CAPITULO 26

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Había pasado casi una semana de la muerte de Bianca y la confesión que me hizo madame tiempo que he estado asimilando todo poco a poco. En este momento estoy en la recámara viendo un programa en la tv ya era muy noche y Alexander aún no llega así que estoy esperándolo, en ese momento la puerta de la habitación se abrió y por ella entró él.

- Todavía despierta? - preguntó él mientras se desasia de su saco, corbata, zapatos y calcetines quedando solo en pantalón y camisa.
- Estaba esperándote porque quería verte. - contesté se acercó y subió a la cama conmigo, dándome un pequeño besó en los labios.
- Como estuvo tu día? Ya te sientes mejor? - preguntó recostandose a mi lado en la cama.
- Un poco mejor ya estoy asimilando las cosas y agradezco que madame me dijera la verdad acerca de Pablo, así no me dolerá tanto el hecho de que me hizo mucho daño, ya no tengo que tratar de entenderlo o preguntarme el porque de sus acciones éso quedó en el pasado, está muerto para mí. - dije segura de mis palabras.
- Así es de ahora en adelante solo debes de pensar en nosotros, en nuestra vida juntos. - dijo dándome un beso en la frente.
- Sí, me aseguraré de hacerte lo más feliz que pueda. - dije acercando mi rostro a su pecho.
- Bueno no tienes que esforzarte tanto porque solo el tenerte me basta para ser feliz. - sonreí, él era un sueño hecho realidad.

Me levanté de la cama y me puse ahorcadas sobre él, me acerque a sus labios dándole un cortó besó.
- Te he hechado de menos. - dije y comencé a desabotonar su camisa lentamente.
- Yo también no sabes cuánto. - agarró mi rostro con sus manos y lo acercó al suyo para besarme ferozmente, un beso apasionado, hambriento, nos necesitábamos tanto; bajó sus manos por mis hombros siguiendo el camino por mi espalda, hasta la curvas de mis caderas llegó a mi trasero y lo apretó lo que me hizo soltar un jadeó, lo deseaba tanto y estos días sin él fueron una tortura.

Solté el último botón de la camisa y la saqué de su cuerpo, él tomó el borde de mi camisón y lo sacó dejándome solo en bragas, subió sus manos y apretó mis senos era tan delicioso sentirlo tocar mi piel, me incliné un poco hacia arriba y acercó su boca a uno de mis pechos y chupó, succionaba y mordía era tan hábil en lo que hacía que sentí explotar, gemi, sentí una corriente en mi vientre por el placer que me brindaba que empecé a balancear mis caderas en busca de más algo que lo hizo soltar un gruñido, rápidamente solté su cinturón, desabroché el botón de su pantalón y baje el cierre, lo detuve para poder sacar el pantalón y boxer dejándolo completamente desnudo, volví acercame a él y agarré con mi mano su gran miembro empezando a masturbarlo de arriba a abajo lentamente algo que le encantó ya que soltó un gruñido.

- Mmmmmm Isabel no pares. - dijo soltando un jadeó estaba excitado, entonces me acerqué a su pene y lamí la punta. - Oh, mierda!!! - exclamó volví la mirada buscando la suya, me miró y sus ojos estaban oscuros de deseó, de placer así que seguí y lo introduje a mi boca moví mi cabeza de arriba a abajo lentamente usaba mi lengua para acariciarlo y lamerlo su pene era grande así que con mi mano agarré una parte y con mi boca lo demás, sus jadeos hacían que me excitará cada vez más, puso su mano sobre mi cabeza y agarró mi cabello haciendo que acelerará el ritmo así que empecé a chuparlo más rápido de arriba a abajo hasta que lo sentí estremecerse.

- Isabel apártate me voy a correr. - Pero hice caso omiso y seguí con mi trabajo de complacerlo, un minuto después lo sentí correrse en mi boca soltando un gruñido de placer, me trague todo su semen y me separé de él. - Eso fue espectacular, estuvistes gloriosa. - dijo algo agitado.
- Quería poder complacerte también - dije limpiando las comisura de mi boca.
- Pero no hemos terminado. - me tomó de la cintura y me colocó boca abajo, empezó a besar mi cuello, bajó por mi espalda que mordía y besaba al mismo tiempo, hasta llegar a mi trasero al cual le dió una mordida suave que me hizo excitarme más de lo que ya estaba, separó un poco mis piernas tomó mis caderas y las levantó un poco hacia arriba para después pasar una almohada por debajo de mi vientre esto hizo que mis caderas quedarán un poco elevadas dándole mas acceso a mi sexo, sentí su aliento en mi entrepierna, separó mis plieges y lamió lo que me hizo estremecerme y soltar un gemido repitiendo la acción unas veces más después empezó a chupar, morder y lamer mi clítoris, era una ola de placer lo que sentía que no tarde en llegar al clímax.
- Ahhhh, Alexander. - solté un gemido fuerte, sentí mi sexo palpitante después del orgasmo, fue alucinante.
- No hemos terminado todavía. - me dijo en un susurró cerca del oído detrás de mí, volví la mirada hacia él que sin perder tiempo atrapó mis labios con los suyos empezando a devorarlos nuevamente con tanta pasión que despertó otra vez el deseó en mí.
Separó mis piernas y empezó a moverse suavemente solo rozando mi entrada con su pene, era una tortura ya estaba excitada nuevamente y lo único que quería era sentirlo dentro de mí.
- Alexander, te deseó ya dentro de mí. - dije soltando un jadeó.
- Lo que deseés. - dijo y acomodó su pene en mi entrada y embistió de una sola estocada.
- Ah, sigue no pares.- suplique, empezó a moverse lentamente Pero sus estocadas eran duras, profundas, sacaba casi hasta quedar fuera y luego metía hasta el fondo, me estaba volviendo loca de placer que deseaba más, siguió embistiendo unos minutos más hasta que no podía con tanto placer.
- Alexander más rápido. - pedí sintiendo que iba a explotar, aceleró sus movimientos igual de duro pero rápido, escuchaba sus gemidos y los míos sus embestidas eran fuertes que no tarde en sentír los espasmos en mi vientre, tense mis músculos lo que hizo que apretará su pene haciendolo soltar un jadeó y me vine en un orgasmo avasallador, solté un gemido fuerte diciendo su nombre, sentí mi cuerpo débil, él embistió un par de veces mas y sé corrió dentro de mí. Salió de mí y se dejó caer a mi lado, me atrajó hacia su cuerpo y dió un beso en mi cabeza, nuestra respiración era agitada así que estuvimos quietos un rato hasta que se normalizo.

- Estos días sin tí fueron una tortura; así que no se volverá a repetir no pienso separarme de tí por muy molestó que esté, me hiciste demasiada falta, sentir tu calor, tu piel, eres como una droga para mí te necesito para sentir que vivo. - dijo dándome un beso en los labios.
- Sabes que puedes tenerme cuando lo deseés, aunque la reconciliación estuvo tan placentera. - dije en tono seductor.
- De ahora en adelante no descansaras.
- Puedo vivir con eso. - lo miré directo a los ojos, esa mirada que me traía enamorada.
- Vamos a ir a la hacienda estos días, ya les avisé a mis padres y no ven ningún problema. - dijo de repente tomándome por sorpresa.
- Pero y tú trabajo? Dijistes que estabas ocupado. - dije un poco confundida.
- Sí, pero ya tengo todo arreglado, quiero que nos vayamos unos días lejos y creó que un cambio de ambiente te caerá bien. - dijo con una sonrisa en los labios.
- Está bien, cuando partimos?
- Mañana temprano y como será un viaje largo tenemos que descansar. - dijo y Asentí me acurruque más en su pecho y después de unos minutos quedé profundamente dormida...

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Saludos y abrazos por mil 🤗🤗🤗

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