CAPITULO 16

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Había terminado la clase de danza, iba saliendo del salón de baile, cuando escuché mi nombre.
- Isabel!!! Espera. - gritó Stephany corriendo hacía mí - es que quería que fueramos a comer algo sí, vamos así platicamos un poco.
- De acuerdo. - le dije pensando que sería bueno salir con otras personas.
- Vamos a un restaurante que está aquí cerca.
Nos pusimos en marcha, Mike y Anton siempre me estaban cuidando Pero me daban mi espacio cosa que agradecía, así que esperaron en el coche, mientras disfrutaba mi tiempo con Stephany.

En un momento se disculpo para ir al servicio, de pronto se sentó alguien a mi lado.

- Hola Enrique, cómo está? - dije sonriendo en su dirección, mirándolo un poco sorprendida pues no pensé encontrarlo y menos en un lugar tan sencillo.
- Hola, pues no tan bien como tú. Dime tú dueño te dió permiso de salir de casa? - dijo sonriendo de forma maliciosa.
- Alexander no es mi dueño, yo soy libre para salir donde deseé. - contesté un poco molesta.
- Ah, no. Yo pensé que sí, bueno como te sacó de ese asqueroso burdel. - sentí pánico, él sabía de mi vida en ese lugar.
- No sé de qué hablas - logré articular
- Si sabe, Dime cuánto pagó Alexander por tí? Cuánto vale una preciosidad como tú? La verdad estoy muy curioso. - solo me límite a mirarlo, no sabía que decir - Me gustaría saber cuanto me costaría una noche de placer contigo? - tocó mi mano que estaba sobre la mesa con la suya, quise apartarla Pero la agarró con fuerza - Sabes cuánto va a costar? Nada porque tú solita por voluntad propia te vas a entregar a mí.
- Estás loco si piensas que haré algo así - contesté rápidamente - nunca, escúchame bien nunca traicionaria a Alexander y menos con alguien como tú.
- Como sí fuera la primera vez que estás con otro hombre. Además ni siquiera es una opción para tí negarte, así que solo acéptalo.
- Cuando le diga a Alexander....- no terminé de decir la frase cuando el dijo
- No vas a decirle nada a Alexander porque si lo haces, todo absolutamente todo sobre tu vida en ese burdel de quinta de dónde saliste saldrá a la luz pública; sabes cómo afectaría eso a la imagen de la familia Ivanov, uyy creó que sería algo terrible. Dime qué pensaran sus padres cuando sepan la verdad? Piensa bien lo que haces porque el más perjudicado en esto será Alexander - tocó mi mejilla con una de sus manos y yo no podía reaccionar, todo lo que me había dicho me tenía absorta - Te daré unos días para que lo pienses luego te diré el lugar donde nos encontraremos. - y dicho esto se levantó, acercó su rostro al mío y me dió un beso en la mejilla, que rápidamente limpie con mi mano, me brindó una sonrisa y se marchó del lugar.

Después de unos minutos Stephany volvió con la cual me excuse para retirarme aturdida del lugar. Subí al coche estaba pensando que debía hacer no quería que Alexander tuviera problemas por mi culpa y a mi mente vino la única persona  que podía ayudarme.

- Mike, sabes dónde queda la residencia de Angelo?
- Si señorita.
- Entonces vamos para allá, quiero que lo llames para que sepa que voy encaminó.
- Enseguida.

Sabía que el sabría que hacer, que podría sacarme de esta situación; debía contarle todo pero por proteger a Alexander lo haría, sabía que si accedía a lo que Enrique quería no pararía ahí, seguiría con el chantaje y de igual modo engañar a Alexander no era una opción para mí.

Una vez que llegué fui muy bien recibida por Angelo, fue muy atento y me guío hasta la sala de su casa, muy hermosa por cierto.

- Mi preciosa Isabel que alegría tenerte aquí. Dime, que te trajo hacia mí?
- Angelo necesito que me ayudes, no sé que hacer? Tengo un problema por eso vine a verte.
- Porqué acudes a mí y no a Alexander?
- Porque no que quiero que se involucre y meterlo en problemas.
- Cuéntame para entender.
- Empezaré desde el principio, yo era bailarina en un night club pero además de eso atendía clientes. Pero no fue por voluntad propia; sino obligada por mi padre, él es un hombre que anda relacionado con gente peligrosa, es agresivo, capaz de matar; así que me amenazó y por miedo accedí, hasta que conocí a Alexander; él es mi luz al final del túnel, mi lugar seguro, pagó a mi padre para sacarme de ese lugar y llevarme a vivir con él.
- Entiendo, créeme no te juzgo para nada. Tú solo eres una víctima de esa escoria, acaso tu padre volvió a contactarte, te está acechando?
- No, no es mi padre, es Enrique.
- Enrique? Que hizo ese imbécil?.
- Me está chantajeando, se enteró no sé cómo de mi vida en ese lugar y me dijo que quería una noche de placer conmigo que sino accedía todos se darian cuenta a lo que me dedicaba. Eso afectaría la imagen de Alexander, te imaginas lo que podrían pensar sus padres, socios, o clientes al saber que tiene una relación con una prostituta?
- No eres una prostituta, las circunstancias te llevaron por un camino cruel. Pero tienes razón las personas juzgan sin saber y eso no sería bueno para la imagen de la familia, maldito bastardo; déjamelo a mí cuando acabe con él nunca más se atrevera a meterse con un Ivanov. - escuchar esas palabras de él, me dejó tranquila; pude respirar de nuevo.
- Gracias, sabía que podía contar contigo. Pero que vas a hacer?
- Siempre que necesites mi ayuda, la tendrás. Y no te preocupes por éso sé perfectamente que hacer, tú solo deja que yo lo resuelva, está bien. - Asentí estaba agradecida de que me quitara ese peso de encima.
- Está bien; pero no quiero que Alexander se enteré de nada, por favor.
- Entendido, pero creó que sería mejor que se lo contaras, si llegara a darse cuenta por otro lado se molestará mucho contigo, es solo una advertencia, no te gustará verlo furioso te lo aseguro. - Asentí pero la verdad no deseaba decirle nada. - ya que estás aquí quédate a almorzar así me haces compañía y platicamos un poco.
- Está bien, me agrada la idea.

Mande a que le avisarán a la Sra. Ruiz que no llegaría a almorzar porque estaría con Angelo y almorzaria con él, tuvimos una charla amena y divertida; la verdad era fácil llevarse con Angelo.

Alexander.

Era ya tarde, estaba terminando de organizar todo los papeles para poder regresar a casa con Isabel, cuando en eso entró mi secretaria.

- Sr. Ivanov trajeron este sobre para usted.
- Gracias, si deseas puedes marcharte ya terminamos por hoy. - asintió y salió.

Me dispuse a abrir el sobre con mi abre cartas, no tenía remitente lo que incremento mi curiosidad. Al abrirlo, saqué unas fotos eran de Isabel con Enrique? Estaban en un restaurante, había una donde estaban sonriendo, otra donde la tomaba de la mano, otra donde tocaba su mejilla, y la última donde le daba un beso. Fruncí el ceño disgustado.

- Que mierda significa esto? - susurré para mí mismo. Isabel tendrá mucho que explicar...

Sálvame (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora