𝐀𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 ━━ Newt

XVII. 𝐖𝐢𝐬𝐞 𝐀𝐝𝐯𝐢𝐜𝐞

||Capítulo Diecisiete — Sabios Consejos||
“Dakota”

PARA CUANDO VOLVÍ Y MIRÉ EN DIRECCIÓN a donde hace un rato estábamos Chuck y yo charlando con el novato, ahora estaba Newt.

Ambos parecían estar conversando, por lo que, para no interrumpir caminé hacia Minho y los muchachos.

—¡Pero si es Daki-doki-daki! —dijo Minho cuando me senté entre él y Chuck. Lo miré y solté una risa.

Sus ojos estaban más achinados de lo normal debido a que traía una sonrisa tonta. Además, se tambaleaba ligeramente en su sitio. Definitivamente estaba ebrio.

—Newt se sentía muy solito cuando te fuiste. —hizo un puchero exagerado y rodé los ojos divertida.

—Ajá.

—¿No me crees?

—Pues no sé si deba creerte nada en este estado. —negué mirando hacia el frente y observé que algunos chicos ya comenzaban a retirarse para dormir.

La fogata aún encendida nos proporcionaba un sentimiento cálido. Sonreí un poco pero de pronto un espantoso gemido, proveniente del laberinto, hizo que todos se detuvieran por un momento.

Pero tan pronto como lo hicieron, volvieron a lo suyo.
Era sólo un Penitente...Y no podían cruzar los muros.

Miré a Chuck, estaba un poco sobresaltado así que palmeé ligeramente su espalda.

—Tranquilo.

Él me mostró una pequeña sonrisa en señal de que todo estaba bien.

—Uh-uh. —negó Minho de pronto haciendo que volviera mi atención a él. Parecía ajeno al horrible sonido de hace un momento.

—¿Qué?

—Los borrachos siempre decimos la verdad. —se llevó una mano al pecho.

—¿Ah sí? —pregunté volviendo al tema y él asintió con orgullo. —Bien, si puedes recitar el alfabeto al revés, creeré todo lo que digas.

Estaba tan mareado que sabía que para cuando haya acabado (si es que lo hacía) ni se acordaría de lo que estábamos hablando.

Grande fue mi sorpresa cuando recitó exactamente lo que le había dicho sin ningún problema y en tan solo medio minuto.

Abrí la boca sorprendida.

—¡Wow! ¡Eso fue increíble! —exclamó Chuck a mi lado.

—¿Cómo...?

—¿Qué? Soy Corredor, tener buena memoria es uno de los requisitos. —se encogió de hombros.

Suspiré incrédula. Sin duda era excelente en su trabajo. Y lo admiraba mucho.

—¿Ahora si me creerás cuando te digo que le gustas?

—Cállate. —musité mientras sentía como el calor, y no precisamente por el ambiente, subía a mis mejillas.

—Vamos, ¿por qué eres tan incrédula? —preguntó arrastrando las palabras.

Lo miré y luego viajé mi vista hacia Newt. Aún seguía hablando con el novato, pero cuando me notó hizo contacto visual y sonrió, elevando una mano para saludar.

Thomas también volteó y les devolví el saludo a ambos.

¿Minho tendría razón?
Y...¿Qué tal si sí?

¿Me gustaba Newt?

Volví a mirar a aquel muchacho rubio. Era atractivo, eso no lo podía negar.

La forma en que sus cortos mechones caían sobre su rostro cuando reía o sacudía la cabeza. Cómo su entrecejo se fruncía cuando no comprendía algo, se enojaba, o estaba irritado.

Cómo cuando sonreía a veces podía hacerme olvidar hasta de cómo respirar. Y cómo sus ojos brillaban...

Sacudí mi cabeza y parpadeé repetidas veces. Sorprendida de mí misma. De mis pensamientos respecto a quien se supone era uno de mis mejores amigos.

Dios, creo que él me gusta.

Solté una ligera risa nasal, incrédula.

—¿Ves? Incluso sonríes como boba.

Miré a Minho, ¿había estado sonriendo mientras pensaba en él?

—Daki, deja de engañarte a ti misma. —dijo restregándose un ojo, alguien comenzaba a tener sueño. —Te arrepentirás si dejas que el tiempo siga pasando y nunca ocurra nada entre ustedes.

Reflexioné eso. Quizás Minho tenía razón.

—Para estar borracho, das buenos consejos. —él sonrió y bostezó. —Pero...No sé, ¿crees que sea buena idea intentar algo mientras sigamos aquí?

Él me tomó por los hombros y me miró seriamente.

—No es por ser negativo, pero...¿Qué tal si nunca encontramos la salida?

Sentí una presión en el pecho. La sola idea de pasar el resto de mi vida aquí me revolvía el estómago.

Lo miré, esperando a que continuara.

—Arriésguense. Y si él no lo hace primero... Entonces hazlo tú. No dejes que esta maldita situación a la que fuimos obligados a vivir haga tu vida miserable...No cuando tienes oportunidad de hacerla siquiera un poco menos horrible.

Un destello de tristeza era visible en sus ojos. Pero no dije nada. Sabía que Minho no era muy abierto a la hora de hablar sobre sus sentimientos.

Finalmente, solté un suspiro y asentí.

—Bien. —me soltó y se levantó. —Yo ya me voy a dormir.

—Descansa.

—Gracias, igual tú. —murmuró y se dió media vuelta para irse.

Pero antes de que se fuera, lo llamé.

—Minho. —volteó a verme, había pasado de verse ebrio a somnoliento. —Gracias.

—Cuando quieras, shank.

Le devolví la sonrisa y finalmente se fue.

Suspiré y eché la cabeza hacia atrás, ni siquiera había notado en qué momento el ruido en el Área había disminuido.

Tan solo quedaban algunos muchachos despiertos, y ya ni el novato estaba a la vista.

Giré a mi izquierda y noté a Chuck dormido con los brazos sobre el tronco en el que estábamos sentados Minho y yo, y la cabeza sobre estos.

Sonreí un poco y toqué dos veces su espalda.

—Oye Chuckie, ve a dormir.

Él alzó la cabeza un poco aturdido y luego asintió.

—Ah...Sí. —murmuró y se levantó. —Hasta mañana Daki...Te quiero.

Me abrazó y rodeé su cuerpo con mis brazos enternecida.

—Hasta mañana, enano. También te quiero.

Un par de segundos después se apartó y sin más que decir, caminó a pasos torpes hacia la Finca.

La fogata estaba ya casi apagada, pero aún iluminaba lo suficiente como para ver quiénes estaban alrededor.
Entre ellos Gally, Winston, Alby, Jeff, algunos más...Y Newt.

Tomé aire y me levanté. Era ahora o nunca.