La pregunta de Psicotribulation 3

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Ya era prácticamente una rutina para Baiser encontrarse "casualmente" con Kiwi en la oscura madrugada y pelear con ella usando el factor sorpresa para cautivar su corazón.

"Tengo que hacer esto más seguido", pensó Utena, dándole un cálido beso a Kiwi cuando la atrapó en el aire. Kiwi, completamente enamorada, apenas podía resistirse.

—Utena-chan... —murmuró Kiwi, sus ojos brillando con una mezcla de sorpresa y admiración. En su mente pasaron un millón de futuros en los que ambas se casaban. "La llevaré a casa con mamá", pensó Kiwi para sí misma.

—Hola, Kiwi. —dijo Baiser con una sonrisa traviesa, liberándola de su agarre pero manteniéndola cerca. —Necesito hablar contigo. Algo importante. —El tono serio que tomó, aunque no mató el ambiente, lo dirigió hacia la dirección correcta.

Kiwi parpadeó, tratando de recuperar la compostura. —¿De qué se trata?

Baiser la guió hacia una roca cercana, sentándose junto a ella. El paisaje rocoso con la mala luna apareciendo de fondo daba el ambiente perfecto para una cita, aunque ya habría tiempo para eso después. —Es sobre algo del futuro —dijo con seriedad. —Quiero saber tu opinión sobre algo.

Kiwi inclinó la cabeza, curiosa. —Claro, dime.

Baiser la miró directamente a los ojos. —¿Qué harías contra un oponente más fuerte que tú, más rápido que tú y al que no puedes engañar?

Kiwi se quedó en silencio, considerando la pregunta. Finalmente, habló con voz suave. —Buscaría una forma de entender sus debilidades. Todos tienen puntos débiles, incluso los más fuertes. Tal vez no pueda vencerlo en fuerza o velocidad, pero podría encontrar una manera de utilizar su propia fuerza en su contra. —En ese momento, los ojos de Baiser se suavizaron, y Kiwi aprovechó para adularla. —Aunque no creo que haya nadie a quien no puedas vencer, Utena-chan.

Baiser asintió, impresionada por la respuesta. —Esa es una perspectiva muy interesante. Gracias, Kiwi. Tu opinión significa mucho para mí. — "Creí que se arrojaría por todo para ganar antes de que pensara en atacar", pensó Utena. Lujuria y Miracle pusieron los ojos en blanco tras escuchar ese pensamiento.

Kiwi sonrió, sintiéndose orgullosa de haber ayudado. —Siempre estoy aquí para ti, Utena.

Mirando al atardecer, Baiser dijo: —Tengo que irme por ahora, pero volveremos a vernos. —Dijo, abriendo un portal y atravesándolo.

Más tarde esa noche, Baiser se encontró con Venalita, quien tenía la intención de preguntarle sobre el bucle temporal, pero no tuvo oportunidad.

—Hola, Venalita. —la saludó Baiser, sentándose frente a ella. —Necesito hacerte una pregunta.

Venalita levantó una ceja, interesada. —¿Qué pregunta?

—Es sobre Psicotribulation. —Venalita se puso seria en ese momento, realmente no esperaba volver a oír ese nombre. —¿Te hizo alguna pregunta extraña?

Venalita frunció el ceño, pensando. —Sí, me hizo una pregunta muy rara. Dijo algo como... "¿Qué harías si tu enemigo fuera un pastel gigante de chocolate?" —recordó Venalita.

Baiser parpadeó, sorprendida por la respuesta. —¿Un pastel gigante de chocolate?

Venalita asintió con seriedad. —Sí. Pensé que era una especie de broma, pero ahora que lo mencionas, tal vez tenía un propósito más profundo.

Baiser no pudo evitar reírse ante la absurda pregunta. —Bueno, supongo que incluso las preguntas más tontas pueden tener algún sentido, pero yo me refería a algo más específico. ¿Alguna vez te preguntó qué harías contra un oponente más fuerte que tú, más rápido que tú y al que no puedes engañar?

Venalita se quedó pensando un momento antes de responder. —Ahora que lo mencionas, sí, me hizo esa pregunta. Mi respuesta fue usar todas las estrategias posibles, aprovechar cada debilidad, cada punto ciego. Pero, la verdad es que con Psicotribulation, las respuestas siempre son más fáciles de lo que parecen.

Baiser asintió, tomando nota mentalmente. —Gracias, Venalita. Tu consejo es valioso.

Venalita se encogió de hombros, sonriendo. —De nada. Siempre estoy dispuesta a ayudar, aunque sea con preguntas sobre pasteles.

Baiser se despidió de Venalita y se dirigió de regreso a su "escondite de relajación malvada a plena vista" (el hueco alado de la máquina expendedora), reflexionando sobre las respuestas que había recibido esa noche. "Quizás la clave para enfrentar a Psicotribulation no está solo en la fuerza o la estrategia, sino en la perspectiva única que cada persona puede ofrecer", pensó mientras acariciaba a Cronos, quien se acurrucó en su regazo.

Lujuria y Miracle se materializaron. —No, claramente es una invitación a usar una estrategia que nunca pueda ver venir —dijo Lujuria.

—Sigo diciendo que creo que quiere que nos rindamos —dijo Miracle, avergonzada, llevaba un traje de conejo bastante revelador, seguramente idea de Lujuria.

Baiser suspiró, mirando a ambas. —No podemos rendirnos ni caer en sus juegos. Necesitamos algo diferente, algo que no pueda anticipar.

Lujuria cruzó los brazos, pensativa. —Quizás deberíamos jugar su propio juego. Hacerle preguntas absurdas, confundirla.

Miracle asintió tímidamente. —O tal vez podríamos intentar entender sus verdaderas intenciones. Puede que sus preguntas tengan un patrón que no estamos viendo; podríamos tratar de hacer que haga más preguntas.

Baiser consideró ambas opciones, viendo el mérito en cada una. —Puede que ambas tengan razón. Vamos a cambiar nuestra estrategia. Usaremos tácticas impredecibles y trataremos de entender su lógica. Pero lo más importante, no dejaremos que nos controle. —Un fuego se encendió en la mirada de Utena, ansiosa por ver a Psicotribulation sometida a sus pies.

Lujuria sonrió con satisfacción. —Eso suena más como tú, Baiser.

Miracle también sonrió, aunque con un toque de preocupación. —Esperemos que funcione.

Baiser se puso de pie, con una nueva determinación en sus ojos. —Bien, es hora de prepararnos. Psicotribulation no sabrá qué la golpeó.

Las tres se pusieron manos a la obra, planificando su nueva estrategia.

Mientras Baiser se preparaba para sus nuevas tácticas contra Psicotribulation, Cronos se acurrucaba cerca de ella, observando con curiosidad los extraños movimientos y murmullos de su ama.

A medida que Baiser hablaba sola, moviendo las manos y haciendo gestos dramáticos, Cronos se acercó para investigar. No entendía las razones detrás de sus acciones, pero eso no le preocupaba; era un gato, y el comportamiento humano siempre le resultaba un misterio.

—¡Nunca lo verá venir! —exclamó Baiser, mientras trazaba una estrategia imaginaria en el aire. —¡Lo haremos confundir con nuestras tácticas impredecibles!

Cronos inclinó la cabeza, observando cómo su ama parecía entusiasmada con sus propias ideas. Se estiró y se acomodó en el regazo de Baiser, ronroneando suavemente. Aunque no comprendía del todo los delirios de Baiser, su cariño por ella era incondicional.

A pesar de lo raro que le parecía el comportamiento de su ama, Cronos pensaba: "Mi ama es rara, pero aún así la quiero."

Con ese pensamiento en mente, se acomodó aún más en el regazo de Baiser, disfrutando de su compañía mientras ella seguía planeando en voz alta. Para Cronos, no había nada más importante que estar cerca de su ama, sin importar cuán extraño fuera el mundo que ella intentara conquistar.

La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora