Día 15 | Reencarnación

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Puedes acompañar el escrito con la siguiente canción:

🎵「https://www.youtube.com/watch?v=63pTpAAF0HM」

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El destino no es fácil de cambiar, algunos hilos se entrelazan sus almas de forma inexplicables y sorpresivas. Sasuke Uchiha y Sakura Haruno fueron parte de ese manto que constantemente crecía y en algunos lados se marchitaba.

Konoha estaba rebosante de los cerezos en flor como un recordatorio de aquel manto donde había belleza, pero también la fragilidad de la vida.

Sasuke, sentado debajo de uno de los grandes cerezos se encontraba inmerso en sus pensamientos. A su regreso a Konoha, había experimentado una serie de sueños vívidos y desconcertantes. En estos sueños, se veía a sí mismo como Indra, el primogénito del Sabio de los Seis Caminos. Pero lo que más lo perturbaba no eran sus propios recuerdos de esa vida pasada, eso ya lo había visto en la cuarta guerra ninja, sino la presencia constante de una mujer con cabello rosado y ojos esmeraldas. Esa mujer era la reencarnación de su esposa, y en esta vida, ella era Sakura.

El viento soplaba suavemente, pero con la suficiente fuerza para que los pétalos de cerezo se desprendieran de las ramas de los árboles. Sakura se acercaba, su figura destacando en el paisaje primaveral. Sus pasos eran tranquilos, pero su presencia siempre tenía un impacto profundo en Sasuke.

—Sasuke-kun —dijo ella, su voz suave pero llena de su amor hacia él—. ¿En qué piensas?

Él levantó la mirada, sus ojos oscuros encontrándose con los de ella. Hubo un momento de silencio con mucho significado.

—He estado recordando cosas —respondió finalmente, su voz baja y suspiro—. Cosas de otra vida.

Sakura se sentó junto a él, sus rodillas tocando suavemente las suyas.

—¿Otra vida? —preguntó, sus palabras solo incrementaban sus dudas.

—Sí. Indra, el hijo del Sabio de los Seis Caminos. He tenido sueños donde soy él, y tú... tú eres su esposa. —Sasuke tomó una pausa, observando la reacción de Sakura.

Sus ojos se abrieron ligeramente, y un destello de reconocimiento cruzó por su rostro.

—También he tenido esos sueños —confesó ella, su voz apenas un susurro—. Siempre supe que había algo más entre nosotros, algo que iba más allá de esta vida.

Sasuke asintió, sintiendo que su conexión siempre ha sido antigua y por tanto difícil de romper. A medida que los recuerdos de su vida como Indra se hacían más claros, también lo hacían los sentimientos que tenía por ella. Indra había amado a su esposa con una pasión y devoción que trascendía el tiempo, y Sasuke se daba cuenta de que esos mismos sentimientos eran los que él tenía por Sakura.

—Recuerdo cómo me apoyabas, cómo eras mi roca en momentos de duda y oscuridad. —Sasuke extendió una mano y acarició suavemente el rostro de Sakura—. Siempre supe que había algo especial en ti, algo que no podía ignorar, pero que tardé en reconocer.

Sakura cerró los ojos ante su toque, una lágrima solitaria deslizándose por su mejilla.

—Sasuke-kun, no importa cuántas vidas pasen, siempre estaré aquí para ti. Siempre te amaré. —Sus palabras eran una promesa eterna que traspasaba la vida y la muerte.

Sasuke inclinó su frente contra la de ella, permitiéndose sentir la calidez y la cercanía que había anhelado durante tanto tiempo. En ese momento, no había dudas ni miedos, solo la certeza de que estaban destinados a estar juntos.

El viento soplaba nuevamente, trayendo consigo más pétalos de cerezo. Los dos se quedaron allí, en silencio, permitiendo que el momento los envolviera. Habían encontrado la paz en la presencia del otro, una paz que había eludido a Sasuke durante años.

Esa noche, mientras caminaban de regreso a la aldea, Sasuke habló más sobre los recuerdos de su vida pasada. Describió cómo, como Indra, había luchado constantemente con su naturaleza y su destino, pero siempre había encontrado consuelo en su esposa. Sakura escuchaba atentamente, su mano entrelazada con la de él, ofreciéndole el mismo consuelo en esta vida.

—Indra era poderoso y sabio, pero también estaba lleno de conflictos internos —dijo Sasuke—. Y tú, tú eras su ancla, la única que podía calmar su tormenta interior.

—Entonces, no hemos cambiado tanto, ¿verdad? —respondió Sakura con una sonrisa suave—. Siempre estaré aquí para ti, Sasuke-kun, sin importar cuántas vidas pasen.

Esa noche, Sasuke y Sakura compartieron más recuerdos y momentos de sus vidas pasadas, fortaleciendo aún más el vínculo que los unía. Descubrieron que sus almas habían estado entrelazadas durante siglos, destinadas a siempre encontrarse.

La historia de Indra y su amada esposa continuó a través de las eras, siempre la forma de encontrarse, siempre amándose, siempre recordando que algunas almas están destinadas a estar juntas, sin importar como se desarrolle su vida, siempre estarán terminarán juntos y empezaran otra vida.

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18.07.2024

Espero les haya gustado.
Les agradezco mucho por regalarme un poco de su tiempo, su apoyo y sus comentarios.

Un abrazo, Gali.

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