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Desperté cuando sentí un almohadón en mi cara, cuando abrí los ojos escuché la voz de Emi reírse y salir corriendo, revisé mi celular y apenas eran las 7am, bufé y sin ganas me levanté de la cama.

Cuando fui a la cocina Emiliano ya estaba ahí cambiado y bañado, parece que este niño no duerme.

-¿acaso tú no duermes?- le pregunté mientras tomaba un vaso de agua.

-traigo el horario todo volteado, no puedo dormir, así que vete a arreglar y luego llévame a desayunar esclava- contesto Emi mientras me empujaba a mi cuarto y cerraba la puerta.

Decidí hacerle caso a ese mocoso de 16 años y me metí a bañar, después de alistarme en tiempo récord salimos de mi departamento y comencé a manejar a un restaurante que le encanta a mi hermano.

Al llegar vimos que había 2 guardias en la entrada, seguramente había un político así que no le di importancia; estuve platicando sobre lo que yo había hecho mientras Emiliano estaba en Suiza hasta que mi hermano se queda callado y salió corriendo hacia una mesa.

-¿y a este que le pico ahora?- pregunté para mi misma mientras me levantaba para ir en dirección a donde Emi salió corriendo.

Cuando encontré a mi hermano vi que estaba prácticamente encima de una mesa con un chico que me parecía muy familiar, cuando Emi me vio me jalo a la mesa del extraño y antes de que pudiera hacer algo el chico hablo.

-nos volvemos a encontrar, ¿será coincidencia o simplemente eres el amor de mi vida?- pregunto el extraño mientras se levantaba a saludarme... ¡ya lo recuerdo! El es el tal Gabito.

-¡Gabito! ¿Si te llamas así verdad?- pregunté respondiendo el abrazo.

El tal Gabito estaba por contestar cuando mi hermano salió de su shock y preguntó.

-Catalina, ¿de donde chingados conoces a mi héroe?-  pregunto mi hermano indignado, Gabito y yo empezamos a reír y el contesto por mi.

-¿es tu hermana?- pregunto Gabito a lo que Emi asintió con la cabeza. -pues aquí tu hermosa hermana me rechazó en una fiesta- mi hermano me volteo a ver indignado y Gabito y yo no podíamos parar de reír.

-yo no te rechace, me sentí muy mal y me tuve que ir- dije sonriendo para defenderme.

-excusas, ni siquiera me dejaste pedirte tu número- contesto con una sonrisa, estaba apunto de hablar cuando mi hermano me interrumpió.

-yo te paso el número de esta tonta, discúlpala, es medio especial si sabes a lo que me refiero- respondió mi hermano por mi, me arrebató mi celular y se lo dio a Gabito, el apunto su número y nos invitó a sentarnos con el, parecía que Emi iba a entrar en un estado de coma de lo feliz que estaba.

Me senté a lado de Gabito y nos empezó a contar de su gira, su carrera, y de su vida; yo honestamente no tenía ni idea de sus canciones o trayectoria pero me pareció tierno lo atento y amable que estuvo con mi hermano, pues el si estaba de intenso preguntándole cualquier tontería que se le ocurriera.

- a ver si entendí Cata, ¿en serio no sabes como trapear?- pregunto muerto de la risa Gabito, digamos que mi querido hermano me estaba ventilando, lo que él no se esperaba era que no me iba a quedar callada.

-por lo menos yo si se lavar carros, una vez que mi papá le pidió que lavara una camioneta le hecho cloro y jabón de manos y se quedó esperando a que se limpiara solo- comenté también riendo, mi hermano se nos quedó viendo feo y se fue al baño, no se en que momento entre tanto en confianza con Gabito, pero sentía que le podía contar mis más grandes tragedias y el se reiría.

- te seré muy honesto, cuando te vi en el antro te me hiciste muy bonita, pero ahora que conozco a la verdadera Cata ya no te veo igual, ¡jamás voy a superar que creyeras que peso pluma era una marca de almohadas!- me dijo riendo, me alegraba saber que me veía como una amiga, la estaba pasando muy bien con el.

-bueno ahora que nos estamos confesando, jamás podría verte igual después de saber que casi quemas tu casa al intentar calentar aceite, digo, yo no se trapear, pero tú no sabes sobrevivir- le respondí muriendo de la risa, cuando volvió mi hermano platicamos un rato más antes de que Gabito se tuviera que ir, le llamaron de la disquera diciéndole que tenía que empacar pues tenía que volver a Los Ángeles.

-Cata déjame pagar, en serio no me voy a ir sin que me dejes a mi pagar y si no llego a Los Ángeles te voy a echar la culpa- me dijo como por tercera vez Gabito antes de que aceptara que el pagara, se despidió de nosotros dejando un beso en mi cabeza y revolviendo el cabello de Emi prometiendo que me avisaría cuando volviera para salir los tres.

-eso estuvo ¡increíble! ¡No puedo creer que me hiciera amigo de Gabito Ballesteros!- comentó mi sonriente hermano, todo el camino al centro comercial se la paso diciendo lo increíble que era Gabito y lo amable que fue con nosotros.

-bueno Emi, papá me dio uso ilimitado de su tarjeta, primero voy a comprar ropa, unos tacones, unas bolsas y después te llevo a la tienda de deportes, ¿me vas a querer acompañar o vas a estar como niño triste abandonado esperando en los restaurantes? Si me acompañas te compro los tenis que tanto quieres- le dije intentando convencerlo de que me acompañara, obviamente no quería que mi hermano estuviera ahí mientras compraba pues se impacientaba y me apuraba, pero necesitaba que alguien cargara las bolsas, así que es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer.

-¡se que no soy el bonito, soy un niño triste, rockstar, soy maldito!- canto antes de correr a mi tienda favorita, jamás lograre entender a este niño.

Después de algunas horas de comprar y súplicas de parte de Emiliano volvimos al departamento a dejar lo que compré y que el guardara sus cosas en sus mochilas, mis papás no regresaban dentro de 5 días pero yo necesitaba que Emi al menos desempacara sus cosas en la casa familiar puesto que yo no iba a estar en mi departamento por dos días, iba a ir con Camila a ayudarla a mudarse y no quería que mi hermano estuviera solo en mi departamento, al menos en la casa estaba nuestra nana doña Lety, y el chofer.

Decidí yo ir a dejar a Emi a la casa familiar, aproveche para recoger unas cosas que se me habían olvidado y saludar a mi nana, al principio me sentí culpable por abandonar a mi hermano tomando en cuenta que acaba de regresar, pero me confesó que quería hacer una fiesta de bienvenida con sus amigos así que después de amenazarlo me fui en camino al nuevo departamento de Cami.




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