Como ya he dicho, llegó la hora de decir adiós. Sinceramente, estoy llorando.
Tal y cómo Ellie ha narrado, nunca se está preparado para dejar ir a alguien a quién has criado y has visto crecer. Despedirte de personajes a los que has creado es igual de devastador.
Estos seis meses, escribiendo su libro, no han sido los mejores, si soy sincera, y ellas han sido mi vía de escape. Aunque muchos días me costara horrores ponerme a escribir, poder desahogarme a través de esta historia, al igual que hice con Antes y Después de ti, ha sido lo que me ha mantenido cuerda.
Hacer un personaje como Ellie ha sido duro, muchas veces solo quería abandonar todos los planes que tenía y hacer que fuera feliz de una vez.
Con esta historia quería reflejar sobre todo cosas que no se suelen mostrar en los libros; no tanto, al menos. Las enfermedades mentales han sido un tabú en la sociedad durante mucho tiempo y es importante visibilizarlos para que las personas que los sufren sepan que es algo totalmente válido y que no son las únicas que pasan por eso. Es algo horrible, para nada fácil de leer o escribir, pero es necesario que se conozcan tantos las historias felices cómo las tristes.
Más de una vez me planteé que Ashley no llegara a tiempo, lo admitiré—toda la historia de que en realidad estuviera viva se me ocurrió de casualidad—, pero no pude hacerlo. Otra cosa que quería mostrar con este libro era que estas cosas tan horribles tienen solución, una salida, solo hay que encontrar a quién aferrarse, una luz que te ilumine el camine hasta encontrar la salida del agujero oscuro en el que nos sume nuestra propia mente.
Una vez dicho esto, no podría haber hecho esto sin mis amigas. Mi mejor amiga—Paula, espero que estés ahí—, que lleva estos tres años creyendo más en mí que yo misma o cualquier persona cercana a mí; y Valeria y Carmen que han aguantado mil veces que no tuviera ideas para los capítulos—y que me han obligado a irme a dormir más de una vez—. Perdón por destruir vuestra estabilidad emocional, era por el bien de la trama, pero, al final, todo ha salido bien.
Este libro a requerido muchos sacrificios, pero, definitivamente, han valido la pena. Estoy orgullosa de mí misma, y escribir esta historia ha hecho que me de cuenta de que tengo más potencial del que en algún momento pensé que tenía, y que me ha devuelto la confianza en mí y en mi futuro.
Solo me queda decir gracias a vosotros, lectores que no conozco y que también habéis estado apoyando la historia de Ellie y Maya, e incluso la de Val y Jake. Gracias a vosotros tengo ganas de escribir y seguir creando estas historias. Sois los mejores.
Ahora, sin nada más que añadir, toca despedirse.
Adiós a Ellie, que ha conseguido superar su pasado y centrarse en el futuro y su deseo de ser feliz.
Adiós a Maya, que dejó de presionarse a sí misma y comenzó a priorizarse. Nunca es demasiado tarde.
Adiós a Riley, una amiga increíble que acompañó a Ellie en sus peores momentos y estuvo ahí para ella cuando sentía que nadie más lo estaba.
Adiós a Chiara, que siempre convencía a Maya para que se tomara un descanso cuando se auto-exigía demasiado y que la cuidaba siempre que ella no sabía cómo hacerlo.
Adiós a Marcus y a Mary, que se sacrificaron durante tantos años para la felicidad posterior de sus hijas.
Adiós a Ashley, Anthony y Audrey, que consiguieron la vida de la que intentaron privarles.
Adiós a Aria, que finalmente consiguió desvincularse de su padre y vivir cómo ella siempre quiso.
Adiós a todos, fue un placer conoceros.
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A solas
RomanceHace años que no hablamos, pero sigue estancada en mi cabeza. Hace años que no hablamos pero sigo viéndola. Hace años que no hablamos pero sigo pensándola. Hace años que no hablamos pero no me deja dormir, no me deja comer, no me deja pensar en ot...