La nueva inquilina

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Lianas salieron del piso envolviendo a Magia Miracle y evitando que siguiera moviéndose.

—¡SUÉLTAME, VOY A MATAR A ESA PERVERTIDA! —gritaba Miracle echando fuego por las orejas.

—No le creas, Utena, lo que te diga no es cierto, juro que no fue intencional. —trataba de excusarse inútilmente Lujuria.

El dolor de cabeza de Utena volvió bastante más intenso que antes.

—Cállense las dos. ¿Pueden explicarme calmadamente qué está pasando? ¿Por qué Miracle sigue aquí? —En ese momento Utena se dio cuenta.— Espera, ¿Miracle sigue aquí? ¿No se supone que reiniciamos? —dijo mientras se sobaba las sienes tratando de apaciguar el dolor.

—Lo mismo me pregunté. —dijo Lujuria.— Pero empezó a atacarme en cuanto despertó. —finalizó mirando a Miracle enojada.

—¿CÓMO NO HACERLO SI ESTABAS ACOSTADA SOBRE MÍ, PERVERTIDA? —reprochó Miracle aún más enojada.

—Dije que se calmaran. Miracle, ¿por qué estás aquí? —preguntó Utena.

—No lo sé, estaba llevando energía curativa a tu cuerpo y Lujuria me estaba explicando lo del bucle hasta que creo que reiniciamos y Lujuria estaba sobre mí. —explicó Miracle rindiéndose de escapar de las lianas de Utena.

Utena y Lujuria se miraron.

—¿Será que al combinar nuestras magias ella también vuelve? —preguntó Utena.

—No creo que haya otra explicación. Mira el lado positivo, no tendrás que esperar para aliviar tu cabeza. —dijo Lujuria.

—Es verdad. Miracle, empieza a mandar tu magia a mi cuerpo o te volveremos a torturar. —dijo Utena.

Miracle sudó frío al mirar a Utena; sus ojos escondían una perversión horrenda detrás de ellos.

—Sí, Baiser-Sama. —comenzó a bombear magia, y el dolor de cabeza de Utena desapareció. Sin embargo, Miracle sintió su mirada penetrante sobre ella.

—No me llames Baiser-Sama. —dijo Utena con una voz extremadamente fría.

—A mí me gusta. —dijo Lujuria actuando nuevamente como un piano embrujado. Pero una mirada fría de Utena también fue dirigida a ella.— Pero me gusta muy poquito. —finalizó.

Utena suspiró; había sido demasiado para una sola mañana.

—Necesito un descanso de ustedes. —dijo antes de salir de su mente.

Era un alivio no tener el dolor de cabeza constante.

"Supongo que un café no me haría daño", pensó y cambió su rumbo hacia la máquina de café. Al llegar, Cronos la saludó con alegría. No importaba cuántas veces se reiniciase, Cronos siempre era amable con ella como si la conociera de toda la vida.

—Hola, bolita de pelos, ¿me extrañaste? Jeje, qué cosas digo si nunca nos hemos visto. —rió Utena mientras la acariciaba. Compró su lata de café y Cronos subió a su hombro.— ¿Qué dices? ¿Que quieres ir a la escuela conmigo hoy? Bueno, pero no puedes escapar una vez allí. —dijo comenzando a caminar rumbo a la escuela.

Miracle y Lujuria se materializaron, pero únicamente el lector podía verlas. La cara de Miracle era digna de ser un cuadro de caricatura, una expresión de incredulidad como ninguna otra.

—¿Ella siempre es así? —preguntó finalmente.

—Te acostumbrarás, esto es lo más normal. —respondió Lujuria con las manos en la cintura.

Ambas se desmaterializaron después de eso.

Utena siguió su camino a la escuela, con Cronos al hombro y disfrutando de su café. Pronto vio una figura familiar delante de ella.

—¡Haruka-chan! Buenos días. —dijo acercándose a ella.

—Hola, Utena-chan. Buenos di... No sabía que tenías un gato. —se interrumpió a sí misma, sorprendida de ver a Utena, la chica más tímida y solitaria de la escuela, yendo con tanta confianza con un gato a la escuela. "Aunque pensándolo bien, es algo que le queda a Utena", pensó para sí misma.

—Oh, sí, podríamos decir que nos conocimos hoy, pero la conozco desde hace mucho, se llama Cronos. —explicó Utena, disfrutando de una plática con una de las pocas chicas que la notaba.

—Eso es muy raro, jaja. —rió Haruka, no encontrando sentido en las palabras de Utena.

Utena sonrió, pero pronto su expresión se hizo más sombría. "¿Por qué no?", se dijo a sí misma.

—Haruka, ¿puedo contarte un secreto? Es algo muy loco e imposible de creer.

Haruka se interesó de inmediato; sus interacciones anteriores con Utena habían sido un poco distantes, poco más que saludos, así que que de repente se abriera de esa forma para contarle algo era bastante extraño. Debía ser importante.

—Claro, mi boca es una tumba, no le contaré a nadie. —dijo Haruka con su entusiasmo tan característico.

—Verás, yo... estoy atrapada en un bucle temporal...

—¿Eh? ¿Como en los fanfic de chicas mágicas? —preguntó Haruka un poco sorprendida.

Lujuria se materializó nuevamente y el lector era el único que podía verla.

—Lo sabía, Haruka también es fan de las chicas mágicas. —dijo con una pose de victoria en la que guiñaba un ojo, antes de desaparecer.

Utena le contó la mayoría de cosas que sabía, omitiendo claro que era Magia Baiser y que tenía a Miracle en la cabeza literalmente.

—Oh, eso debe ser duro. Pero ¿por qué tienes que hacer cosas malas para avanzar? —preguntó Haruka. "Esto debe ser obra de algún villano, definitivamente tengo que ayudarla", pensaba para sí misma.

—Digamos que las hice originales, claro, fue accidentalmente. —mintió Utena.

"Tendré que investigar más", pensó Haruka.

—Supongo que no hay remedio. —Haruka sonrió.— Está bien, haz lo que sea necesario para salir de esto. Si necesitas ayuda, no dudes en pedírmela —dijo con su clásico entusiasmo, haciendo sonreír también a Utena.

Utena sintió entonces una sensación extraña; era como si ya hubiera escuchado esas palabras antes.

—Déjà vu —dijo mientras seguían caminando.

De repente, la voz de Lujuria resonó en su mente, con un tono curioso.

—¿No te recuerda un poco a alguien, Utena?

Utena se detuvo por un momento, fingiendo atarse los cordones del zapato para no levantar sospechas.

—¿A qué te refieres, Lujuria? —pensó Utena.

—A Haruka-chan. Su entusiasmo, su forma de hablar... me recuerda tanto a Magia Magenta —respondió Lujuria.

—No puede ser, ¿Estás pensando lo mismo que yo? ¿Lujuria? —Penso Utena respondiendo a Lujuria.

—Si, es muy probable que... —Ambas dijeron lo siguiente al unísono. —Haruka-chan sea una admiradora de Magia Magenta.

El sonido de una palmada en la frente se escucho en un recoveco de su mente.

La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora