Brat Camp

TRECE

La mañana siguiente comenzó de manera muy parecida a la anterior. Louis se despertó en su habitación, parpadeando varias veces mientras su mente registraba dónde estaba. Murmuró y refunfuñó quejas sobre Styles, Corden, la enfermera y la escuela mientras cambiaba a una posición más cómoda, manteniendo su peso fuera de su trasero (todavía un poco dolorido por las nalgadas del día anterior). El sumiso sabía muy bien que se esperaría que estuviera fuera de la cama y vestido con su uniforme para cuando Harry llegara y, a pesar de saber que su consejero estaba más que preparado para castigarlo, Louis no podía motivarse para levantarse de la cama.

Inevitablemente, llamaron a la puerta. Louis lo ignoró, levantando las sábanas sobre su cabeza, disfrutando del calor y la oscuridad todo el tiempo que pudo antes de que Harry se entrometiera y le robara su comodidad.

—Buenos días, Louis —saludó el Dominante mientras entraba con un lento acento en la voz—. Todavía escondido bajo la sábana, Louis no dijo nada. —Es hora de despertar, amor —le informó Harry, con un tono suave y tranquilo—. "Vamos", continuó mientras se acercaba a la cama y lentamente quitaba las sábanas para revelar un cabello desordenado y los labios carnosos. "¿Vas a ser mi buen chico hoy?"

—No soy tu chico, Styles —protestó Louis—.

"Quieres seguir peleando, ¿eh?" Harry se acercó a él con una sonrisa divertida. "Ok, lo hace más divertido para mí", bromeó. —¿Te vas a vestir?

—No —se negó Louis, dándose la vuelta en la cama, dándole la espalda al muchacho mayor—.

—Está bien —Harry se sentó en el borde de la cama, Louis sintiendo el hundimiento en el colchón, tensándose por tener a Harry tan cerca—. "Voy a contar hasta diez. Si no te has levantado de la cama a esa hora, entonces te vestiré a la fuerza. La decisión es tuya, sol... Uno... Dos... Tres..."

Louis no se molestaba en moverse. Se limitó a mirar fijamente a la pared, esperando a que terminara la cuenta regresiva.

"Nueve... Diez", terminó Harry. —Muy bien —suspiró antes de apartar completamente las sábanas del sumiso—. Maniobró ligeramente a Louis sobre su estómago y metió los dedos en la cintura de sus pantalones de dormir, tirando con cuidado de la tela por el redondo trasero del sumiso. —Todavía estás bastante mallugado, amor —señaló Harry en tono comprensivo—. "Parece que la enfermera no te ha puesto la loción tan bien como me hubiera gustado. Probablemente deberíamos hacerle otra visita antes del desayuno.

—De ninguna manera —objetó Louis—.

"Entonces, ¿quieres que me encargue yo?" —preguntó Harry y Louis apretó la mandíbula.

—Ni siquiera me duele, no necesito que  pongas excusas para intentar tocarme, estoy bien —insistió Louis.

—Un compromiso menos, entonces —sugirió Harry—. "Después de las clases de hoy, te prepararé un buen baño de burbujas calientes para ayudarte a relajar los músculos".

—Lo que sea —resopló Louis a modo de acuerdo—. "¿Puedes dejar de mirarme y dejarme vestirme ahora?"

—Ya te di la oportunidad de vestirte, amor —le recordó Harry—. "No lograste levantarte de la cama cuando conté hasta diez. Así que te vestiré. No sería un buen Domiante si faltara a mi palabra ahora, ¿verdad?

El chico más joven soltó un gruñido evasivo en respuesta y se puso flexible mientras Harry le bajaba el pijama y se lo quitaba de las piernas. Mantuvo la mirada desviada mientras el Consejero lo vestía, con un hormigueo en la columna vertebral, el corazón palpitando y el estómago palpitando mientras Harry le ponía un par de calzoncillos con estampado de leopardo.

"Estás emocionado de verme esta mañana", bromeó Harry.

—No te halagues tú mismo —Louis frunció el ceño—. Era natural que tuviera una erección a primera hora de la mañana. Sobre todo porque no había aprovechado la oportunidad de masturbarse desde su llegada. Una pequeña parte de él esperaba que Harry no notara su erección, o que al menos el Domiannte fuera lo suficientemente cortés como para fingir que no lo hacía. Claramente, era un tonto al pensar que Harry no aprovecharía la oportunidad para avergonzarlo.

—Ya estás listo —susurró Harry una vez que Louis estuvo completamente vestido con su uniforme en medio de la habitación. —Preséntate —pidió—.

—¿En serio? —preguntó Louis exasperado.

—Preséntate —repitió Harry, con ese tono dominante—. —Eso es todo —aprobó, todavía sonando bastante severo mientras Louis permanecía de pie con los pies separados, las manos en la cabeza y el pecho, la postura naturalmente llamaba la atención hacia su retaguardia. "Tal vez mañana me impresiones y te levantres por tu cuenta y estés bien vestido".

—Poco probable —comentó Louis lanzándole una mirada amarga—. "¿Y quién eres tú para hablar de vestirte adecuadamente de todos modos? Apenas tienes dos malditos botones arreglados —señaló la colorida camisa de Harry—. De alguna manera, la prenda parecía ajustarse perfectamente a la cintura del Dominante, pero colgaba suelta y en su mayoría abierta alrededor del área del pecho. Definitivamente, Louis había visto más de una vez el pezón de Harry.

—Ojos viendo al suelo —reprendió Harry—.

Louis dirigió su mirada a la alfombra.

"Espero que tomes mejores decisiones hoy", dijo Harry. "Te haré la cama, tú vas a lavarte los dientes y luego iremos a desayunar. ¿Suena bien?

—Sí —Louis abandonó la pose de presentación—.

—¿Disculpa? Harry colocó una mano en su hombro antes de que pudiera dirigirse al baño.

—Urgh, sí, señor —resopló Louis—.

—Dilo con mejor actitud la próxima vez, por favor —Harry retiró su mano y Louis frunció el ceño mientras avanzaba—.

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—Buen día —saludó Louis con cautela mientras se sentaba junto a Niall—.

El rubio estaba sentado en el regazo de Liam. Por lo que Louis podía decir, Niall ya había terminado su desayuno y ahora estaba compartiendo lo que quedaba del de Liam. En la mesa con ellos estaba un Zayn de aspecto hosco sentado junto a una consejera que parecía tener unos sesenta años.

—Buenos días —respondió Niall alegremente y Zayn soltó un gruñido—.

—¿Dormiste bien? —preguntó Liam cortésmente.

—Supongo —Louis se encogió de hombros—. "Es una lástima que me desperté todavía atrapado aquí con Styles desesperado por desnudarme y echarle vistazo a mi trasero".

—¿Ustedes dos ya están follando? Zayn sonrió.

—No molestes, amigo eso jamás pasará —se encogió Louis—