TREINTA Y SIETE

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La comodidad entre Niall y Liam claramente se estaba restaurando. En el desayuno, Niall estaba felizmente sentado en el regazo de Liam como lo había hecho tantas veces antes. En cuanto a su corbata de la escuela, todavía se negaba a usarla correctamente. Tenía un extremo de ella anudado alrededor de su muñeca, el otro extremo atado a la de Zayn, obligando al sumiso mayor a comer su cereal con una sola mano. Había una mirada de adoración en los ojos de Liam mientras miraba a los dos sumisos bajo su cuidado. Parecía que el Dominante estaba haciendo las paces con sus sentimientos de atracción.

Al otro lado de la mesa, Louis comenzaba a aceptar silenciosamente sus propios deseos por un tal Harry Styles. Aún no tenía intenciones de verbalizar ese hecho, pero reconocer la atracción en su propia mente seguía siendo un gran avance para él. Tomando un sorbo de su té y mirando a Harry comer su yogur, Louis se preguntó si sería capaz de persuadir al muchacho para que le hiciera otra mamada. En la privacidad de un dormitorio, por supuesto. Aunque Louis no se oponía del todo a la idea de que todos los sumisos en el comedor vieran a Harry haciéndole una mamada. Sin duda enviaría un mensaje claro de que Harry era suyo.

—¿En qué estás pensando, cariño? —preguntó Harry al ver la expresión pensativa en el rostro del sumiso.

—En nada —mintió Louis. Por el momento, era mejor no decir nada sobre sus posesivos pensamientos. No es que creyera que Harry se sentiría molesto. De hecho, Louis confiaba en que Harry se sentiría atraído por él y lo encontraría «lindo». Zayn y Niall, por otro lado, sin duda aprovecharían la oportunidad para burlarse de él y Louis no tenía energía para eso tan temprano.

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Después de la escuela, Louis se quitó el uniforme y se puso una ropa deportiva apropiada antes de salir al campo embarrado. Harry había reunido a otros sumisos y consejeros para un partido amistoso de fútbol. Por supuesto, al ser una escuela para reajustar el comportamiento, el juego "amistoso" se volvió demasiado competitivo, innecesariamente violento y, en última instancia, se convirtió en un caos. Una de los chicas se había vuelto especialmente desagradable cuando su equipo estaba perdiendo. Se había acercado a Louis y le había dado una gran patada en la espinilla, por mucho que se lo mereciera, Louis no estaba dispuesto a golpearla pero uno de los muchachos de su equipo no fue tan caballeroso cuando ella se giró para atacarlo.

Con el juego terminado y los Consejeros tratando de calmar la situación, Harry guió a Louis, regresando a la habitación del Dominante.

—La idiota esa me pateó bastante fuerte —admitió Louis, cojeando un poco por el dolor en la pierna. Se sentía un poco avergonzado de que una chica lo hubiera golpeado delante de todos, pero al menos Harry no se estaba burlando de él por eso.

—Esa chica es una amenaza —dijo Harry con desaprobación—. No te habría regañado si le hubieses dado un empujón.

—¿De verdad? —Louis arqueó una ceja—. Hasta aquí llegó eso de «tratar a la gente con amabilidad», ¿eh, Styles?

—No estoy aprobando la violencia ni diciendo que debas ir por ahí provocando peleas, solo que… ella no tenía derecho de ir contra ti de esa manera —afirmó Harry—. Hablaré con su Dominante más tarde para asegurarme de que reciba el castigo adecuado, no te preocupes.

—No importa, está bien —dijo Louis encogiéndose de hombros—. Parece que ese tal Scott le dejó un moretón, así que diría que tiene su karma.

—Me alegra que no le devolvieras el golpe —le dijo Harry con seriedad—. Estoy orgulloso de ti.

—Gracias, supongo —respondió Louis, apoyándose contra la pared mientras Harry abría la puerta—. Aunque le habría dado una patada si hubiera sido un chico.

Brat CampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora