La Estrella fugaz

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Psicotribulation se sentía de maravilla. Su nuevo cuerpo hecho de slime rebosaba de magia que la vigorizaba, y cada golpe que daba pulverizaba a los demonios de slime al instante. Su risa resonaba en el campo de batalla, una mezcla de euforia y locura. El torbellino verde y azul de sus ojos se intensificaba, arrasando a los demonios que se atrevían a acercarse.

—¿Quién es ella, Baiser-chan? —preguntó Leopard, notando a la recién invocada Tribulation. Descuidó su pasillo por un momento, pero antes de que algún demonio de slime pudiera atravesar su lluvia de balas, un tajante corte de hielo, cortesía de Magia Azul, bloqueó el camino.

—Concéntrate, Leopard-chan, no es momento de distracciones —dijo Azul, también defendiendo su pasillo, aunque internamente sentía curiosidad por la recién llegada.

Baiser se detuvo por menos de un segundo. "¿Chan?" pensó al escuchar el comentario de Azul, pero dejó de lado rápidamente el pensamiento. —Es una aliada, dejémoslo así por ahora —dijo. Realmente sería muy complicado explicar todo lo de su entrenamiento y cómo ahora tenía a más chicas mágicas en su cabeza.

Los demonios de slime seguían llegando en montones. Llegó un punto en que no importaba apuntar; simplemente golpear hacia los pasillos era suficiente para alcanzar a alguno, y poco a poco, el espacio entre las cinco se reducía.

La situación se estaba volviendo crítica. Las chicas mágicas luchaban sin descanso, pero la cantidad de demonios de slime parecía interminable, y la magia de cada una de ellas estaba llegando a sus límites.

Magia Magenta, con su lanza de corazón, atravesaba demonio tras demonio, pero el agotamiento comenzaba a pesar en cada uno de sus movimientos. Azul y Leopard, a pesar de sus diferencias, peleaban codo a codo, sabiendo que su supervivencia dependía de mantener la formación y resistir lo más posible. Psicotribulation, con su recién adquirido cuerpo de slime, parecía estar en su elemento, pero incluso su energía no era infinita.

Utena, quien había estado observando la situación, frunció el ceño. La magia de todas estaba disminuyendo rápidamente, y si seguían así, no habría manera de salir de esa mazmorra infernal. Sin embargo, una idea brillante comenzó a formarse en su mente. Si los demonios de slime eran una amenaza tan constante, tal vez podrían convertir esa debilidad en una fortaleza.

―¡Chicas, escuchen! ―gritó Utena, su voz cortando a través del caos.― ¡No tenemos que destruir a estos demonios uno por uno! ¡Podemos absorber su energía mágica!

Todas se giraron para mirarla, la incredulidad reflejada en sus rostros. Pero no había tiempo para dudas. Utena levantó su varita, concentrando su energía restante. Con un gesto decidido, apuntó hacia un grupo de demonios de slime que se acercaban.

Un lazo negro salió disparado de la punta de la varita, envolviendo a los demonios en su espiral oscura. La magia oscura del lazo comenzó a drenar la energía de las criaturas, haciéndolas desvanecerse poco a poco, mientras esa misma energía fluía hacia Utena, revitalizándola. Sintió cómo su poder volvía a incrementarse, como si estuviera absorbiendo la esencia misma de las criaturas.

―¡Rápido, intenten hacerlo también! ―ordenó Utena.

Las demás no lo dudaron más. Siguiendo su ejemplo, canalizaron la magia que les quedaba y comenzaron a absorber a los demonios de slime, convirtiendo el ataque de la mazmorra en una inesperada fuente de poder.

Las sonrisas confiadas empezaron a dibujarse en los rostros de las chicas mágicas mientras la energía fluía de los demonios hacia ellas. La batalla estaba lejos de terminar, pero ahora tenían una nueva arma a su disposición.

Sin embargo, no era un plan perfecto; absorber energía permitía que los demonios de slime avanzaran poco a poco mientras no los atacaban.

Tribulation se dio cuenta de esto y rápidamente pensó en algo. —Baiser, no va a funcionar. Tengo una idea, pero vas a tener que cubrirme mientras absorbo algunos slimes. —No se necesitó más que un asentimiento por parte de Baiser para que Tribulation se concentrara únicamente en reunir energía.

La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora