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Me desperté con una mano en la cara, voltee a mi lado y estaba Camila dormida como estrella de mar, quite suavemente su mano de mi boca y fui al baño a lavarme la cara, no recordaba nada de lo que había pasado ayer y eso que no había tomado tanto.

Me metí a bañar y cuando salí Cami seguía dormida, pedí comida pues ya eran las 2pm a domicilio y me puse a ordenar el desastre que dejé ayer, cuando llego la comida levante a Cami y empezamos a comer mientras veíamos una película.

-Cata, ¿recuerdas lo que pasó ayer con Santiago?- pregunto de la nada Camila, yo dejé mi comida y la miré confundida, no recordaba nada desde que me enviaron una botella de champagne.

-no Cami, ¿por que preguntas? No me digas que nos besamos- pregunté nerviosa, es verdad que me gusta Santiago, pero no suelo ser de las personas que se besan a niños en las fiestas y no me gustaría que mi primer beso con Santiago hubiera sido borracha.

-Gracias a Dios no, Cata yo te quiero mucho y también quiero a Santiago, pero se porto agresivo contigo otra vez, se que no lo recuerdas pero en una fiesta pasada también empezó a jalarte de la muñeca para obligarte a que te fueras con el; lo bueno es que Elias estuvo ahí para alejarte de Santiago y llevarte a tu casa, nena yo no siempre voy a estar para controlar a Santiago, ni siquiera debería de controlarlo; es tu vida y tú decides que haces con ella pero como tú mejor amiga te pido que te deje de gustar mi primo, además el chico de ayer no estaba nada mal- me dijo mientras me acariciaba la mano.

Es verdad que la gente me había dicho que Santiago cuando toma se suele poner violento, pero nunca había hecho caso puesto que nunca se había portado mal conmigo, pero entiendo a Camila y se que solo me quiere proteger, aunque no puede dejarme de gustar alguien que me lleva gustando desde los 16 años de la nada.

-tienes razón, pero Cami, ¿que chico de ayer? ¿El que me mando la champagne? No recuerdo haber hablado con el- dije mientras volvía a comer, la verdad es que no recuerdo la mitad de la noche así que no se de quien más podría estar hablando.

-no boba, el chico al que le tiraste la botella encima y te dijo niña fresa, no se como se llama pero tenía un tatuaje raro en el cuello, ¿es enserio que no te acuerdas? Ayer cuando nos traía Elias no parabas de decir lo sexy que era ese tatuaje- me contesto mientras me codeaba, mierda, en serio no recuerdo nada de eso.

- Camila González a mi nunca me gustaría un tatuado, mejor ponte a comer o no te hago brownies- dije mientras le lanzaba una almohada, no es por nada pero los brownies me quedan deliciosos.

Estuvimos platicando toda la tarde hasta que Camila se tuvo que ir puesto que tenía que ir a cenar con sus papas, yo me resigne a terminar de recoger mi cuarto cuando me entró una videollamada de mi papá.

-hola princesa, ¿como estás mi vida?- hablo mi papá desde lo que parecía una cafetería.

-hola papi, ayer terminé exámenes y estoy muy cansada, mañana vamos a ir a desayunar con mamá y Emiliano verdad?- pregunté emocionada, hace mucho no veía a mi hermano menor por que se fue a un internado en suiza, al mismo al que yo me fui cuando tenía su edad, además no veía a mis papas en semanas por que se la pasaban trabajando.

-de eso te quería hablar princesa, tu mamá y yo tuvimos que venir de emergencia a Luxemburgo, tú hermano ya está en camino a México, llega hoy en la noche, va a ir el chofer por el y lo va a llevar a la casa, mañana vayan a desayunar los dos, nos mandan fotos, los amamos corazón- me dijo antes de decirle algo al mesero. Suspire, ¿por que no me lo imaginaba?

-no te preocupes papá, por cierto, mañana voy a ir de compras con tu tarjeta y posiblemente le compre cosas a Emi también, diviértanse- dije desanimada, mi manera de "vengarme" de mis papás por nunca estar presentes era gastar dinero, aunque tampoco es que eso cambiara el hecho de que jamás estuvieran presentes en mi vida.

-si princesa, me tengo que ir, ¡te amo!- y antes de que pudiera decir algo colgó; no me quedo de otra que poner una película y cenar sola nuevamente.

Cuando entre a la universidad mis papás me compraron un departamento aunque la escuela estuviera en el mismo estado, al principio tenía miedo de sentirme sola pero a los dos días me di cuenta que era exactamente lo mismo que estar en mi casa familiar, de todas maneras estaba sola.

A eso de las 11pm decidí llamarle a mi hermano para ponernos de acuerdo, se supone que debería de estar aterrizando.

-¡Emi! Ya llegaste a Mexico? Por que no le dices al chofer que te lleve a mi departamento, de todas maneras mamá y papá están en Luxemburgo y no van a ir a desayunar con nosotros mañana- dije en cuanto contesto, aunque mis padres nunca estuvieran siempre tenia a Emi para mi, es menor que yo solo por 2 años, por lo cual somos bastante cercanos.

- ¡tonta! Ya te extrañaba, la verdad ya me lo imaginaba, yo le digo al chofer que me lleve para allá, además aprovechamos y te doy tus regalos- me dijo feliz, asentí aunque no pudiera verme y colgué; empecé a arreglar el cuarto de visitas para mi hermano y a hacerle brownies, a eso de la 1am oí la puerta y salí corriendo a abrazar a Emiliano, estaba más alto y tenía tres pelos de barba de los cuales estaba muy orgulloso.

-¿como te fue allá? Te extrañe muchísimo, no te vuelvas a ir, ¡cuéntamelo todo!- exclamé cuando después de que me pellizcara lo soltara del abrazo, dejo sus miles de maletas en la entrada y se tiro al sillón.

- para ser honesto me gusto, todo el mundo me preguntó por ti y como te iba en la universidad, aunque yo les dije la verdad, que solo pasas por que Elias te pasa todo- dijo riendo mi hermano, le lance una almohada y empezó a sacar unas bolsas de una mochila.

-a mi no me engañas, te intentaste escapar como 5 veces, e incluso rompiste la ventana de tu cuarto en invierno para enfermarte a propósito y que te enviaran de regreso, me dijo Vjørn- Vjørn fue el roomie de mi hermano, lo cual fue una gran coincidencia puesto que yo fui roomie de su hermana.

-metiche- susurró Emi mientras terminaba de sacar muchas bolsas de su mochila

-¿que es todo esto Emiliano Garza? ¿Ya te hiciste traficante de bolsas?- dije riendo mientras abría una bolsa, morí de ternura al ver que era un álbum de fotos de mi hermano con fotos nuestras y una cámara profesional; solo el sabía lo mucho que me encanta la fotografía.

-que más quisiera, pero no tonta, son tus regalos, la cámara la compre en parís cerca del rio Sena- me dijo mientras sacaba el resto de regalos, si que había extrañado a este niño.

Emocionado se puso a contarme todas sus aventuras hasta que me contó qué Vjørn le había dicho que se estaban haciendo tendencia aquí en México un tipo de música llamada "corridos tumbados"; mi hermano se puso a investigar que era y termino volviéndose fan número uno de un cantante llamado Junior H.

Siguió contándome de los corridos y quienes eran los artistas principales hasta que nombró a un tal Gabito Ballesteros, de algún lado me sonaba ese nombre, pero no le di importancia.

Ya eran casi las 2am cuando mande a Emi a dormir, estaba exhausta y eso que no había hecho nada; me estaba quedando dormida pero en dos semanas cumple años Emiliano así que me metí a internet a buscar a ese tal junior h, cuando lo vi se me hizo bastante familiar, además que su tatuaje del cuello me pareció increíblemente sexy aunque jamás lo aceptaría en voz alta.

Investigue si iba a tener un concierto próximo el tal junior y me lleve la sorpresa que en una semana iba a dar un concierto aquí mismo, compré dos boletos para el vip y escribí en mis pendientes preguntarle a mis amigos si alguien me podía pasar a backstage, puesto que al parecer mi hermano está obsesionado con ese cantante.

Cuando tuve los boletos asegurados me quede dormida pensando de donde podía conocer al tal junior h...




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LUNA- Junior H Donde viven las historias. Descúbrelo ahora