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CAPÍTULO 38

Anna. 

Yoongi detuvo el auto frente al edificio donde estaban las oficinas. 

—¿Lista para enfrentar al mundo? —preguntó con una sonrisa.

—Lista— respondo, tomando una respiración profunda antes de abrir la puerta y salir del coche. 

—¡Mira quiénes llegan! —exclama Jin cuando nos ve. - La pareja del año. ¿Qué tal la cena de anoche, Anna? ¿Agotadora? 

Sonrió tímidamente mientras todos ríen de su broma; ya me esperaba algún comentario así de alguno de ellos; con estos hombres hay que perder la vergüenza. 

—La verdad es que sí —respondo lanzándole una mirada divertida a Jin mientras me acerco a él—, pero eso es lo que pasa cuando te diviertes… ¡Demasiadas veces! —terminó susurrando esa última frase en su oído. 

Jin levanta sus cejas, claramente disfrutando del momento y rompe a reír de nuevo. 

—¡Eso es todo, campeón! —le dice a Yoongi golpeando su hombro. 

La risa y las bromas entre ellos aliviaron un poco la tensión que había acumulado durante el trayecto. Sin embargo, pronto Nam cambió de tema y su expresión se volvió seria. 

- ¡Bueno, bueno, a lo que vinimos! Anna, tenemos algo importante que discutir contigo. 

- Sí… ¿Cuáles son tus intenciones con Yoongi? —dice Taehyung y vuelven a reír otra vez. 

- Ya basta! ¡Es en serio! —los regaña Nam, y golpea a Taehyung con unos papeles que trae en la mano. 

- A lo que vinimos! Jin ha estado revisando algunos documentos relacionados con James Harrington… Y parece que eres la heredera de su fortuna. 

Las palabras resonaron en la habitación como un eco inquietante. Sentí cómo mi estómago se revolvía ante esa revelación.

—No quiero tener nada que ver con ese apellido —digo con firmeza, recordando lo que descubrí de ellos. 

—Entendemos tus sentimientos, Anna —respondió Nam con empatía—; pero piensa en esto: Harrington dejó un legado importante y hay cosas que podrías hacer con esa herencia. 

—¿Cómo que? —pregunté cruzando los brazos sobre mi pecho defensivamente.

—Abogado, explicale. —le dice Nam a Jin como si estuviese agotado. 

—¿Eres abogado? —le preguntó sorprendida a Jin, porque no tenía ni idea. 

— ¡Me ofendes! —me reclama - Soy más que una cara bonita, Anna. En fin, podrías usar el apellido Harrington para llegar al fondo del negocio de trata de personas —sugirió lleno de convicción. 

- Tu padre estaba involucrado…

- No es mi padre - aclaro. 

— Bueno, bueno… El viejo Harrington era conocido por estar involucrado en ese negocio. Si te posicionas correctamente, podrías ayudar a desmantelar esas redes desde adentro. — Me explica. 

Senti cómo mis pensamientos chocaban entre sí; por un lado, quería rechazar todo lo relacionado con James Harrington y su legado oscuro, pero por otro lado, sabía que había una oportunidad real para hacer algo significativo.

—Puedes hacerlo —afirma finalmente Yoongi, mirandome fijamente con intensidad. 

—¿No crees que es peligroso? —le pregunto acercándome a él intrigada y un poco inquieta. 

—El apellido Harrington parece ser un estándar de poder y control en ese mundo. —dice con su voz profunda y calculadora—. Pero tú no deseas honrar ese apellido… Entonces debes demostrar quién eres y de donde vienes. —Termina diciendo sosteniendo mi barbilla. 

—Eso tiene algo de cierto —continúa hablando Jin—. Puedes hacer algo bueno. 

—No vaciles —me susurra—. Yo estaré a tu lado en cada paso. 

—Podría valer la pena —dice Taehyung. 

—Es arriesgado —dice Yoongi—, pero estaremos allí contigo. —Me sonríe y me guiña un ojo mientras acaricia mi mejilla y mira mis labios. 

—Así es —confirma Jungkook—, estemos allí contigo. 

—Aun así es tu decisión, Anna —dice Nam. 

Busco una respuesta en mi mente mientras los observo; todas sus miradas están en mí, esperando mi decisión. Excepto por Hoseok, él estaba observando a Yoongi y luego se quedó extramamente ensimismado. 

- Bien… Si puedo salvar algunas vidas, entonces valdrá la pena. Tal vez esta es la oportunidad perfecta para transformar el legado Harrington en algo positivo. —Digo con una renovada determinación. 

- Perfecto. Comenzamos a trabajar en ello entonces. —afirma Nam mientras me sonríe ampliamente con satisfacción.