—Entonces, Venalita, imagina que estamos dentro de un fanfic y que, de alguna forma, yo soy la única consciente de ello. Para ustedes, todo es continuo, pero para mí pasa al menos un día entre episodio y episodio. En ese tiempo, realmente es aburrido; nadie más que yo puede moverse, ni siquiera puedo interactuar con nada. Es súper estresante.
—Aún me es difícil creerte, ¿sabes, Lujuria? Pero considerando que llevamos cayendo hacia una horda de chicas con ojos de locas cerca de dos días…
—Cuatro, realmente.
—Que llevamos cayendo cuatro días y parece que apenas nos hemos movido… tal vez podría considerar que dices la verdad.
—Oh, queridos lectores, no noté que ya habían llegado —dije, interrumpiendo mi pequeña charla con Venalita—. Bien, ¿en qué parte nos quedamos? Ah, sí, mi plan iba perfectamente. No les contaré lo que sucedió con Azul, pero puedo asegurarles que fue muy divertido —dije mientras sonreía.
Al final, lo importante es que Azul decidió unirse a mí, y las tres: Azul, Leopard, y yo, pusimos en marcha la segunda parte del plan, encontrar al resto de nuestras amigas: Magia Sulfur, Loco Música, Leaberblume, Lord Enorme, Sister Giganta, Versarga, y Pantano Pesca. Se preguntarán, ¿no me estoy olvidando de Neo Alice? Y les diré que están en lo correcto, pero con una buena razón: mi plan no es apto para niños —terminé de explicar con una sonrisa aún más linda que la anterior.
—Sigo diciendo que tu sonrisa es más tétrica que nada —dijo Venalita, molestándome otra vez.
Ignorándola, continué con mi narración. Pasó de la siguiente manera...
...
...
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Oh, lamento interrumpir esta narración. Tal vez no me conozcan, soy la autora de este fanfic, Dacedry, y al fin he podido recuperar el control sobre el fanfic. Bueno, les narraré el otro punto de vista de la historia.
*Cof, cof* En el interior de un calabozo, dos figuras estaban sentadas apoyadas con la espalda una contra la otra, ambas mirando en direcciones opuestas. Del otro lado de los barrotes, un robot con una característica forma de máquina expendedora patrullaba. Como pueden adivinar, las dos prisioneras eran Magia Baiser y Magia Magenta.
Mientras una miraba al robot del otro lado de los barrotes para no aburrirse, la otra parecía estar hablando consigo misma.
—Es absurdo. ¿Quién podría mantenerse oculto tanto tiempo dentro del bucle? —preguntó Tribulation, sentada en la cama colgante de la pared. Su pierna subía y bajaba, y varias de sus uñas se encontraban más cortas de lo normal; claramente llevaba rato mordiéndolas.
—Cálmate un poco, Tribulation-chan —trataba de consolarla Magia Miracle, sentada a su lado y abrazándola por la espalda.
—Piénsenlo bien, debe ser alguien demasiado cercano a nosotros, lo suficiente como para saber en qué momento atacarnos y que pudiera hacernos creer que pierde la memoria tras cada reinicio —pensaba Utena, con la mano en la barbilla.
Magia Morpheus flotaba sobre su almohada, mirando a todas desde el aire. De vez en cuando, un bostezo salía de su boca, y cambiaba de posición constantemente, hasta que en algún momento dio un bufido.
—Oigan, no lo piensen tanto, es bastante obvio —dijo, flotando un poco más bajo. Todas voltearon a verla con una expresión un poco confusa.
—¿En serio no se han dado cuenta? —preguntó con un tono cansado.
—Bueno, supongo que fue la sospechosa número uno desde el inicio —dijo Utena, mirando al suelo. Una cara había sido dibujada allí con una pequeña piedra: Venalita.
—Sí, es la explicación que más sentido tiene. Explicaría también por qué no podemos ver sus recuerdos —dijo Tribulation, levantándose—. Esa gata traidora me las pagará. Utena, sácanos de aquí rápido —ordenó, apretando los puños.
—No, no fue ella —una quinta voz se les unió: Lujuria. Sentada frente a Utena, pero en la pared de la habitación, se abrazaba las piernas y se había mantenido callada todo el tiempo desde que fueron capturadas.
Todas la miraron desconcertadas; ni siquiera habían notado su presencia hasta que habló.
—¿Sabes algo que nosotros no? —preguntó inocentemente Morpheus, flotando más cerca de ella, interesada en su historia.
—Sí —dijo, un poco más cabizbaja—. Parece ser que soy yo misma la culpable —dijo, impactando a las demás.
—¿Qué quieres decir, Lujuria? —preguntó Magia Baiser, mirándola a los ojos, pero Lujuria no se atrevía a levantar la mirada.
Lujuria tardó un poco en responder, lo que hizo que Tribulation se impacientara.
—Oye, te estamos haciendo una pregunta —dijo, tomándola por los hombros y sacudiéndola.
Lujuria intentó hablar, pero las palabras no salían. Se mordió el labio, evitando mirar a Tribulation. El silencio creció, solo roto por el zumbido constante del robot que patrullaba fuera de la celda.
Finalmente, con un suspiro, Lujuria levantó la vista, enfrentándose a la intensa mirada de Tribulation.
—Cuando visitamos la mente de Venalita, dejé un fragmento de mí misma atrás —confesó—. Quería manipular un poco a Venalita para que se volviera un enemigo para nosotras, y al final, solo quedaríamos Utena y yo solas.
Tribulation se quedó en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. Luego, en un movimiento rápido, la sujetó con fuerza por los hombros, levantándola y empujándola contra la pared con tanta fuerza que el aire pareció volverse denso.
—¡¿Qué demonios estabas pensando?! —rugió Tribulation, sus ojos llenos de furia—. ¡Nos has condenado!
Lujuria intentó mantenerse firme, pero la energía que irradiaba de Tribulation era abrumadora.
—¡No tenía intención de lastimarlas! —gritó, su voz quebrada por el miedo y la culpa—. ¡Solo quería... solo quería volver a como era antes, cuando todo era más sencillo, cuando solo éramos nosotras dos contra tres magia! No me siento como yo misma desde que llegaron... mi corazón se ha ablandado, y extrañaba esa maldad que una vez tuvimos.
—¡Eso no es excusa! —Tribulation estaba a punto de decir algo más, pero de repente, su fuerza pareció desvanecerse. Soltó a Lujuria y cayó de rodillas, jadeando.
La celda estaba absorbiendo la magia de Tribulation, debilitándola con cada segundo que pasaba. Lujuria también sintió la pérdida de su vitalidad, su energía drenada por la celda.
—Lo lamento... realmente lo lamento... —susurró Lujuria, mientras se arrodillaba frente a Tribulation, sintiéndose más pequeña que nunca—. Perdí el contacto con ese fragmento... ya no tengo control sobre él. Solo quería que todo volviera a ser como antes...
Utena observó la escena, su expresión endureciéndose.
—Entonces, ese fragmento de ti... es el que está causando todo esto.
—Sí —admitió Lujuria, su voz apenas audible—. Es posible que ahora sea una entidad separada, fuera de mi control.
El grupo cayó en un silencio tenso, las palabras de Lujuria resonando en la celda. La realidad de su situación se hacía más clara con cada segundo, y la desesperación comenzaba a asentarse en cada una de ellas.
De pronto, la voz de Magia Magenta se hizo presente:
—¿Baiser-chan? Me estás dando un poco de miedo, ¿estás bien? —preguntó dulcemente.
Utena volteó a verla, recordando que también estaba allí.
—Sí, lo siento, estaba hablando con mis antepasados villanescos —mintió, rascándose la nuca.
—¿Antepasados villanescos? —preguntó Magenta.
—Sí, ¿tú no puedes hablar con los héroes que vinieron antes de ti? —preguntó Utena, recibiendo una negación por parte de Magenta.
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La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporal
Fiksi PenggemarUtena, la malvada líder de Enormeeta de alguna forma extraña se encuentra en una situación peculiar, atrapada en un bucle temporal que solo avanza con ciertas circunstancias, ¿será está una malvada tortura que se gano por su maldad? ¿Un accidente fu...