El primer día en la U.A. había sido un torbellino de emociones. Apenas lograba asimilar que estaba allí, caminando por los pasillos de la academia más prestigiosa de héroes en Japón. Todo lo que soñé desde que obtuve mi Quirk, desde que decidí seguir el camino de un héroe, estaba sucediendo frente a mis ojos.
El bullicio de estudiantes, el zumbido lejano de entrenamientos en los gimnasios, y el sonido de los profesores regañando a algunos alumnos más rebeldes creaban un ambiente electrizante.
Era emocionante, pero también intimidante. No era solo la presión de estar en la U.A., sino también el saber que algunos de los mejores héroes del futuro también estaban allí, caminando por los mismos pasillos. Entre ellos, el más famoso y... aterrador de todos: Katsuki Bakugo.
Había oído muchas historias sobre él. Un prodigio explosivo con una actitud explosiva. El estudiante de segundo año que, a pesar de ser temido por su mal genio, estaba destinado a ser uno de los héroes más poderosos de la historia. Yo lo había visto algunas veces en el campo de entrenamiento, a distancia, y había sido suficiente para hacerme sentir diminuta.
Pero nunca pensé que mi destino se cruzaría con el suyo de manera tan directa.
Esa tarde, estábamos en el gimnasio, practicando maniobras de combate cuerpo a cuerpo. Mi quirk, un tipo de manipulación de viento, me permitía moverte con agilidad, pero no tenía mucha fuerza bruta, lo cual me ponía en desventaja cuando no podía usar mis habilidades.
Concéntrate TN - me repetía a mí misma mientras intentaba esquivar los golpes de mi compañero de clase -
Estaba distraída, nerviosa. Los entrenamientos en la U.A. eran duros, mucho más de lo que había anticipado, y el cansancio comenzaba a apoderarse de mí.
De repente, alguien gritó mi nombre desde el otro lado del gimnasio.
- ¡TN! ¡Cuidado!
El aviso llegó demasiado tarde. Sentí una fuerte presión en mi brazo cuando mi compañero de entrenamiento lanzó un golpe que no pude esquivar. Caí al suelo con un quejido, y la sensación de fracaso me abrumó. Sabía que los héroes no podían darse el lujo de ser débiles, pero hoy no estaba en mi mejor forma.
Mientras intentaba ponerme de pie, oí unos pasos rápidos acercarse, y de pronto una voz que heló mi sangre resonó sobre mí.
- ¿Qué demonios estás haciendo?
Levanté la vista y allí estaba. Katsuki Bakugo, mirándome con una mezcla de irritación y desprecio. Su expresión era una tormenta en sí misma, su ceño fruncido tan profundo que temía que me partiera en dos solo con esa mirada. La camiseta de su uniforme de entrenamiento estaba pegada a su torso por el sudor, y sus ojos rojos brillaban con una intensidad que me hizo estremecer.
- ¿Quién demonios te enseñó a pelear así, inútil? ¡Si no vas a darlo todo, mejor lárgate de aquí!
Mi rostro enrojeció de vergüenza, pero no por sus palabras, sino porque sentía una mezcla extraña de emociones que no podía controlar. Era intimidante, sí, pero había algo en su presencia, algo en su pasión cruda que me hacía querer ser mejor, más fuerte. Algo que me atraía hacia él, aunque sabía que no debía.
- Lo siento... - murmuré, bajando la mirada mientras me frotaba el brazo donde había recibido el golpe.
- No quiero tus disculpas,- gruñó Bakugo, arrodillándose frente a mí. - Si no puedes mantenerte en pie después de un maldito golpe, ¿cómo vas a sobrevivir como héroe? -
Su cercanía me hizo sentir nerviosa, pero no de la manera que esperaba. Podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo, el olor a pólvora ligeramente perceptible en su piel. Sin quererlo, mis ojos se fijaron en su rostro, y por un breve segundo, me encontré atrapada en esos ojos rojos que parecían devorar todo a su alrededor.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐁𝐍𝐇𝐀
أدب الهواةPedidos abiertos . . 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐁𝐍𝐇𝐀. Los personajes de este fanfic pertenecen a Kohei Horikoshi. Todos los derechos reservados. Prohibido el plagio o adaptación de este one shot.