XIX. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐍𝐨𝐭𝐞

119 15 10
                                    

CAMINABAN APRESURADOS TOMADOS DE LA MANO.

Sus dos coletas se movían de un lado a otro, y la mochila chocaba contra su espalda cada vez que tenían que esquivar los baches de la calle.

Había guardado todo lo necesario: Ropa, su manta favorita, una muñeca de trapo, una linterna, y una foto...
De su mamá.

Había dejado de llorar hace como media hora, pero las lágrimas secas seguían en sus mejillas.

Por su parte, su padre también traía una mochila. Claro, con más provisiones como comida, agua, mantas, linternas, entre otras cosas.

La pequeña elevó la vista unos segundos para contemplar la expresión de su padre.

Él también había llorado, pero había dejado de hacerlo más rápido para tratar de calmar a su hija.

Tenía que mostrarse fuerte y evitar derrumbarse para que ella tampoco lo haga.

Hizo un puchero volviendo la vista al frente cuando una ráfaga de recuerdos le vinieron a la mente como flashbacks, pero se dijo a sí misma que tenía que ser fuerte.

Por ella.

—A mami no le gusta que llore. —dijo en un susurro y con su mano cerrada en un puño, se limpió una lagrimita que amenazaba con deslizarse por su mejilla derecha.

El hombre apretó un poco el agarre ante las palabras que de no ser por la quietud de la calle no habría escuchado.

Y siguieron su camino.

||Capítulo Diecinueve — Nota Extraña||
“Dakota”

||Capítulo Diecinueve — Nota Extraña||“Dakota”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NEWT Y YO NOS BESAMOS. Dios mío, ¿de verdad lo habíamos hecho? ¡Sí! Y no podía estar más feliz.

Ahora mismo estaba ahogando mis gritos de felicidad enterrando la cara en mi saco de dormir. Dando vueltas sobre mi cuerpo de un lado a otro.

Cuando llegó el momento de despedirnos, osea cuando nos separamos del beso, sentí que tenía toda la cara roja.

Pero él estaba igual, así que me sentí más tranquila.

Había sido tan bonito, y no me había dado cuenta que llevaba tanto tiempo esperando eso hasta que sucedió.

Fue como haber pisado el paraíso.
Y que fuera recíproco lo hacía todo mil veces mejor.

No noté cuanto tiempo me la había pasado sumida en mis pensamientos y con una sonrisa tonta en la cara cada vez que revivía ese momento en mi cabeza.

Pero ya había amanecido.

Hoy me tocaba bañar, así que me levanté y estiré un poco, para luego arrodillarme sobre el pasto y enrrollar mi equipo de dormir.

Me acerqué a mi caja, aquella con cerradura que contenía mi ropa.

La abrí con su respectiva llave y saqué una camiseta y pantalones limpios.
Volví a cerrarla y dejé mi saco de dormir hecho bolita sobre esta.

𝐀𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 ━━ NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora