La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporal

la pregunta de Psicotribulation 2

—Prepárate, Lujuria, esto podría salir extremadamente mal —dijo Baiser, pidiendo dos latas de café de la máquina.

Había hecho la prueba más temprano. Esta vez, Sulfur fue la que estuvo en el lugar de en medio, y su plan parecía estar dando frutos, ya que sintió la fluctuación mágica desde un lugar distinto al de Azul y Magenta.

"Espero al menos poder llevarme mejor con ella", pensaba Baiser, sentándose a esperar mientras Cronos se acurrucaba en su regazo.

"¿Qué diablos estará planeando esa pervertida?", pensó Sulfur mientras sobrevolaba la ciudad en dirección a la fluctuación mágica que había sentido.

Cuando llegó al lugar, se llevó una impresión extraña: Baiser, la villana recién aparecida, descansaba amenamente tomando café de lata y acariciando a un pequeño gato. "¿Quién... No, qué diablos es esta chica?", pensó Sulfur.

—Hola, Sulfur, te estaba esperando —dijo Baiser mientras acariciaba al gato. Su tono era amable, aunque realmente parecía una mafiosa.

Sulfur se puso en pose de pelea. Claramente era una trampa, no podía bajar la guardia en ningún momento. Había dejado un mensaje a Azul y a Magenta para que supieran de su paradero por si acaso. —No sé qué planees ahora, pero no vas a lograr nada. Voy a detenerte —dijo mirando seriamente a Baiser.

Baiser levantó las manos en señal de rendición. —Espera, espera, no quiero pelear. Relájate un poco, ¿sí? —Utena en ese momento levantó una de las latas de café. —Mira, te compré café. No sabía si te gustaba o no, pero espero que sí —dijo Baiser, tratando de sonar amigable.

Baiser arrojó la lata hacia Sulfur, pero no la agarró. En cambio, dejó que cayera frente a ella. —Tampoco tienes por qué ser grosera, ¿sabes? Créeme que lo hago de buena voluntad —dijo Utena abriendo su propia lata.

—Ya dime qué planeas en verdad, villana —dijo Sulfur, dando un par de pasos al frente hasta pisar la lata, frunciendo el ceño.

Baiser suspiró. —Sabía que iba a ser más difícil contigo que con las otras —dijo más para sí misma que para Sulfur.

—¿Las demás? ¿Están aquí Azul y Magenta? ¿Qué les hiciste? —empezó a preguntar Sulfur, cada vez más preocupada por sus amigas.

Utena volvió a levantar las manos. —Tranquila, no están aquí. Es algo complicado. ¿Por qué no te sientas y te explico? —dijo Baiser tratando de calmarla.

Sulfur simplemente relajó un poco su postura. —Te escucho —dijo secamente.

—Bueno, ¿por dónde empiezo? —Utena comenzó a contar todo nuevamente. Aunque Sulfur evitó deliberadamente sentarse, fue relajando su postura hasta estar simplemente de pie con los brazos cruzados.

—Y entonces descubrí que la magia que golpeó más es la que viene aquí en la noche. Hablé con Magenta, luego con Azul, y ahora estamos aquí —terminó de explicar Baiser.

Sulfur simplemente la veía con una expresión aburrida. —¿En serio quieres que crea eso? —preguntó. Para ella, la historia de Utena parecía demasiado fantasiosa. No había forma de que fuera cierta, ¿no?

—No, creo que es un milagro que Magenta y Azul me creyeran, pero juro que es real —dijo Baiser acariciando a Cronos. Había recuperado la lata de café que le arrojó a Sulfur y ahora estaba bebiéndola.

—Bien, digamos que te creo pese a no tener pruebas. ¿Para qué me hiciste venir aquí? —preguntó con un tono de burla.

—Oh sí, casi olvido eso. Sulfur, quería preguntarte —en ese momento miró fríamente a Sulfur, tratando de provocar el mismo efecto que con Azul—. ¿Qué harías contra un oponente más fuerte que tú, más rápido que tú y al que no puedes engañar? —La temperatura pareció disminuir como la última vez, sin embargo, el efecto que causó en Sulfur fue diferente del que causó en Azul.

—¿Estás amenazándome? —preguntó Sulfur. Sus propios ojos emitían un aura igual de fría que la de Baiser.

Baiser mantuvo su mirada firme. —No, no es una amenaza. Es una pregunta seria. Estoy buscando una respuesta y creo que tú podrías tener una perspectiva única —respondió, su tono calmado pero firme.

Sulfur no bajó la guardia, pero su expresión se suavizó ligeramente. —¿Y por qué debería ayudarte? Somos enemigas, no hay razón para que colabore contigo.

Baiser tomó un sorbo de su café antes de responder. —Porque soy una pobre villana que necesita ayuda —Baiser miró hacia abajo en ese momento mientras acariciaba a Cronos—. Además, no estoy pidiendo tu ayuda en una batalla. Sólo quiero tu opinión.

Sulfur se cruzó de brazos, pensativa. —Si realmente estás buscando una respuesta —dijo finalmente, su tono menos hostil pero aún cauteloso—. Supongo que enfrentaría a ese enemigo con inteligencia. Usaría todo a mi favor, incluso mis debilidades, para encontrar una manera de vencerlo.

Baiser asintió lentamente, considerando sus palabras. —Interesante enfoque —murmuró—. Gracias, Sulfur. Eso es todo lo que quería saber.

Sulfur aún no se relajaba por completo, pero algo en su postura indicaba que estaba menos dispuesta a atacar. —Aunque, siendo tú quien me está pidiendo ayuda, tal vez deberías simplemente escapar hasta que se arte de buscarte —se burló. Baiser había empezado a escapar después de golpearlas en el parque en lugar de fingir ser derrotada. De cualquier forma, ambos resultados llevaban al avance del día.

Baiser forzó una sonrisa. —Tal vez esa sería la opción más sensata —dijo, levantándose y estirándose—. Gracias por tu tiempo, Sulfur. Realmente aprecio tu honestidad.

Sulfur la observó con una mezcla de curiosidad y desconfianza mientras Baiser comenzaba a alejarse. —Espero que no estés planeando otra cosa como la de la tarde, villana —dijo en voz baja, sin esperar una respuesta.

Baiser se despidió con un gesto de la mano y se internó en un portal, su mente ya en el próximo paso de su plan. "Ahora, Venalita y Kiwi", pensó, "espero que sus respuestas sean tan útiles como las de Sulfur".

El portal llevó a Baiser hasta su cama, y Cronos también apareció por él. Cayó en su cama, sumida en sus pensamientos. Las palabras de Sulfur resonaban en su mente.

"Usar hasta mis propias debilidades..." reflexionó. "Es una perspectiva interesante. Siempre he visto mis debilidades como algo a superar, no como herramientas a mi favor."

Baiser acarició a Cronos, quien se acurrucó en su regazo. "Tal vez eso es lo que necesito, una nueva forma de pensar. He estado tratando de enfrentar a Psicotribulation, pero quizás hay otra manera."