Un nuevo propósito (parte 5)

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- Cuatro meses después -



- Narra Ambrosio -



La fecha de nacimiento de nuestra bebé se estaba acercando, durante todos estos meses me aseguré de que Bal recibiera todo lo que necesitaba, e incluso todo lo que quería, ya que aprendí un poco por las malas a jamás decirle que no.

Ahora en su octavo mes de embarazo Bal me parece terriblemente adorable, me encanta verlo disfrutar sus comidas favoritas, su pancita había crecido mucho lo cuál hacía que usara ropa más holgada, aunque a veces sus cambios de humor me sorprendían sabía que era normal en su estado, últimamente se la pasa fabricando juguetes, cada uno que hacía era la cosa más linda que había visto, estoy seguro que a nuestra pequeña le encantarán.

Durante nuestra última visita al doctor nos dijo que todo estaba perfecto, solo que para evitar riesgos la bebé debería nacer por cesárea, nos preocupamos un poco pero sabíamos que lo iban a cuidar bien, se fijó una fecha aproximada dentro de un mes y con ello regresamos a casa; cuando llegamos el fue directo a nuestro cuarto y yo fui al de la bebé, se que es algo pronto pero empecé a buscar todo lo necesario para el día que nazca.

Cuando terminé de armar todo fui a ver qué hacía Bal, al entrar al cuarto lo encontré sentado en el suelo sacando varias prendas de ropa de un par de cajas, cuando me acerque pude ver qué era ropa de bebé, no sabía que las tenía guardadas... seguramente era la ropa que había comprado para su primer bebé.



- ... Bal, ¿qué haces?- me senté detrás de él y lo rodeé con mis brazos-

- ... Solo estaba clasificando está ropa, iba a enseñartela para que escogieras ropa para la bebé.

- La verdad todo lo que veo me gusta... pero aquí hay ropa para niño también.

- ... Si- escuché como empezaba a llorar- ... no sabía lo que sería... estaba tan emocionado de ser papá que ese día compré casi todo lo que veía... es una pena... qué mi primer bebé nunca pudo usarlas.



Me quebré, lo abracé con más fuerza e incluso llore a su lado, recuperarse de una perdida como esa... en verdad es de gente realmente fuerte, si yo perdiera a alguien tan querido para mí, no tendría ni idea de dónde estaría ahora, probablemente me habría vuelto loco; pero ahora el tiene la oportunidad de ser feliz, necesita saber que todo estará bien.



- Bal, mírame- lo solté y nos sentamos a modo que pudiésemos vernos a los ojos, verlo llorar me dolía mucho- en verdad lamento mucho que tú primer bebé no lo lograra... pero quiero que sepas que ahora está en un lugar mejor, te está cuidando y está observando cuánto has avanzado... incluso estoy seguro de que está cuidando de nuestra bebé.

- En... ¿en verdad lo crees?

- Por supuesto, se que está cuidandolos a ambos... vamos, ya no llores, tus hijos quieren verte feliz... siempre lo llevarás en tu corazón, y muy pronto su hermanita vendrá al mundo... y estoy seguro que el la recibirá y la cuidara por siempre.



Volvió a llorar pero ahora en verdad se veía feliz, se que siempre extrañará a su hijo, pero ahora tiene mucho más porque seguir adelante, admiro mucho su fuerza, ha pasado por demasiado dolor, así que ahora se merece toda la felicidad del mundo.

Cuando ambos nos calmamos empezamos a clasificar la ropa, guardamos toda la ropa de niño ya que decidimos que la donariamos a un orfanato, en cuanto a la ropa de niña literalmente la guardamos toda, solo dejamos afuera una adorable pijama de osito, creimos que era muy grande para una recién nacida.



"Goldenheart Histories"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora