"Goldenheart Histories"

Secreto (parte dos)

Cuando la reina yacía en el suelo, Ballister no pudo controlar el arma, su pareja lo detuvo... pero ambos tuvieron que pagar un gran precio por proteger a los ciudadanos.

La pareja tuvo que separarse, al ser inculpado por la muerte de la reina no tenía más opción que huir, el jamás se hubiera atrevido a asesinar a la persona que lo trato como a su propio hijo. Todo había sido un desastre, Ballister sentía que lo había perdido todo en cuestión de minutos, su madre, su pareja, su libertad... todo, no podía salir al mundo sin que lo vieran como un asesino.

Después de un tiempo y con la ayuda de una nueva amiga, Nimona, Ballister decidió limpiar su nombre, todos incluído él necesitaban respuestas sobre esa noche.

Habían altos y bajos durante toda su misión, los encuentros con su pareja lo desconsertaban, el último fue el peor de todos, creyó que le mintió, por unos momentos había creído que en verdad asesino a la reina, eso le destrozó el corazón. Cuando la pelea acabó, Ballister y su secuaz se retiraron a su guarida, pensaron en un nuevo plan para exponer al verdadero culpable, la directora, el plan funcionó... momentáneamente.

Cuando el reino y el mismo Ambrosio se enteró de lo que había hecho, la directora supo manipular la situación, Ambrosio tuvo un último encuentro con Ballister, en el cuál su pareja hubiese deseado nunca haber accedido, estaba inculpado a su amiga, quería hacerle ver qué aún era el monstruo que siempre fue, en ese momento Ballister se indigno y se fue del local, su pareja lo siguió, le imploro que lo escuchara, quería protegerlo a toda costa, pero todo lo que logró fue que Ballister se molestara con el... aún cuando le juro que seguía amandolo.

Lo que ocurrió después de su último encuentro fue un completo caos, Nimona no soporto más el rechazo del reino, todos la atacaban sin sentido alguno, Ballister se sentía inútil de no poder hacer nada, pero sobre todo se sentía terrible por lo que le hizo a su amiga. No había más alternativa, debía parar, y el era el único que podía hacerlo.

Cansada de lidiar con la intolerancia, Nimona estaba a punto de acabar con su vida, de no haber sido por Ballister una preciosa vida habría sido sacrificada; ambos le mostraron al reino que todo este tiempo siempre estuvieron equivocados, todos los entendieron... a excepción de la directora, quien aún con la intervención de Ambrosio y los caballeros llevo a cabo el exterminio de lo que ella creía un monstruo.

En un último acto de bondad Nimona se sacrificó por salvar al reino, su perdida fue un golpe muy duro para Ballister, aún con el apoyo de su pareja era algo que no podía superar tan fácilmente.

Pasaron unos meses, la pareja pudo reconciliarse y ver cómo el reino empezaba a cambiar; como última parada de su día Bal decidió ir a su guarida, arregló diversas cosas, iluminó el lugar, lo limpió y lo mejoró, por unos segundos escuchó que tocaban la puerta, ansioso por ver quien era corrió hacía ella... pero no había nadie, sabía que sería demasiado bueno para ser verdad.

- ... Hola jefe.

- ¡No te pas...!

Era real, Nimona había regresado, y ahora nunca volverá a dejarla ir.

_______________________________

Después del regreso de Nimona, Ballister se la presentó a su pareja, temía que se llevaran mal al principio pero ambos sabían que hacer, al ser Nimona una joven beta no se vería intimidada tan fácilmente por un "alfa" como Ambrosio; y así fue, les tomó poco tiempo y en cuestión de semanas ambos se habían vuelto buenos amigos.