Día 16 | Mitología

201 15 0
                                    


Puedes acompañar el escrito con la siguiente canción:

🎵「https://www.youtube.com/watch?v=OB5tEh_qzZw」

0:58 ━━❍─────── 3:35

-

Un lugar donde los inmortales caminaban entre los mortales y la magia formaba parte de sus vidas, existía una ciudad conocida como, la Ciudad de los Dioses. Un lugar lleno de secretos y donde los templos estaban destinados a llegar hasta el cielo. Sakura Haruno, una joven curandera con habilidades mágicas había sido convocada para servir en el Templo de Tsukuyomi, la diosa de la luna. Conocida por su compasión y destreza en la medicina. Sakura decidió asistir. Poco después de su llegada, se encontró con Sasuke Uchiha, un guerrero solitario con muchos secretos ayudaba como guardián del templo.

—Sakura —musitó Sasuke cuando la miró, sus ojos oscuros examinándola con interés —Necesitan a alguien con tus habilidades. Siéntete bienvenida.

—Gracias —respondió ella con una sonrisa, sintiendo algo de nostalgia y respeto por este guerrero solitario. —Haré todo lo posible para ser de ayuda —prometió

Los días transcurrían, Sakura y Sasuke se encontraron trabajando juntos. Sakura estaba fascinada por la historia del templo y la leyenda de Izanagi e Izanami, los dioses creadores de la mitología. Una noche, mientras caminaban por el jardín del templo bajo la luz de la luna, Sasuke decidió compartir la historia con ella.

—Izanagi e Izanami fueron los primeros dioses —comenzó Sasuke, su voz calmada y profunda—. Juntos, crearon las islas de Japón y muchos otros dioses. Sin embargo, su amor fue trágico. Izanami dejó de vivir dando a luz al dios del fuego, Kagutsuchi, y descendió al Yomi, el inframundo.

Sakura escuchaba atentamente, su corazón latiendo con la intensidad de la historia. —Izanagi, devastado por la pérdida, decidió descender al Yomi para recuperar a su amada —continuó Sasuke—. Pero al encontrarla, descubrió que había comido la comida de los muertos y no podía regresar al mundo de los vivos.

—¿Qué hizo Izanagi entonces? —preguntó Sakura, con una capa de tristeza y el amor de la historia.

—Izanagi intentó escapar con Izanami, pero ella lo persiguió con furia, sintiéndose traicionada —explicó Sasuke—. Finalmente, Izanagi selló la entrada al inframundo con una roca enorme, separándose para siempre de su amada. Desde entonces, Izanami se convirtió en la diosa de la muerte, y Izanagi en el dios de la vida.

El tiempo seguía pasando y; Sakura y Sasuke trabajaban juntos, la conexión entre ellos se profundizaba. Sakura veía en Sasuke una lucha interna similar a la de Izanagi: un deseo de redención y un amor reprimido por su trágico pasado. Sasuke, por su parte, encontraba en Sakura una luz que iluminaba su camino, recordándole que la vida aún podía ofrecerle belleza y esperanza.

Un día, mientras exploraban una antigua cueva cerca del templo, descubrieron un portal olvidado al inframundo. La entrada, cubierta de enredaderas y sellada con runas antiguas, parecía llamar a Sasuke de una manera inquietante.

—Sakura, esto no es una coincidencia —dijo Sasuke—. Tengo que ir. Hay algo que debo enfrentar y me está llamando.

—Entonces, no irás solo —respondió Sakura con firmeza—. Te acompañaré, Sasuke. No permitiré que te enfrentes a esto sin ayuda.

Juntos, cruzaron el umbral y descendieron al inframundo.

El inframundo era un lugar sombrío y frío, donde las sombras susurraban y los espíritus vagaban inquietos. A medida que se adentraban más, Sakura y Sasuke se enfrentaron a numerosos desafíos y visiones de su pasado.

Finalmente, llegaron a una vasta caverna iluminada por un lago de fuego. En el centro, sobre un trono de sombras, se encontraba Izanami, la diosa de la muerte, cuyo rostro reflejaba tanto belleza como tristeza infinita.

—Izanami —dijo Sasuke, inclinándose respetuosamente—. Hemos venido en busca de respuestas y redención.

Izanami los miró con ojos antiguos y sabios. —El amor verdadero nunca muere —dijo ella suavemente—. Pero para encontrar la paz, deben enfrentar sus propios miedos y aceptar su destino.

Con la bendición de Izanami, Sasuke y Sakura lograron superar sus miedos internos. Al regresar al mundo de los vivos, ambos sintieron un cambio profundo en sus corazones. Sasuke, liberado de su carga de culpa y dolor, encontró en Sakura una razón para vivir y amar.

—Sakura —dijo Sasuke, tomando su mano mientras caminaban de regreso al templo—. Gracias por estar a mi lado. Contigo, siento que puedo enfrentar cualquier cosa.

—Siempre estaré contigo, Sasuke —respondió Sakura con una sonrisa radiante—. Juntos, podemos superar cualquier oscuridad.

Bajo la luz de la luna y los cerezos en flor, Sasuke y Sakura encontraron un amor tan eterno y fuerte como el de Izanagi e Izanami, pero con la esperanza de un futuro lleno de luz y felicidad. En la Ciudad de los Dioses, su amor floreció, convirtiéndose en una leyenda que resonaría a través del tiempo.

*°*°*

18.07.2024

Espero les haya gustado.
Les agradezco mucho por regalarme un poco de su tiempo, su apoyo y sus comentarios.

Un abrazo, Gali.

Mes SasuSaku 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora