El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas, sus rayos dorados cayendo suavemente sobre la habitación, iluminando el espacio con un resplandor cálido y acogedor. Taehyung, tumbado en su cama, emitió un gemido bajo mientras sus ojos parpadeaban contra la luz, luchando por adaptarse al brillo del nuevo día. Su cabeza palpitaba con una insistente punzada, como si pequeños martillos golpearan dentro de su cráneo, y cada latido parecía resonar en su mente, intensificando el malestar.
Sentía la boca seca y pastosa, un sabor amargo que no podía identificar y que empeoraba la sensación de resaca. Su estómago se revolvía con náuseas, haciéndolo temer que cualquier movimiento brusco podría desencadenar un vómito. Intentó moverse, pero el simple acto de girarse en la cama hizo que el mundo girara a su alrededor, un remolino de vértigo que lo obligó a quedarse quieto. Cerró los ojos con fuerza, esperando que la sensación mareante disminuyera, y respiró profundamente, intentando calmar su agitado cuerpo.
La luz todavía era intensa y dolía el simple intento de abrir los ojos, pero sabía que tenía que levantarse, tomar algo para la resaca y empezar el día, pero por ahora, decidió permitirse unos minutos más en la cama, disfrutando de la suave brisa que entraba por la ventana.
No recordaba mucho de la noche anterior, solo fragmentos borrosos de risas, música y la sensación cálida de estar junto a Jungkook. Las imágenes pasaban por su mente como una película muda, escenas sin sonido que solo acentuaban la confusión de su resaca.
Con esfuerzo, se incorporó en la cama, apoyando la espalda contra el cabecero y cubriéndose los ojos con una mano. Cada pequeño sonido, desde el canto de los pájaros hasta el zumbido de su teléfono en la mesita de noche, parecía amplificado, enviando oleadas de dolor a través de su cabeza.
Tae suspiró profundamente y trató de recordar los detalles de la noche anterior. Se esforzó por conectar los fragmentos dispersos en su mente, reviviendo la emoción de salir con Jungkook, la risa despreocupada y la conexión que había sentido entre ellos. Recordaba la anticipación al encontrarse, la energía eléctrica que parecía fluir entre ellos mientras exploraba la ciudad juntos.
Entre los recuerdos difusos, había una imagen clara de ambos en una sala de karaoke. El ambiente vibrante, las luces de neón parpadeando, y las risas resonando en las paredes. El castaño recordó vagamente haber corrido por el pasillo del karaoke, riendo como un loco. Kook, siempre atento, salía detrás de él, su expresión una mezcla de preocupación y diversión.
Las imágenes se volvían más claras: él saltando y rodando por el suelo, disfrutando del caos que él mismo había creado. Recordó cómo había decidido tirarse al suelo varias veces, ya fuera por pura voluntad propia o cayéndose accidentalmente. Cada caída había sido recibida con una risa incontrolable.
También recordó correr por la calle, el aire fresco de la noche acariciando su rostro mientras sus pasos resonaban en el pavimento. Jeon lo seguía, riendo y tratando de mantener el ritmo, su preocupación evidente pero suavizada por la alegría compartida. Habían corrido juntos, sin rumbo fijo, simplemente dejándose llevar por la euforia del momento.
También, recordó haber gritado a todo volumen mientras cantaba una canción que no lograba identificar. Su voz se mezclaba con la música, desafinada pero llena de pasión. El azabache había estado a su lado, cantando con él, sus voces creando una armonía imperfecta pero hermosa. La sensación de estar juntos, de compartir esos momentos de pura alegría, había sido algo que Taehyung atesoraría siempre.
Finalmente, abrió los ojos lentamente y miró a su alrededor, tratando de encontrar algo que le ayudara a aliviar la resaca. Su vista se posó en un vaso de agua y una botella de analgésicos en la mesita de noche. Con movimientos torpes, tomó el vaso y bebió con avidez, sintiendo el líquido fresco aliviar su garganta seca.
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Panacea | KookV/KookTae
FanficDicen por ahí que la panacea es el remedio para cualquier mal, aquello que cura todo, incluso, prolonga indefinidamente la vida, una promesa de una vida libre de dolor y sufrimiento. Jeon, un joven de corazón cálido y compasivo, se encuentra con Tae...