"Goldenheart Histories"

La luz de mi vida (parte 3)

- Narra Ballister -

No podíamos perder más tiempo, estaba muy malherido... el, estaba dispuesto a morir... por salvar a nuestra hija... Ambrosio... por favor tienes que lograrlo... si lo haces... te diré la verdad.

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- Narra Ambrosio -

No tenía idea de dónde estaba, podía oir algunas voces, también equipo médico, era posible que estubiera en el hospital, minutos después la gente se fue, escuché que alguien entró por la puerta y sentí que tomaban mi mano.

- Ambrosio... no sabes cómo te agradezco que hayas salvado a mi niña... pero... por favor, tienes que superarlo... Valerie y yo no te perdonaremos si nos dejas solos otra vez.

- (¿Otra vez?).

No podía despertar, aún sentía mucho dolor, si lo hacía todo sería peor, solo quería que todo terminara.

Un momento después, me encontraba en un lugar nuevo, el dolor había desaparecido, no tenía ninguna herida; caminé un poco, creí que alucinaba... por qué a unos pasos de mi, estaba la reina.

- ¿M-Magestad?

- Ambrosio... me alegro mucho de verte, pero... no esperaba verte tan pronto, ¿que haces aquí?

- No lo recuerdo, pero es lindo volver a verla... hubiese querido que usted estuviera presente para ver cuánto progreso ha hecho el reino.

- A mi también me hubiese encantado... pero querido, tu no debes estar aquí, aún tienes toda una vida por delante.

- Pero... ¿que pasará con usted?

- Yo estaré bien... yo siempre estaré cuidadolos, pero hay unas personas que te necesitan en este momento, no puedes abandonarlos nuevamente.

- ¿Nuevamente?

- Si decides regresar, lo sabrás, ve... te están llamando.

- (Ambrosio por favor, no nos dejes...)

- (Papá... lo prometiste, prometiste que nos volveríamos a ver)

- Ellos... tiene razón... me están esperando... gracias, majestad... Ballister... Valerie... esperenme, ya voy.

- Jmm... se feliz querido, es momento de que lo sepas.

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- ¡Mmm! ¿B-Bal? ¿Valerie?

- ¡Ah! ¡Ambrosio! ¡Doctor, despertó!

Ballister y la niña no se apartaron de mi lado, cuando los doctores llegaron revisaron mis signos, todo parecía en orden, dijeron que había perdido mucha sangre, había recibido múltiples golpes y heridas, básicamente era un milagro que estuviera vivo, de cualquier modo me trajeron a tiempo y recibí atención inmediata. La hora de visita había acabado, mi condición aún era delicada así que al día siguiente ellos prometieron visitarme nuevamente.