A primera hora de la mañana me dirigí hacia mi taquilla. Samantha seguía estando enferma, al igual que John; ambos comieron algo en mal estado durante su cita. Pensé que Sam estaría disgustada por ello, sin embargo, al llamarla ayer por la tarde para ver cómo se encontraba, me dijo que fue la mejor cita de su vida y que John y ella se habían pasado todo el día hablando por teléfono y viendo películas cada uno desde su casa. Qué monos.
Abrí mi taquilla y un papel salió volando. Al recogerlo del suelo sentí un mal presentimiento. Me congelé al leerla:
Cuídate, porque estás jugando con fuego, y el calor del secreto que persigues puede consumirte. No confíes más de la cuenta. Cuida tus pasos, el bosque oculta más de lo que muestra. No olvides que los amigos más cercanos son los más peligrosos.
¿Quién me habría dejado esa nota? ¿Y por qué? ¿Y qué significaba? ¿Estaba hablando de Victor? Había algo en esas palabras que me querían sonar, pero no sabía qué.
Guardé rápidamente la nota en mi mochila a la vez que Tom pasaba por detrás de mí sin decir nada.
—¡Tom! —dije, sonriendo mientras me acercaba a él—. Buenos días, ¿eh?
Él me miró de reojo sin aminorar el paso.
—Hola.
—¿Estás bien? —fruncí el ceño.
Él encogió los hombros, su expresión era bastante indiferente.
—Meh, como siempre. Nada del otro mundo.
Mi preocupación aumentó un poco.
—¿Qué te pasa?
Tom me miró con una sonrisa torcida.
—Vamos, Nora. ¿De verdad te importa? —bufó.
Me sorprendió su actitud.
—¿Qué te pasa hoy? Nunca me habías hablado así.
Suspiró, su tono era menos hostil pero aún distante.
—No es nada, solo estoy cansado. Quizás deberías preocuparte menos por mí y más por tus cosas.
Me sentí herida por sus palabras.
—Siempre me he preocupado por ti. ¿Desde cuándo es eso un problema?
Tom evitó mi mirada, como si estuviera buscando una salida.
—No es un problema, solo que a veces puedes ser un poco... insistente.
Confundida, intenté entender su punto.
—¿Insistente? Solo trato de ser una buena amiga.
Su tono se suavizó un poco.
—Lo sé, lo sé. Pero a veces, Nora, necesitas darte cuenta de que no todos queremos hablar de todo, todo el tiempo.
Me sentí triste al escuchar eso.
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1. Mi Única
Wilkołaki🐺🌕 Nora tiene diecisiete años cuando su vida cambia radicalmente. Le encanta leer pero siempre ha sabido distinguir muy bien la fantasía de la realidad, hasta que una noche descubre el secreto que ocultan sus vecinos. El chico que le atrae y no so...