CAPITULO 11

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ISABEL

Estoy en el camerino estaba terminando de arreglarme para mí presentación, cuando madame lorette me ordenó no salir a bailar en mi lugar mandó a otras de las chicas, no entiendo el porque? Así que no me queda más que esperar.
- Mejor que no salistes ahí anda César y no anda de muy buen humor pero te advierto que ya pregunto por tí - dijo una de las chicas apenas entró, me estremecí al escuchar sus palabras eso quiere decir que quiere que esté con él está noche. - talvez por eso madame te mandó a decir que no salieras.
- Tú crees? - talvez Alexander tenga que ver en esa orden pensé.
- Creó que sí, porque no encuentro otra explicación, tú eres una de las principales estrellas así que no creó que lo haya hecho por qué sí, quizás ese hombre hermoso tenga algo que ver, no creés? - sé que habla de Alexander, después que se enteraron de que le pagó a madame para que viajará con él todas andan diciendo que tengo suerte al haber atrapado a un hombre con dinero.
- Talvez pero no estoy segura, tendré que esperar haber que me dice madame.

Después de varios minutos la puerta fue abierta y por ella entró César, tuve miedo, no estaba permitido que él entrará aquí y que se atreviera a hacerlo no era nada bueno por lo menos para mí, él me buscaba pero lo peor era que estaba molestó y mucho.

- Hasta que te puedo ver, a sido difícil solicitarte estos días y hoy ni siquiera has salido a bailar, acaso te estás escondiendo de mí? - mi respiración se aceleró y mi corazón palpitaba de forma frenética una vez que lo tuve cerca, tomó mi mentón de forma brusca y me miró fijamente - ya me contaron que otro está acaparandote, que eres su favorita hasta el punto de pagar mucho para llevarte de viaje y eso no me agrada es más estoy muy molestó. - Mi cuerpo estaba temblando en eso sentí una fuerte bofetada que me tiró al suelo.
- La próxima vez que quiera estar contigo le dices a madame que no vas atender a nadie, solo a mí!! - gritó tan fuerte que empecé a llorar de miedo. Y como mandada por el cielo entró por la puerta madame y me alegré tanto.

- Que te pasá? Porque entras aquí? sabes que no tienes permitido pasar a este lugar. - se acercó a mí, me ayudó a levantarme, limpió mis lágrimas y me dijo - vé a la oficina te está esperando - ya sabía a quien se refería y sentí como mi alma volvió a mi cuerpo.
- Como que se va? Con quién? Ella no va a salir de aquí la quiero para mi hoy, me escuchaste o atente a las consecuencias.
- No me amenazes, y el que va a atenerse a las consecuencias eres tú, no debistes haberla tocado, idiota. Haz lo que te ordené Isabel.

Salí lo más rápido que pude escapando lejos de ese hombre, si Alexander no hubiera venido como me lo prometió seguramente César me hubiera matado a golpes.

Llegué a la oficina y ahí estaba él sentado en el gran sofá, se levantó en cuanto me vió y yo corrí hacia él abrazándolo fuerte, era mi lugar seguro, me rodeó con sus brazos y así estuvimos un rato abrazados mientras me tranquilizaba. Me separó un poco de él y levantó mi rostro.

- Que fue lo que pasó? - preguntó frunciendo el ceño y apretando la mandíbula.
- Nada- respondí apartando el rostro, pero él agarro mi mentón firme sin llegar a lastimarme.
- Mírame - levanté la vista hacia él - acaso crees que soy ciego o idiota, está corrido tú maquillaje, lloraste y tienes roja la mejilla, así que me dices que pasó o lo averiguaré por mi cuenta? - habló de forma dura estaba furioso y si no le decía se enojaría más.
- César entró al camerino buscándome estaba molestó muy molestó y me golpeó, si no fuera porque llegó madame no se que más me hubiera hecho.
- Quédate aquí, le enseñaré a respetar lo que no es suyo, eres mi mujer, Mía!!! - habló de manera posesiva - de ahora en adelante te protegeré así que no dejaré que nadie te ponga una mano encima y salga ileso - dijo decidido en salir pero lo detuve.
- No, no vayas madame lo mandó a sacar así que ya no debe de estar. - me miró pero dudaba, sabía que no me creía Pero no quería que César pudiera hacerle algo entonces dije- quédate conmigo, no me dejes sola, sí. - Suspiró y asintió.
- Está bien, no haré nada por ahora, vamos a que te cambies está misma noche te irás conmigo de este lugar para no volver - me miró serio y Asentí no pude ni siquiera hablar estaba anonadada con la notícia no pensé que por fin estaría libre de este lugar que era una prisión para mí.

Estábamos en la habitación, había terminado de cambiarme y desmaquillarme, cuando le dije
- Quiero despedirme de las chicas y madame, puedo?
- Claro que si, vé te estaré esperando en el auto - me dió un cortó besó y salió, me dirigí al camerino a despedirme de las personas que me dieron ánimo y apoyó el tiempo que la pasé aquí.

Entré y ahí estaban me miraron con tristeza así que supe que ya madame les había contado todo. Me acerque y nos dimos un abrazo grupal, si que las extrañaría, lo único que hecharia de menos de este lugar.
- Aprovecha está oportunidad y sé feliz, está bien, hazlo por nosotras, por tí, no mires atrás y sigue de frente, olvídate del pasado y empieza a vivir, ahora puedes escribir tú tu historia - dijo Bianca y me hizo llorar con sus palabras.
- Sí, no desaproveches, ese hombre que está esperándote siente amor por tí creerlo y no lo dudes, las acciones valen más que las palabras y lo que él hace por tí, no lo hace cualquiera, y eso mi niña se llama amor. - me dijo madame y Asentí feliz porque sabía que ciertamente lo que me decía podría ser así porque quería amar y ser amada y sé que con Alexander podría sentirlo.
- Gracias a todas por estar para mí siempre, las echaré de menos y les prometo que voy a ser feliz de ahora en adelante. - y con eso me despedí, salí del lugar y me subí a la camioneta para escribir una nueva historia en mi vida, una vida junto a Alexander.

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Bueno aquí está otro capítulo como lo prometí, espero le guste y gracias por leer y votar.

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Saludos y abrazos por mil...🤗🤗🤗

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