—¿No vas a decir nada? —le pregunté.
Habíamos estado caminando en silencio durante un par de minutos, y tuve que romper el silencio porque las ganas de cogerla y estamparla contra el primer árbol para besarla hasta dejarnos tontos no se me pasaban. Tragué saliva ante esa imagen y apreté mis manos dentro de los bolsillos. Los tenía ahí por seguridad, para evitar un roce inesperado o cogerla de la cintura y apretarla a mi costado para sentir su calor. ¿Qué me pasaba con esta chica?
—La verdad, estoy en blanco. Lo quiero saber todo.
Me reí a carcajadas. Nora me miró con los ojos muy abiertos y sus mejillas sonrojadas. Estaba hermosa. Era adorable.
—¿Te has dejado ese papel lleno de preguntas?
—¿A quién pretendo engañar? En ese papel solo hay tonterías, no soy tan... preguntástica.
—Espera, ¿preguntástica es una palabra?
—No —se encogió de hombros—, pero es lo que diría Sam.
Me reí a carcajadas de nuevo. Esta chica era increíble. Me sonrió de nuevo y siguió andando.
—Es como cuando has estado estudiando mucho para un examen —continuó—, pero cuando tienes el papel en frente, esperando a que contestes todo lo que en teoría sí sabes, no sabes ni por dónde empezar. Las palabras y las letras danzan en tu cabeza sin sentido y acabas suspendiendo.
Sonreí.
—No te voy a suspender, así que no te preocupes. Pregunta lo primero que se te pase por la cabeza.
—Bueno, vale, pongamos primero en palabras la información que sabemos.
—Me parece bien —asentí, disimulando una sonrisa.
—Eres un lobo.
—Ajá.
—Al igual que tus tíos, Aaron, Sarah, Tyler y Jake... Hace un tiempo me dijiste que nunca habías sido nuevo en el instituto a pesar de que sí lo eras. ¿Eso es porque hay muchos lobos que conoces? ¿Están todos en el instituto? No lo entiendo.
Sonreí.
—Te dije que era el futuro alfa de mi clan, ¿recuerdas?
—Sí.
—Mi clan se llama Creag. Somos muchas generaciones las que pertenecemos a este clan y casi todos vivimos en el pueblo. Muchos de los chicos del instituto pertenecen al clan, los veo todos los fines de semana en la aldea así que no fui el nuevo del todo, conocía a la mitad del instituto.
—Ah. Claro, entiendo. Tiene sentido. Cuando llegaste pensé que te creías el rey del mundo y te habías ganado a la mitad del instituto. Y la realidad es que eres el futuro rey y te los tenías ganados de hace tiempo.
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1. Mi Única
Werwolf🐺🌕 Nora tiene diecisiete años cuando su vida cambia radicalmente. Le encanta leer pero siempre ha sabido distinguir muy bien la fantasía de la realidad, hasta que una noche descubre el secreto que ocultan sus vecinos. El chico que le atrae y no so...