Anna.
Abro lentamente mis ojos, sintiendo una punzada de dolor en mi cabeza al hacerlo. Parpadeo varias veces, tratando de orientarme, al instante me doy cuenta de que algo no está bien. No puedo ver nada, no hay nada a mi alrededor. Entro en pánico de inmediato, toco mi rostro y mis ojos buscando una explicación.
-¿Qué me pasó? ¿Por qué no puedo ver? – Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos mientras intento recordar qué pasó. Nada.
No podía recordar mi nombre, mi edad o incluso cómo lucía mi rostro. ¿Cómo es posible? No solo no puedo ver nada, tampoco puedo recordar nada. Intento respirar profundo para calmarme. Me siento claustrofóbica, necesito salir de aquí. Intento hablar, pero mi garganta está seca, únicamente logro emitir un débil gemido. Un sonido constante a mi lado comienza a pitar cada vez más fuerte, igual que los latidos de mi corazón.- Tranquila, Anna, - me dice con voz suave de mujer. - Estás a salvo aquí. – Siento su mano reconfortante sobre mi hombro. Me aferro a ella con desesperación.
- ¿Qué me pasó? - intento preguntarle en mi desesperación pero mi garganta seca se niega a hablar.
- Trata de calmarte, Anna, respira profundamente y suelta el aire lentamente. – Sigo sus instrucciones. – Eso es, una vez más, muy bien. ¿Te sientes mejor?
Asiento con mi cabeza porque tengo un nudo en mi garganta que no me deja hablar. Sigo respirando como me dijo.
- ¿Puedes decirme qué es lo último que recuerdas? - me pregunta.
Frunzo el ceño, luchando por encontrar alguna pista en medio de la neblina que nubla mi mente. Cierro los ojos con fuerza, tratando desesperadamente de recordar algo, cualquier cosa que pudiera darle una pista sobre quién soy y cómo he llegado aquí. Nada. Un escalofrío recorre mi espalda; todo lo que puedo recordar es nada.
- L-lo siento, - susurró finalmente, con la voz temblorosa. – N-no recuerdo nada.
- Entiendo – dice con calma. – Ahora te encuentras en un hospital, Anna. Yo soy Bianca, tu enfermera. Espérame un momento mientras voy a buscar al doctor, ¿sí? No tardaré.– dice soltando sus manos de las mías, y sale de la habitación dejándome sola.
Me siento invadida por una sensación abrumadora de miedo y desorientación. ¿Quién soy? ¿Qué me ha pasado para terminar en un hospital? Gracias a la enfermera sé que mi nombre es Anna. Es todo lo que sé. Mientras las preguntas seguían dando vueltas en mi mente, cierro los ojos y me dejo llevar por el agotamiento.
- Me duele mucho el cuerpo. – intento moverme un poco. – ¿Cuánto tiempo llevo aquí? Necesitagua.-, pienso, y escucho que se abre una puerta.
- Ya estamos aquí, Anna – escucho decir a Bianca, mientras camina hacia mí. Como si supiera lo que necesito, coloco una botella de agua en mis manos. Hay alguien más en la habitación, imaginó que es el doctor.
- Anna, me alegra que despertarás – dice él, mientras abro la botella de agua – yo soy el doctor Cho, ¿cómo te sientes? Bebe un poco de agua. Poco a poco – dice al verme beber ávidamente – o la vas a vomitar. - Me detengo porque no quiero vomitar.
- Estoy cansada, no puedo ver nada y mi mente está vacía. No sé quién soy. ¿Por qué estoy aquí? ¿Hace cuánto tiempo? – le digo cayendo en la desesperación otra vez.
- Entiendo que todo esto debe ser muy confuso para ti. Pero quiero que sepas que estamos aquí para ayudarte a recuperarte. – dice en un tono que me transmite calma.
- Tu memoria y tu vista han sido afectadas por un traumatismo craneal que recibiste en un accidente.
¿Accidente? Mi mano se va a mi cabeza instintivamente. Trato de procesar esa información mientras el doctor continúa explicándome detalladamente el alcance de mi lesión y cómo afecto mi vista y mi capacidad para recordar eventos pasados .
- En el tiempo que llevas aquí te has recuperado físicamente, ahora sabemos que no sucedió lo mismo con tu memoria y tu vista, - me explica el doctor. — Trabajaremos juntos para fortalecer tus habilidades cognitivas y ayudarte a recuperar gradualmente tu memoria. También debemos determinar el alcance de la pérdida de tu visión. Al ver que no digo nada, el doctor continúa hablando.
- Entiendo que esto puede parecer abrumador en este momento, pero quiero que sepas que no estás sola en este proceso, - me dice con empatía. — Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino y juntos superaremos este desafío.
- Gracias. – Le digo sintiendo un nudo en mi garganta.
- Es normal para cualquier persona en tu lugar sentir frustración, ansiedad o confusión. – Eso es justo lo que siento ahora.
- Debes tener mucha paciencia para adaptarte a esta nuevrealidad.-, - me dice cuando otra enfermera irrumpe en la habitación.
- Permiso, doctor Cho. El señor Kim está aquí.
*Nota de Autor:
📢 [Actualmente esta historia esta participando en los PremiosGemasPerdidas, en la categoría Fanfictión]📢 [Actualmente esta historia esta participando en los Star Pop Awards 2024, en la categoría Romance]
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PERDER PARA ENCONTRAR [#PGP2024] [#starpop2024]
FanfictionPerder para encontrar narra la historia de Anna, una mujer que despierta en un hospital sin memoria y sin vista en un país desconocido después de un aparatos accidente. Con la ayuda de quienes Anna cree los culpables del accidente, se embarca en un...