𝐀𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 || Donde una chica llega a un lugar totalmente extraño sin recordar absolutamente nada sobre su vida.
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Donde los Habitantes reciben a una novata en el Área por primera vez en todos los a...
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DECIR QUE ESTABA NERVIOSO ERA POCO para describir cómo me sentía justo ahora.
Había querido evitarlo, o siquiera retrasarlo un poco más. Pero no podía hacerlo.
Yo mismo había dicho que quería hablar con ella. Claro, eso fue en un extraño ataque de valentía.
La cual había desaparecido tan pronto como se acercó y preguntó si podíamos ir un momento al mirador.
Hacer eso era una costumbre entre nosotros, pero esta vez era por un motivo diferente. Eso estaba más que claro...Al menos para mí.
Como siempre, ella subió primero. Aproveché esos breves momentos que estaba fuera del alcance de su vista para limpiar mis manos sudorosas en mis pantalones y respirar profundo.
Tú puedes.
Suspiré con los ojos cerrados y procedí a imitarla, subiendo cada escalón cuidadosamente hasta llegar a la cima.
Ahí, ella ya se encontraba apoyada en los barandales, mirando el cielo. Me tomé un momento para admirar la vista.
Tenía los brazos sobre la estructura de madera, el cabello se le movía ligeramente hacia la izquierda debido a la brisa nocturna. La camiseta, la cual se le ceñía en la cintura, resaltaba sus perfectas curvas.
Lucía tan malditamente hermosa. Y eso que sólo la estaba viendo de espaldas.
Tragué duro cuando volteó a mirarme y tomé eso como la señal para acercarme. Me paré a su lado, imitando su posición y elevé la vista al cielo.
Como si ahí, en la luna o las estrellas fuera a encontrar el coraje que me urgía en estos momentos.
Si no fuera tan cobarde, ella sabría de mis sentimientos desde hace mucho. Pero es que habían tantas razones por las que hacer eso me aterraba.
¿Qué tal si no era correspondido?
¿Qué tal si las cosas se ponían raras entre nosotros?
¿Qué tal si nuestra amistad se iba a la mismísima mierda por mis mierteros sentimientos?
A todo esto, ¿de qué quería hablarme? ¿Quería decirme algo o simplemente recordó que yo se lo había pedido antes de encender la fogata?
Como sea, ya estábamos ahí.
El sonido de su garganta carraspeando me devolvió a la realidad. Giré un poco para mirarla.
