Capítulo 1

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Maya

Son infinitas las cosas que pueden salir mal en una fiesta, pero la probabilidad de catástrofe aumenta cuando dicha fiesta la organiza la mano derecha de tu ex-mejor amiga, la cual está pilladísima de tu hermano y solo te ha invitado para que lo lleves contigo.

Aunque en realidad ni hace falta, Adrián se engancha con quien sea con tal de ir a una fiesta.

Antes de que Ellie se comportara como una zorra y me dejara tirada para estar con mi ex—un tío bastante imbécil, por cierto—, Riley, ella y yo éramos muy buenas amigas. Aunque, como cualquier grupo de tres, está claro que no funcionó. Riley se fue con Ellie, que repetía todo el rato que no la dejaba estar con "el hombre al que quería", que estaba celosa y que aún tenía sentimientos por Ryan. Pero bueno, ya se pegó la hostia ella sola, supongo. Siendo sincera, no me importa.

Ajá...

Volvamos a lo importante.

¿Lo evidente? Que mi hermano solo viene a captar la atención de las tías y a beber, osea que no va a hacerle ni puñetero caso a Riley.

¿Lo bueno? Que hay barra libre porque la tía está forrada, así que ni mi hermano ni yo acabaremos arruinados.

¿Lo que no es ni bueno ni malo? Que Ellie está por aquí, pero la fiesta es tan grande que las probabilidades de encontrarme con ella son prácticamente nulas.

¿Lo malo? Que como Riley le regale un poco los oídos a mi hermano van a terminar enrollándose y voy a tenerlo hablando de ella durante varios días—aunque no la piensa llamar—.

¿Lo horrible? Que voy muy pedo y no encuentro a Chiara.

Se ha notado, May.

Tú calladita.

Conocí a Chiara a principios de curso, cuando llegó nueva al insti, pero nadie se fijaba mucho en ella. Venía de Italia, y la verdad es que es bastante mona. Pelo rubio, ondulado, ojos azules y curvas pronunciadas. Lo que viene a ser el estereotipo de cualquier tío hetero básico, pero para nada el mío. Siendo sincera, yo soy más de morenos de ojos claros, tanto en hombres como en mujeres. Así que cuando Adrián empezó a mirarla de la misma forma que a todas por las empezaba a interesarse—a las que normalmente solo quería para acostarse con ellas y dejarlas tiradas—, me acerqué a ella y decidí advertirle.

Después de contarle las sospechas que tenía sobre mi hermano y que ella me contestase que—para desgracia de mi hermano—era lesbiana, seguimos hablando, pero no llegó a ser igual de importante para mí como lo es ahora hasta después de lo de Ellie. Incluso tenemos un acuerdo parecido al que tuvo mi hermana Val con Blue, una amiga del instituto, con la cual se casó y se divorció a la semana siguiente. Tenían dos peluches cómo hijos y quisieron ser una "pareja divorciada" de verdad. ¿Dónde compraron el porro que se fumaron? Ni idea.

A parte de ser mi mejor amiga, también es a quién siempre puedo acudir cuando estoy necesitada. Después de liarnos en una noche de borrachera, decidimos seguir así y que cuando una de las dos tuviera ganas podríamos hacerlo. Eso sí, acordamos que, en el momento en que una de las dos comenzara a tener sentimientos por la otra, pararíamos para no hacernos daño. Y aquí seguimos, dos años después.

¿Hemos interrumpido esta "relación" cuando una de las dos ha tenido pareja? Pues claro, ¿Nos ha importado que hayan pasado dos horas después de la ruptura para despejarnos? Pues no.  Mentiría si dijera que cuando el imbécil de Charlie me dejó tirada no me fui directa a su casa a comerle la boca y olvidarme de él.

Para mi satisfacción, cuando estoy buscando a Chiara veo cómo una chica enfundada en un vestido azul marino ajustado viene hacia mí. Es preciosa. Tiene el pelo largo, ondulado hasta la altura del sujetador, pero no puedo ver el color. Tiene la cintura y las caderas estrechas, curvas no muy pronunciadas pero muy bonitas, los muslos anchos y es bastante bajita, aunque no mucho más que yo. 

A solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora