancarle la cabeza?
Señalé con un gesto hacia el chico nuevo que estaba al otro lado del pasillo.
—El nuevo. No me gusta, me da mala espina.
—Si no fuera porque eres un lobo diría que estás celoso —rió Jake, divertido con su propia broma. A mí no me hizo ninguna gracia. ¿Eso era lo que me pasaba? ¿Estaba celoso?
—¿Por qué lo dices? —preguntó Aaron, ignorando a Jake.
—No lo sé, hay algo en él que no me cuadra. Da igual, olvídalo. Ty, ¿tienes los apuntes de historia en orden?
—Sí, ¿por qué? ¿Los necesitas?
—Sí, tengo un trabajo pendiente y como no estuve las primeras semanas voy un poco perdido. ¿Me los dejas?
—Claro, tío. Puedo hacerte fotocopias, así lo tendrás para los exámenes.
—Gracias, eres el mejor.
Nora y Tom se levantaron de sus asientos y fueron a dejar sus bandejas en el carro antes de salir juntos. Decidí seguirlos.
—Nos vemos en un rato, tíos —dije a mis amigos.
Aaron frunció el ceño, pero los demás asintieron sin prestarle mucha atención. Dejé la bandeja también en el carro y los seguí. Frené al escucharlos; estaban doblando el pasillo, así que me detuve en mi taquilla, cogí mis cosas y esperé, escuchando a escondidas. Debían estar en la taquilla de Tom, ya que Nora tenía la suya cerca de la mía.
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1. Mi Única
Werewolf🐺🌕 Nora tiene diecisiete años cuando su vida cambia radicalmente. Le encanta leer pero siempre ha sabido distinguir muy bien la fantasía de la realidad, hasta que una noche descubre el secreto que ocultan sus vecinos. El chico que le atrae y no so...