𝐀𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 || Donde una chica llega a un lugar totalmente extraño sin recordar absolutamente nada sobre su vida.
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Donde los Habitantes reciben a una novata en el Área por primera vez en todos los a...
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NO PODÍA QUITARSE A BEN DE LA CABEZA. Se había ido a dormir pensando en él, en su Destierro.
Había sido algo tan horrible y desgarrador por sí solo, pero el hecho de que en cierta manera ella fuera culpable, la hacía sentir peor.
Sentada a las afueras del bosque, con las rodillas contra su pecho y abrazándose a sí misma, dejó correr las lágrimas por sus mejillas. Lloró en silencio y se sintió la peor persona del mundo por no haber intentado buscar una solución para Ben.
Trató con todas sus fuerzas de quitar esas imágenes de su mente, pero no pudo. Se repetían una y otra vez, como un bucle: Ben dentro del laberinto emitiendo un grito terrible; Ben suplicando que no lo hicieran; Ben aparentemente indefenso y sollozando; Ben señalándolos a ella y Thomas como "malos".
Enterró la cabeza en sus rodillas y apretó los ojos, las gotitas se deslizaron y humedecieron sus piernas. Pero poco o nada le importó.
De pronto, un conocido repiqueteo en la copa del árbol llamó su atención. Sabía claramente que se trataba de ellos, y no pudo evitar que el enojo llegara a ella como una oleada repentina.
Con la mandíbula tensa, se levantó y estiró el cuello para tratar de encontrar al maldito espía. Cosa que no fue tan difícil puesto que era de noche, y su característica luz parpadeante se notaba con más fuerza en la oscuridad.
Estiró la mano, intentando alcanzarlo pero falló en el intento. Extrañamente el bichito permaneció ahí, como si supiera que no tenía la necesidad de huir puesto que ella no podría atraparlo.
Pero estaban muy equivocados.
Con gran agilidad, trepó el árbol apoyando sus pies en las ramas que estaban a su alcance. Se impulsó hacia arriba y el escarabajo comenzó a deslizarse hacia abajo por el tronco, cosa que ella rápidamente notó. Volvió al suelo notando que la luz parpadeante comenzaba a alejarse, y ella lo siguió.
Se abalanzó sobre esta, atrapando al espía bajo su cuerpo. Se incorporó un poco y finalmente lo tomó con sus manos, lo extendió hacia el frente para mirarlo directamente.
—Púdranse. —pronunció entre dientes. Se levantó aún con el objeto en sus manos, volteó hacia el árbol y sin pensarlo, lo lanzó fuertemente hacia el tronco. Ocasionando que cayera en seco al suelo y que la luz roja se detuviera lentamente.
Respiró ligeramente agitada por la adrenalina del momento, y se sintió extrañamente aliviada por haber desquitado siquiera algo de su frustración.
Se pasó una mano por el cabello, mientras su respiración se regularizaba y la velocidad con la que su pecho subía y bajaba se normalizaba.
Dejó salir un suspiro y se cubrió la cara con ambas manos, profiriendo un grito ahogado. Sin más que hacer, se secó las mejillas y casi le da un infarto cuando volteó y vió a alguien frente a ella.
