Día 31 | Tulipanes purpuras

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Puedes acompañar el escrito con la siguiente canción:

🎵「https://www.youtube.com/watch?v=yOcaAwzDxXg」

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Sakura Uchiha estaba terminando una jornada laboral particularmente agotadora en el hospital cuando una enfermera se acercó a ella con una sonrisa en el rostro.

—Doctora Uchiha, esto llegó para usted —dijo, entregándole un hermoso ramo de tulipanes morados.

Sakura frunció el ceño, sorprendida por el inesperado regalo.

—Gracias, Noriko —dijo, aceptando las flores y examinándolas detenidamente.

Los tulipanes eran perfectos, sus pétalos suaves y de un tono púrpura profundo que irradiaba elegancia y sofisticación. A pesar del agotamiento, no pudo evitar sonreír. No recordaba la última vez que alguien le había regalado flores. Pero ¿quién podría haber sido el remitente?

Al llegar a casa, aún intrigada por el misterio del ramo, Sakura fue recibida por su hija, Sarada.

—¡Mamá! —exclamó Sarada, corriendo a abrazarla—. ¿Qué traes ahí?

—Hola, cariño. Alguien me envió estos tulipanes morados al hospital. No sé quién pudo haber sido.

Sarada sonrió, observando con admiración las flores.

—Son hermosos. ¿Podría ser papá? —Se aventuró a concluir.

—No he tenido la oportunidad de preguntarle, no tenía ninguna tarjeta ¿Dónde está tu padre?

—Está en la sala, trabajando en algo —le comentó, feliz que su papá hubiera leído el mensaje que le mandó.

Sakura asintió y se dirigió hacia la sala, con Sarada siguiéndola de cerca. Al entrar, vio a Sasuke sentado en el sofá, revisando unos documentos con una expresión seria.

—Sasuke-kun, mira lo que me llegó hoy al hospital —dijo, levantando los tulipanes para que él los viera.

Sasuke levantó la vista y su mirada se endureció al ver las flores.

—¿Quién te las envió? —preguntó con un tono que denotaba una mezcla de curiosidad y desagrado, y las esperanzas de Sarada se desinflaron cual globo.

—¿No fuiste tú? —respondió Sakura un poco decepcionada—. Pensé que tú me las habías enviado.

Sasuke se levantó y se acercó a ella, examinando el ramo con una ceja arqueada.

—Tulipanes morados, ¿eh? —dijo con un tono ligeramente sarcástico—. ¿Sabes lo que significan?

—Representan elegancia y admiración —respondió Sakura, sonriendo—. Me parecen muy bonitos.

Sasuke cruzó los brazos y frunció el ceño.

—¿Admiración de quién?

Antes de que Sakura pudiera responder, Sarada intervino.

—Papá, mamá no sabe quién se los envió.

Sasuke miró a su hija con una mezcla de sorpresa y diversión.

—No estoy celoso —murmuró, pero sus ojos decían lo contrario.

La conversación se desvió hacia otros temas, pero Sakura no pudo evitar notar cómo Sasuke lanzaba miradas furtivas hacia el ramo de tulipanes durante toda la cena. Sarada le mandó un mensaje a su papá y le insistió que lo revisará, pero ni así lo hizo.

Esa noche, después de acostar a Sarada, Sakura se dirigió a su habitación. Encontró a Sasuke sentado en la cama, aún inmerso en sus pensamientos.

—¿Aún piensas en los tulipanes? —preguntó ella, sentándose a su lado.

—Es solo que... —Sasuke buscó las palabras adecuadas—. No me gusta la idea de que alguien más te admire.

Sakura sonrió y tomó su mano.

—Sasuke-kun, no tienes de qué preocuparte. Tú eres el único para mí.

Él suspiró, pero no pudo evitar una sonrisa pequeña al escuchar sus palabras.

A la mañana siguiente, mientras Sasuke se preparaba para salir, Sarada se acercó a él con una mirada traviesa.

—Papá, ¿puedo hablar contigo?

—Claro, Sarada. ¿Qué sucede?

—Sobre los tulipanes que recibió mamá... —Sarada hizo una pausa, mordiéndose el labio inferior—. En realidad, fui yo quien los envió. Le quise avisar a papá, pero nunca leyó el mensaje.

Sasuke la miró, sorprendido.

—¿Tú?

—Sí, quería darle una sorpresa a mamá de tu parte. Leí que los tulipanes morados simbolizan la elegancia y la admiración, y pensé que le encantarían. No quería causarte problemas, papá.

Sasuke suspiró, sintiéndose tonto por sus celos infundados.

—Está bien, Sarada. Fue un bonito gesto. Pero ¿puedo pedirte un favor?

—Claro, papá. ¿Qué necesitas?

—Ayúdame a elegir unas flores para tu madre. Quiero regalarle algo especial.

Sarada sonrió ampliamente.

—¡Tulipanes rojos! Simbolizan el amor apasionado. Mamá los amará.

Más tarde ese día, mientras Sakura trabajaba en el hospital, recibió otro ramo de tulipanes, esta vez de un vibrante color rojo. Al verlos, su corazón dio un vuelco. Había una tarjeta adjunta, escrita con la letra firme de Sasuke.

"Para mi querida Sakura, con todo mi amor. - Sasuke"

Sakura sonrió, sintiendo una cálida oleada de amor y gratitud. No podía esperar a llegar a casa y agradecerle en persona.

Esa noche, al llegar a casa, encontró a Sasuke en la cocina, preparando la cena con Sarada.

—Sasuke-kun, gracias por los tulipanes rojos. Son preciosos —dijo, acercándose a él y envolviéndolo en un abrazo.

—Me alegra que te hayan gustado —respondió Sasuke, sonriendo levemente—. Sarada me ayudó a elegirlos. Esta vez los tulipanes rojos eran mejor opción.

Sakura se volvió hacia su hija, que estaba sonriendo de oreja a oreja.

—Gracias, Sarada. Eres una niña muy dulce.

—Solo quería que fueras feliz, mamá.

—Lo soy, cariño. Mucho.

Esa noche, después de acostar a Sarada, Sakura y Sasuke se sentaron juntos en el sofá, disfrutando de un momento de paz.

—Sabes, Sasuke-kun —dijo Sakura, apoyando su cabeza en su hombro—. No necesitas preocuparte por quién me admira o no; aunque en este caso resultó ser tu hija. Tú siempre serás al h0mbr3 que amo.

—¿Te lo dijo, Sarada?

—Sí, me lo confesó. Dijo que no quería que entre nosotros hubiera diferencias, pero echaste a perder su plan. No leíste tu mensaje a tiempo.

Sasuke la abrazó con fuerza, sintiendo una ola de alivio y felicidad.

—Sí, creo que lo arruine, pero tienes que saber tú siempre serás mi todo, Sakura.

—Lo sé, Sasuke, lo sé —habló con mucha dulzura y con una sonrisa, Sakura se acurrucó más cerca de él, disfrutando del calor de su amor verdadero, sabiendo que, a pesar de las confusiones y celos ocasionales, siempre se tendrían el uno al otro.

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31.07.2024

Espero les haya gustado.
Les agradezco mucho por regalarme un poco de su tiempo, su apoyo y sus comentarios.

Un abrazo, Gali.

Mes SasuSaku 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora