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Catalina:

Desperté sintiendo el lado de la cama de Antonio frió, lo busqué por la habitación pero no lo encontré; salí a la sala cuando vi un ramo de lilis y una nota con su letra.

Mi vida tuve que salir de emergencia a arreglar algo con la disquera, te veías tan bonita dormida que no quise despertarte; vuelvo en unas horas. Te amo

Suspire y de pronto me entró un sentimiento de soledad; no podía ser posible que con verlo un solo día me haya acostumbrado a él.

En la noche al terminar de hacer el amor nos quedamos abrazados en la cama; hablamos del problema de Ciudad de México y prometió no volver a gritarme ni a desconfiar de mi. Y yo le creí. Respecto a las drogas se que ha ido mejorando, el mismo me confeso que todavía de vez en cuando se fumaba un gallo; pero que cocaína ya no.

Estuve adelantando mi tarea todo el día esperando a Antonio, volvió a eso de las 2pm y al verlo cruzar la puerta corrí a sus brazos.

-si sigues recibiéndome así voy a comprarte una casa para que vivamos juntos y todos los días verte- dijo sobre mis labios, yo reí y lo bese.

-si compramos una casa tiene que tener muchas plantitas- conteste feliz sintiendo como rodeaba mi cintura con sus grandes manos, el ladeo la cabeza y sonrió.

-¿que más quieres?- respondió mirándome a los ojos, yo me mordí el labio pensando.

-quiero un pasillo para colgar obras de arte que escojamos juntos, un estudio de pintura con una ventana para que yo pueda pintar y a lado tú estudio de música- dije sonriendo, él tomó mi rostro en sus manos y acarició mi mejilla viéndome con amor.

-¿algo más mi amor?- preguntó todavía con sus ojos en mi, yo fingí pensar y asentí emocionada.

-quiero una alberca enorme en el patio para jugar y quiero un comedor con muchas sillas para llenarla en navidad con nuestra familia- dije pasando mis manos por sus hombros y rozando nuestras narices, al asintió y me beso.

-la casa tendrá que tener muchos cuartos para llenarla de niños- contesto con un brillo peculiar en sus ojos, yo reí y lo tome del cuello para volver a besarlo, el acarició mi cintura y me acercó más a él.

-¿cuántos niños?- pregunté viéndolo sonreír.

- un mini equipo de futbol, todos los que tú quieras mi amor- respondió escondiendo su cara en mi cuello, yo lo miré con ternura y dejé un beso en su frente.

-bueno pero para eso falta mucho Toñito, sin anillo no hay niños- conteste emocionada e ilusionada; se que no debería hacerme ilusiones con mi primer novio y hay muchas cosas en nuestra contra pero por la mirada que me daba Antonio sabía que él también anhelaba un futuro juntos.

-conste ehh, ahora te vas a tener que casar conmigo- respondió sonriendo dándome un beso tierno. Yo sonreí como niña pequeña.

-¿me estás proponiendo matrimonio?- dije divertida, el rio y me cargo al estilo nupcial hasta mi cama.

-¿quieres que te proponga matrimonio?- pregunto colocándose encima de mi, iba a contestar cuando nos interrumpió el sonido de la puerta, Antonio maldito por lo bajo y se levantó para ir a abrir la puerta.

-¿que chingados haces tú aquí?- dijo Toño enojado, yo salí del cuarto a ver quien estaba en la puerta y rodeé los ojos divertida.

-hola a ti también Junior, ¿que yo como estoy? Muy bien gracias por preguntar- contesto sarcástico Elias, nunca entenderé por que no se llevaban bien.

-a ver niños cálmense ya- hablé haciendo que ambos chicos me voltearan a ver, se señalaron al mismo tiempo acusándose mutuamente y yo reí por lo bajo.

LUNA- Junior H Donde viven las historias. Descúbrelo ahora