CAPITULO 22

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Eran las 6 de la mañana, estaba alistándome para salir rumbo al aeropuerto. Terminé de cerrar mi maleta y me dispuse a salir de la habitación; pasé por la habitación de Isabel quería verla un momento antes de irme, abrí la puerta y entré estaba profundamente dormida, era tan hermosa, me acerqué más a ella y me senté a su lado, aparté un poco de cabello que estaba sobre su rostro y acaricié su mejilla suavemente, contemplandola un momento antes de irme.

- Te amo tanto, que el imaginar que te pueda pasar algo me saca de control. - dije en susurró al recordar que estuvo en ese lugar tan expuesta. Me acerqué a su rostro y besé sus labios, me separé de ella saliendo de ahí; debía de resolver algo antes de irme, no podía estar tranquilo dejándola sola.

Bajé al estacionamiento y subí al coche, Connor estaba listo.
- Primero pasaremos a la residencia de Angelo. - informé.
- Si, señor. - puso el auto en marcha emprendiendo el viaje.

Llegamos al lugar y bajé inmediatamente del auto, Angelo ya estaba esperando en la entrada con cara de pocos amigos por levantarlo tan temprano Pero fue algo que me causó mucha gracia.

- Buenos días, primo, porqué esa cara tan amarga? - dije en tono burlón la verdad la situación me estaba divirtiendo.
- Eres un idiota, como te atreves hacer que me levanté a estas horas? - reí.
- Bueno tengo un viaje de negoció así que dispongo de poco tiempo y tengo un pedido importante que hacerte.- dije en un tono serio.
- Bueno vamos al despacho. - Entramos y fuimos directo, tomamos asiento uno frente al otro- entonces, dime qué es eso tan importante?.
- Quiero que estés al pendiente de Isabel, estaré tres días fuera y eres la persona en quien más confío. - dije pues no sé me ocurre alguien mejor que cuide de ella.
- Con una mujer tan hermosa como ella no deberías confiar tanto en mí. - dijo y lo fulmine con la mirada - es broma, es broma. Entiendo la razón, fue muy imprudente de Isabel volver a ese lugar. - fruncí el ceño.
- Lo sabías? - asintió - ahora resulta que te enteras de todo antes que yo. - digo molestó.
- Es que yo sí la escucho, no como tú que la has estado evitando.
- Veo que Isabel es muy comunicativa contigo ojalá conmigo fuera igual, Pero no; me tengo que dar cuenta de las cosas por tercera persona.
- Ya olvídalo, se equivocó y trato de remediarlo aunque se puso en peligro; pero recuerda que ella no sabe lo de César. - en eso tiene razón.
- Lo sé, pero sabes cómo me pongo cuando me mienten o no tengo el control de las cosas, Isabel es muy importante para mí y quiero protegerla de todo lo que pueda dañarla.
- Vete tranquilo, yo me haré cargo de ella estaré al pendiente de lo que hace o de lo que necesite, está bien?
- Gracias primo, cualquier cosa que pasé llámame, dejó mi vida en tus manos. - dije mirándolo fijamente y es que Isabel es mi todo.
- Claro. - nos levantamos y nos dimos un fuerte abrazo, sé que si puedo confiar en alguien para que vele por Isabel ése es él. Sé que hará lo que sea por protegerla y eso me deja tranquilo.

Nos despedimos y salí hacia el aeropuerto, estos tres días lejos de ella va a ser una eternidad así que estoy pensando seriamente en alejarla de mi lado; creó que dejó de ser una opción viable, no pienso perderla, no, ella es mía.

Isabel

Han pasado dos días desde que Alexander se fué tiempo que lo he extrañado más que nunca, Angelo llamó para avisar que vendría ya que quiere que salgamos a comer fuera. Acepté porque me siento un poco aburrida y salir me haría bien, estaba terminando de vestirme, pantalón jeans azul talle alto me encantaba como se ajustaba a mi cadera, un crop top negro, mis botas, chaqueta de cuero Negro y cabello suelto, me maquille sencilla rimel y un poco de labial color carmín. Bajé a la sala a esperar a Angelo que no fue mucho porque después de unos minutos escuché el teléfono sonar.

- Señorita Isabel, el señor Angelo ya está en la entrada esperándola. - dijo la Sra. Ruiz una vez que se acercó.
- Gracias, regreso más tarde. - me despedí y salí, llegué a la entrada y subí al coche de Angelo.

- Hola preciosa, cómo has estado? - preguntó y se acercó a darme un beso en la mejilla.
- Bien aunque un poco aburrida así que tú invitación me agrado. - le dije sonriendo.
- Me alegra saber que te agrada tenerme cerca, Que quieres comer? A dónde quieres ir? - me quedé pensando.
- Mmmmm, comida china. - pedí ya que desde que la pobre me encantó.
- Eso será entonces.- dijo y el auto se puso en marcha.

Íbamos en la carretera, cuando se escuchó el chirrido de unos neumáticos y el auto freno de repente haciéndonos sacudir, por suerte llevábamos puesto el cinturón de seguridad.

- Que demonios pasá? - gritó Angelo a los dos hombres que iban al frente.
- Un auto señor que iba adelante freno de repente, tiraron un cuerpo del auto y se fueron.
- Pero que diablos? - respondió Angelo, la verdad yo estaba un poco asustada ya que no sabía exactamente que pasaba. En eso miré a los demás escolta moverse alrededor del auto como una defensa - Tyler ve a ver qué sucede lleva a dos hombres mas contigo. Isabel calma, estás bien? - Asentí sin decir palabras.

Luego regreso Tyler, Angelo bajo la ventana del coche.
- Señor es una mujer, está muerta. - le informo a Angelo.
- La reconocistes? - preguntó Angelo.
- Si, señor. - miré como me lanzo una mirada rápida y luego volvió a ver a Angelo. Mi corazón empezó a latir frenético.
- Quien es? - pregunté con algo de miedo a la respuesta.
- Isabel quédate aquí; yo iré a ver, está bien. - se quitó el cinturón y se dispuso a bajar del auto, yo observe cada pasó, llegó hasta el cuerpo, exclamó una maldición y volvió a ver hacia el auto; sospeche que era alguien que yo conocía así que quite el cinturón y bajé, empecé a caminar con dirección a Angelo, él me vió y avanzó hacia mí.

- Isabel regresa al auto, es una orden. - dijo pero yo quería saber quién era la mujer muerta.
- Tú no me das órdenes. - dije con intensión de avanzar más Pero el me detuvo - déjame quiero ver quién es. - dije y como pude logré a partarlo un poco, avance un poco más antes que volviera agarrarme por detrás Pero puede divisar el rostro de la mujer, mi corazón dolió.
- BIANCA!!! - grité con dolor - SUELTAME!! ES BIANCA!! ES BIANCA!!! No puede ser es Bianca, es Bianca. - dije llena de dolor, mi piernas flaquearon y caí de rodillas con Angelo abrazándome fuertemente por detrás, empecé a llorar no podía creer lo que mis ojos miraban Bianca estaba muerta, mi Bianca.

No paraba de llorar, sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho; Angelo me cargó en sus brazos y me llevó hasta el auto, le dió instrucciones a sus hombres y un rato después estábamos volviendo hacia el departamento.
Una vez llegamos hizo la misma acción me cargó en brazos hasta que llegamos a mi habitación, me dejó sobre la cama y yo no paraba de llorar.

- Preparé un té fuerte para Isabel - dijo a la Sra. Ruiz.
- Si señor en un momento regreso. - y salió.
- Mi pequeña Isabel, llora, desahógate, yo estaré aquí contigo. - y eso hice lloré y lloré hasta que no tuve más fuerzas que me quedé dormida.

Mensaje
De: Angelo.
Para: Alexander.
Ocurrió algo terrible, debes volver inmediatamente. Isabel te necesita.

Sálvame (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora