Un nuevo propósito (parte 4)

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- Narra Ambrosio -



Cuando escuché que estaba embarazado no supe que hacer, salí corriendo del cuarto sin rumbo alguno, necesitaba salir y despejar mi mente; cuando estuve lejos del hospital caminé hacía un parque que suelo frecuentar, me senté en una banca y me puse a observar a la gente, habían muchas familias juntas, niños jugando y jovenes paseando.

Todo era muy tranquilo, estaba más calmado pero aún así me sentía muy mal por lo que hice, pero... un bebé... ¿en verdad estoy listo para este tipo de responsabilidad?



- ... ¿Qué será del bebé? ¿sabré que hacer? ¿seré un buen padre? ¿me odiara? o acaso... ¿seré igual que mis padres?



Ese era mi peor temor, por lo que a mí respecta yo soy huérfano, mis padres me usaron a su antojo y rara vez me dedicaban atención... temo mucho que pueda ser como ellos, ¿que clase de padre sería... si no estoy presente en la vida de mi hijo?



- Mi peor temor es ser un padre terrible... ¿lo seré? ¿no veré al bebé crecer?... ¿correré el mismo destino... qué mis padres?



El miedo me comenzaba a invadir, empecé a llorar un poco de la preocupación, no quería que eso pasara, pero al ser descendiente de personas tan ausentes y negligentes, temo mucho que su influencia se vea reflejada en mi... no es que no soporte a los niños, de hecho los adoro... pero no quiero que me odie...



- ¿Que debo hacer?

- ... Disculpe señor- una voz me sacó de mis pensamientos, una niña me estaba hablando- mi hermano y yo queremos jugar en los columpios ¿nos ayuda?

- ... Claro.



La niña me llevo de la mano y cuando llegamos a los columpios empecé a empujarla a ella y a su hermano, ambos estaban muy felices, sus risas hacían que me sintiera feliz, olvidé que hace unos minutos me estaba ahogando en mis pensamientos, pasamos un rato jugando todos juntos hasta que los padres de los niños llegaron, me agradecieron por jugar con ellos y se despidieron de mi.

Cuando la familia se fue me adentré más en el parque y me puse a disfrutar de la naturaleza, me quedé bajo un árbol mientras observaba a las personas que pasaban por el camino, con el tiempo finalmente me sentía más tranquilo.

Minutos después frente a mi pasó una familia con una carriola, se detuvieron ya que su bebé empezaba a llorar, su madre intentó calmarlo pero ví que nada funcionaba, su padre lo tomó en brazos y después de unos minutos el bebé se había calmado, no escuchaba nada, incluso alcance a ver qué el bebé estaba feliz.



- ... Quería el afecto de su padre... ¿podré hacerlo?



En ese momento me puse a pensar como sería tener al bebé y a Ballister a mi lado, cerré mis ojos por unos segundos y no me dí cuenta cuando caí dormido, empecé a imaginar como sería, en mi mente tenía la imagen de una bebita en brazos, casi idéntica a Bal pero con el color de mis ojos, ella me miraba con mucho amor y se sentía a gusto en mis brazos... era una niña preciosa, muy dulce y muy alegre, al poco tiempo se durmió en mis brazos y al ver a Bal el solo miraba con ternura como la bebé y yo interactuabamos; fue un sueño hermoso, en ese momento volví a la realidad, no sabía por cuanto tiempo había dormido pero ese sueño fue muy revelador.



- ... Mi adorable omega... mi preciosa bebé... todos juntos... cómo una familia...- ya no tenía dudas, sabía lo que debía hacer-



Me fui del parque y llamé a una compañía de mudanzas, les dí la dirección de Ballister y fuimos a su departamento, cuando llegamos todo iba a ser rápido, no habían muchas cosas pero debía asegurarme de llevarme todo, si vamos a ser una familia deberíamos vivir juntos; estoy decidido... no me imagino mi vida lejos de ellos.

"Goldenheart Histories"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora