ᴇᴘ45: 𝘚𝘢𝘯𝘨𝘳𝘪́𝘢

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R  𝙚  c  𝙤  m  𝙚  n  𝙙  a  𝙘  i  𝙤  n

𝘓𝘦𝘦𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘯𝘥𝘰
"𝙇𝙖𝙩𝙘𝙝 - 𝘿𝙞𝙨𝙘𝙡𝙤𝙨𝙪𝙧𝙚, 𝙎𝙖𝙢 𝙎𝙢𝙞𝙩𝙝"
𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘦𝘹𝘱𝘦𝘳𝘪𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢...

𝑨𝒖𝒓𝒐𝒓𝒂::

Ahí seguíamos, viendonos sin soltar nuestro agarré.

-- ¡Miren, les dije que aquí estaban! --escuchamos gritar a una señora--

Que al momento de verla nos percatamos que traia a todo un ejército de jóvenes: Chicas, chicos y mucha más gente que no se lograba identificar.

Humbe y yo nos miramos sorprendidos y rápido salimos corriendo...

Obviamente no ibamos a ser tan irrespetuosos y les dijimos a las chicas de recepción que cualquier cosa que necesitara toda esa gente que mañana en la mañana no nos molestariamos en atenderles...

Sin mentir eran un poco más de 27 personas.

Sin pensarlo dos veces corrimos y corrimos sin dirección.

El tomaba mi mano con un agarre para que nada ni nadie me hiciera separarme de este.
Yo seguía a sus piernas y me dejaba guiar por el; miraba su cara llena de emoción, un poco de desesperación y algo mucho de alegría.

Su sonrisa decía todo.

Cada que mirábamos para atrás acelerabamos nuestro paso...

Corriamos por la ciudad, sin rumbo, no sabíamos a donde llegar, lo que sí sabia es que el no me iba a soltar y yo por nada del mundo me iba a separar.

Los faros, edificios, locales y tiendas iluminaban sus ojos enchinados por su risa..
Cada que volteaba era más notoria.

Cuando paramos paramos enfrente de un bar.
Tal vez una gran oportunidad.

Antes de pasar nos quedamos un tiempo parados sin hacer nada, respirando incalmados por lo mucho que habíamos corrido.

Estábamos tomados de las manos, frente a frente.

Nos miramos y nos empezamos a reír por lo sucedido, ver cómo en el hotel toda una ola de gente corría hacia nosotros, como corrimos por unos 18 minutos sin rumbo, y por nuestras respiraciones agitadas después del maratón.

Era algo tarde como para estar en la calle, pero, alado de nosotros teníamos un lugar donde quedarnos un rato.

-- ¿Quieres entrar? --dijo Humbe ladeando su cabeza al bar--

-- Estaba esperando a que preguntaras...
--dije sonriendo y el soltó una leve risita para empezar a caminar al bar--

Para ser sincera cada que salíamos me daba inseguridad, normalmente nos encontrabamos mucha gente, gente que reconocía a Humbe y le pedían fotos, autógrafos, y más. Pero con lo que dijo Humbe hace unos minutos, ya me importaba poco.

Ahora sólo importabamos el y yo, ahora lo demás ya no afectaba. Lo demás ya no me iba a afectar, y el no iba a permitir que lo hicieran.

Entramos y nos sentamos en las primeras sillas que vimos.
Yo sentía mis piernas de gelatina y el cada dos segundos suspiraba de una manera agotadora.

-- ¡Dios! ¿Por que se me ocurrió correr sin tener claro a donde ir? --se quejó Humbe mientras se recargaba en la barra--

Rei por su expresión y la manera en la que lo dijo, pero enserio ¿que le pasó por la mente?

𝑳𝒕𝒗𝒎 :: 𝑯𝒖𝒎𝒃𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora