¿Azul y no Magenta?

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Utena estaba en su asiento de la escuela, no ponía atención a la clase; había vivido el día demasiadas veces y ya lo hacía casi en automático. Lo importante era lo que pasaba en su mente.

—Bueno, ahora que tenemos el dolor de cabeza solucionado, deberíamos seguir trabajando en llevar a alguien con nosotros en los resets, ¿no? —dijo Utena a Lujuria, quien tenía encadenada a Magia Miracle de las manos.

—Sí, sabemos cómo avanzar en el día de la pelea de Magenta en el parque, así que deberíamos tener tiempo de sobra —dijo Lujuria, relajándose.

—Sigo diciendo que la cadena no es necesaria —dijo Miracle, decaída.

—Podrías volver a atacarme —dijo Lujuria, jalando la cadena para que se callara.

La interacción de ambas era extraña para Utena; no se acostumbraba a ver a su heroína de la infancia sometida por sí misma.

—Bueno, ¿con quién deberíamos empezar? ¿La de los sueños o la que roba recuerdos? —preguntó Utena, despejando su mente por un momento.

—Pues, la que roba recuerdos debería ser el primer paso para lo que queremos, ¿no? —dijo Lujuria—. ¿Cómo se supone que implantemos los recuerdos futuros de alguien en su yo del pasado si no tenemos esos recuerdos? —Su razonamiento era lógico.

—Tienes razón —dijo Utena; no pudo proseguir porque un golpe la despertó de su trance.

—Hiiragi-san, no se duerma en clase —dijo su profesora; un trozo de gis la había golpeado en la cabeza.

—Discúlpeme, profesora, no volverá a ocurrir —dijo haciendo una reverencia.

Las clases terminaron, y Cronos, escondido en la mochila de Utena, pudo salir a tomar aire mientras caminaban por el parque.

En algún momento, Utena dio una vuelta abrupta, colocando un dedo frente a Venalita.

—Sí, quiero —dijo firmemente.

Venalita, a quien ni siquiera le dio tiempo de hacer su propuesta, se exaltó.

—¿Eh? Pero si no te he dicho nada aún —dijo comenzando a preguntarse cómo sabía Utena que ella estaba allí.

—Jeje, es una larga historia, pero estoy en un bucle temporal —explicó brevemente.

—Oh, bueno, suena convincente —dijo Venalita, dándole su estrellita de transformación.

—Trans Magia —dijo Utena. Y pronto llegaron las chicas de Tres Magia. Esta vez, la seleccionada para golpear a sus compañeras fue la querida Magenta.

"¿Cómo terminamos así? Solo descuidé a Utena-chan unos segundos", pensaba para sí misma Magenta. No lo dudó dos veces en seguir a su compañera para tratar de averiguar más de su peculiar situación; sin embargo, la perdió en alguna calle y de pronto estaba golpeando a sus amigas con la vara de una villana.

Nuevamente, Utena se fue en cuanto estuvo satisfecha.

—Jeje, esa parte del día siempre es genial —dijo cayendo sobre su cama.

Venalita apareció también siguiéndola, al igual que Cronos, quien había estado ocupado ligando con una gatita hasta que vio a su ama irse por el portal.

—Oye, Utena, ¿puedes explicarme lo del bucle? —La misma rutina con Venalita, explicarle cómo funcionaba y pedirle los dispositivos de transformación.

—Ah, y ya terminé el entrenamiento con el dispositivo de Magia Miracle. Quisiera empezar con el de Psicotribulation —dijo Utena, levantándose finalmente de la cama. La noche había llegado y Cronos estaba despertando de su siesta.

—Pues, parece que tienes todo bajo control. Traeré el dispositivo —dijo Venalita, abriendo un portal.

—Puedes dejarlo en mi cama; yo iré por algo de café —dijo Utena, tomando su dispositivo de transformación—. Trans Magia —dijo antes de abrir un portal directamente a la máquina de café. Y Cronos la siguió.

—Diablos, qué situación tan complicada —dijo Venalita—. Pero su nivel de magia sin dudas dice que no está mintiendo. Tengo que encontrar una forma de usar esto a mi favor —dijo Venalita antes de ir a la base Natch con un portal.

Utena apareció frente a la máquina de refrescos, recordando que seguramente Magenta iría con ella. Se preparó comprando la bebida que siempre elegía, aquella estrella de hongos; quería contarle realmente que había tenido avances y, a su vez, comparar sus respuestas y las de Haruka. Un pequeño instinto le decía que se estaba perdiendo de algo.

Utena sintió una fluctuación de magia que se aproximaba, pero extrañamente venía de un lugar un poco diferente al habitual.

"Debe ser solo mi imaginación", pensó. Pero pronto se dio cuenta de que no era así.

—No solo mancillas a las chicas mágicas, sino que también robas bebidas de noche. Aparte de pervertida, eres despreciable —dijo una voz noble, decorosa, una voz que no se esperaba oír allí, la voz de la chica mágica que la había hecho preocupar un buen tiempo en el futuro pasado.

Magia Azul se paró imponente con su espada apuntando a Baiser.

—¿Eh? ¿Dónde está Magenta? —preguntó Baiser, realmente confundida.

—Ya veo, así que querías pervertirla más de lo que ya hiciste. Eres una... —Baja la voz, la gente está durmiendo —interrumpió Baiser. Azul se quedó callada un momento; se sentía ofendida de que una villana le diera órdenes, pero tenía razón.

Baiser le arrojó la lata que había comprado para Magenta.

—Lamento lo de hace rato. Compré eso para Magenta, pero si no te gusta puedo invitarte otra cosa —dijo Baiser, acariciando a Cronos y dando un trago a su café.

La escena era surrealista para Sayo; estaba siendo invitada a tomar con una villana, con la villana que las había hecho trizas hace poco nada menos, y que de alguna forma sabía de los gustos de su mejor amiga.

Al ver que dudaba, Baiser habló de nuevo.

—Vamos, te contaré mi historia y contestaré tus dudas —dijo Baiser, arrojándole su monedero.

Finalmente, Azul aceptó y compró una bebida de sabor a algún dulce japonés.

—Bien, te escucho —dijo sentándose con un quejido, debido al dolor de trasero.

—Primero quiero hacerte una pregunta. ¿Qué estabas haciendo antes de sentir mi magia malvada? —preguntó Baiser.

A Azul le pareció una pregunta extraña; sin embargo, respondió.

—Trataba de dormir, pero el dolor de trasero no me dejaba —dijo, sobándose un poco.

—Mmm, eso es interesante —dijo Lujuria, ya empezando a unir algunos hilos de información.

—Bien, entonces debería empezar por el principio...

La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora