CAPITULO 21

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Luego volvió y salimos del salón, pensé que iríamos al coche Pero me llevó en dirección a las escaleras y subimos, llegamos hasta una habitación al final del corredor, abrió la puerta y me hizo entrar.
- No quiero que otro hombre te miré, te toqué, te besé como lo hago yo, tampoco deseó que mires más allá de mí, porque solo te quiero para mí, eres mía. - dijo tomando mi rostro con sus manos y uniendo sus labios a los míos en un beso apasionado, hambriento, devorador que gustosa lo recibí porque lo anhelaba, necesitaba sentirlo.
- Yo soy tuya, solo tuya. - dije cuando nos separamos por falta de aire - no quiero separarme de tí. - volvió a besarme, y me llevó hacia la cama, me acostó en ella y se puso sobre mí, con su mano empezó a levantar mi vestido y acariciaba mi pierna lentamente mientras su boca se deslizaba hasta mi cuello haciendome estremecer, lo deseaba, necesitaba y extrañaba tanto. - Prométeme que no vas a separarme de tu lado, que todo volverá a la normalidad, te necesitó. - le dije y paró, de pronto se puso de pie.
- Que pasá? - pregunté pues no sabía que había pasado, entonces encendió la luz.
- Se lo que tratas de hacer, pero no caeré en este juego. - me senté en la cama.
- No es un juego, de verdad no quiero alejarme de tu lado. Porque no simplemente olvidamos lo que pasó. - dije con la esperanza de hacerlo cambiar de opinión.
- Porque yo no quiero que me necesites o que te quedes a mí lado porque te brindo seguridad, no, yo deseó que me ames y esa sea la razón por la que permanezcas junto a mí y hace unos días no tenías claros tus sentimientos, algo cambió ahora? Dime? - me miró fijamente su mirada era sería.
- Era algo que no sabía cómo explicar, no pude responder porque todo esto era nuevo para mí, no sabía si todo lo que sentía por tí era amor; Pero cuando hablé con Madame me aclaró...- no terminé de hablar por qué me interrumpió.
- Madame? Volviste a ese Maldito Lugar!!!- gritó muy molestó, esto no iba a mejorar pensé.
- Si, es que necesitaba hablar con ella. - dije un poco nerviosa.
- Cuando hablastes con ella? - se tocó la cien con sus dedos y supe que estaba tratando de controlarse.
- Hoy, después que te fuistes a trabajar. - dije un poco nerviosa.
- Fuistes a ese lugar, y no me informaste?
- Es que se me ocurrió después de que te fuistes; pero si iba a decírtelo.
- Y cuando según tú? Sí no se te hubiera escapado, no me habría enterado seguramente. - dijo mirándome con él ceño fruncido.
- No es así lo que pasa es que no hemos tenido oportunidad de platicar has estado ocupado con las personas o me evitas cada vez que quiero hablar contigo, la verdad es que no te hubieras acercado a mí sino fuera por lo de Angelo.
- Nuevamente soy el culpable, grandioso. Te dije que no quería que volvieras a pisar ese maldito lugar Pero no me hicistes caso, tendré que hablar seriamente con Mike y Anton por no informarme.
- Ellos no tienen la culpa, yo les dije que te lo diría además no hice nada malo, necesitaba hablar con alguien porque quería un consejo para arreglar las cosas entre los dos, ya no tengo a mi madre que es a la que podría pedirle un consejo y madame es lo mas cercano que tengo a una. - dije con la voz quebrada.
- Dejemos las cosas así, esto no nos va a llevar a nada es mejor que volvamos al departamento. - solamente Asentí, salimos de la recámara y nos dirigimos al auto, subimos y arrancó poniéndose en marcha.

La verdad pensé que la noche acabaría distinta, que íbamos a reconciliarnos y quedaría todo atrás, pero lo único que hago es una estupidez tras otra. Debí decirle antes que iría a ver a madame pero hice todo al revés y todo acabó mal porque lo hice enojar más, las lágrimas caían por mis mejillas y yo trataba de limpiarla rápidamente con el dorso de mi mano.

En el camino ninguno de los dos dijo nada, y la verdad ya no quería hablar porque cada vez que lo hacía empeoraba todo, así que cuando llegamos al departamento subí directamente a mi habitación; no quería nada más solo tomar una ducha rápida y dormir.

Me despoje de mi ropa y me metí a la ducha fue relajante sentir el agua recorrer mi piel, después de unos minutos salí y me coloqué mis bragas, shorts de algodón y mi camisa de tirantes, todo era un desastre y solo quería olvidarlo durmiendo.
Estaba lista para entrar a la cama, cuando oí que tocaron la puerta.

- Isabel - era Alexander - sal, vamos a cenar.
- No tengo hambre, gracias. - y la verdad no tenía.
- Debes alimentarte bien, no cenamos en casa de mis padres, así que abre y baja conmigo a cenar. - dijo con vos autoritaria.
- Ya te dije que no tengo apetito solo quiero dormir.
- Quieres que te oblige a salir de ahí? Porque lo haré si no abres la puerta. - en contra de mi voluntad, abrir la puerta y salí. lo miré el ya estaba en pijama también. 
- Dijistes que nunca me obligarias a hacer nada en contra de mi voluntad, Pero no me extraña que no cumplas lo que prometes.
- No uses ese método conmigo que no funcionará, sabes que es por tú bien así que vamos cocinare para tí - a regañadientes baje con él, no quería tenerlo cerca porque sentía mi corazón acongojarse.

Empezó a cocinar y después de un rato estaba lista la cena, se miraba delicioso Pero estaba sin apetito así que prácticamente estaba esforzándome para comer.

- Mañana saldré de viaje, serán tres días iré a ver como va la obra tengo que supervisarla así que no puedo negarme. - se irá por tres días, lo extrañaría tanto.
- Está bien. - me límite a decir aunque quería decirle tantas cosas.
- Prométeme que te vas a cuidar, no puedes descuidar tu alimentación. Además de que debes de asistir a las clases de baile no has ido en toda la semana, piensas que no me doy cuenta?
- No quiero ir, no tengo ganas ni animos para salir.
- Pero para ir a ver a madame si tuviste ánimos. - dijo irónicamente y eso fue la gota que derramó el vaso.
- Lo hice porque tenía un propósito importante pero sino lo entiendes es tu problema, ya estoy harta de tus reclamos que te vaya bien en tu viaje. - dije y me levanté del comedor y regresé a mi recámara. Estaba cansada por hoy, talvez estos días separados enfríe las cosas y podamos hablar más tranquilamente a su regreso...

Sálvame (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora