DOS

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Naturalmente, Louis no iba a marcharse sin formar caos y como ya estaba condenado a pasar un tiempo en el centro de reajuste de comportamiento decidió que se ganaría muy bien su lugar. Así que ntercambió todas las tapas y etiquetas de las botellas de pintura del salón de arte, una broma inofensiva pero que seguramente lograría irritar a quién buscara un color en específico. Ingresó a la sala de informática y encendió todas las computadoras y no muy feliz con sus pequeñas travesuras decidió entrar a la oficina del director y cambiar su contestador por un montón de sonidos molestos. 

Louis no quería irse de la escuela sin darle al Señor Cowell un regalo especial de despediday decidió llenar el auto de éste de millones de calcomanías y notas adhesivas, imprimió una foto de él mismo y la puso en el lugar del copiloto; la foto también llevaba la frase "Mi estudiante favorito".

Finalmente, Louis hizo uso de la fotocopiadora de la biblioteca para escanear cientos de fotografías de su trasero desnudo y las arrojó por toda la escuela, se sintió Regina George en Means Girls compartiendo copias de las páginas del Burn Book. 

"Tomlinson" El señor Cowell había gritado en respuesta a todo el alboroto.

"Oh Louis", el director Corden suspiró para sus adentros sacudiendo la cabeza en decepción. 

"No fui yo", Louis se encogió de hombros con una sonrisa socarrona en el rostro. 

Salió de la escuela ante la vista y sonidos de molestia de los profesores, pero los estudiantes le aplaudian y lanzaban todo tipo de cumplidos, eso lo mantuvo entretenido por al menos treinta minutos, donde la sonrisa no abandonó su rostro hasta que la realidad lo golpeó en la cara y se dio cuenta hacia donde se dirigía. 

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Louis no quería que el director Corden lo acompañara a su nueva escuela, pero tampoco quería ir solo, de hecho no quería ir en lo absoluto pero parecía que no tenía otra opción. Así que se quedó al lado del Señor Corden malhumorado durante todo el viaje, se negó todas las veces que el hombre intentó cantar juntos y una hora después Louis le prestó más atención al camino de lo debido, leyendo señales de tránsito que le avisaban cuánto faltaba para poder llegar a su destino. Su corazón se hundía cada vez más y su estómago dolía con cada prueba de que se acercaba al lugar que por un tiempo sería su nuevo hogar. Una parte de él todavía esperaba que el director diera la vuelta y lo llevara de regreso y esto quedara como una broma o un llamado de atención.

Pero inevitablemente llegaron a su destino e incluso fue el mismo director quién tomó la maleta de Louis y lo condujo dentro del edificio de recepción para registrar oficialmente a Louis. Pensó que el director lo dejaría ahí con órdenes de realizar todo lo que se le dijera y se marcharía sin más, pero se quedó a su lado asegurándose de que Louis completara todos los formularios de forma correcta. 

"No hagas garabatos" siseó Corden ¿Es en serio? el hombre soltó un suspiro de puro sufrimiento cuando Louis hizo nuevas líneas sin sentido. "Perdona" le dijo a la recepcionista, "¿Podrías darnos un nuevo formulario, por favor?" Sonrió amable a la señorita que le tendía de nuevo los mismos documentos y agarró con fuerza el hombro de Louis. "Haz esto de forma correcta, déjate de tonterías" 

"Tomen asiento" la recepcionista les señaló una pequeña fila de sillas una vez que Louis terminó de llenar el formulario. "Nuestra directora estará en poco con ustedes, ella les mostrará todos los al rededores"

Louis se dejó caer malhumorado a la silla, sintió la necesidad de llorar, pero se obligó a no hacerlo. No, prefería actuar como si nada le importara ni le afectara una mierda. 

Brat CampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora