EXTRA: Agust

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(El día de la explosión. Capítulo 29)

Ira.

Dolor.

Confusión.

Frustración.

Inseguridad.

Perdida.

Tristeza.

Culpa.

Miedo.

Terror.

Desesperación.

Su grito de dolor resonó en mi esencia ancestral. Su mente está sumida en un caos de emociones que lo envuelven como una sombra oscura.

-Ah, la fragilidad del ser humano -pienso al ver cómo una parte de él parece desvanecerse.

- Eres descendiente de reyes. ¡Levántate! -le grito mientras me entrelazo con él.

Permito que imágenes de mi pasado comiencen a fluir en su mente: visiones de batallas ganadas, coronas brillantes y pueblos enteros arrodillándose ante mí. Yo soy Agust, un rey cuya sangre corre por sus venas. Y ahora, mientras el mundo se desmorona a su alrededor, es tiempo de recordarle quiénes éramos realmente.

El eco de mis palabras reverbera en su interior; lo veo secar sus lágrimas de dolor con determinación, y recoger el cuerpo de su amigo para sacarlo de las llamas que los rodean

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El eco de mis palabras reverbera en su interior; lo veo secar sus lágrimas de dolor con determinación, y recoger el cuerpo de su amigo para sacarlo de las llamas que los rodean.

Observo desde las sombras de su mente a sus amigos correr hacia él; siento cómo la energía del grupo comienza a envolverlo como una manta cálida.

-Ellos están aquí por ti -le susurró-. Permíteles ayudarte a cargar este peso.

Así, permanezco oculto mientras él comienza a encontrar su camino hacia la luz nuevamente.

(Más tarde. Capítulo 31)

Hay un peso invisible que invalida mis intentos por liberarme. No puedo sentir nada. La confusión comienza a apoderarse de mí.

¡Tanquilizate! -susurra él en mi mente, sintiendo mi lucha interna -estamos bajo los efectos de un sedante; nuestra mente está nublada, pero ya pasará.

-Él debe pagar por lo que nos hicieron. -digo con intensidad creciente

-No podemos dejarnos llevar solo por la ira; eso nos hará perder el control.

-Te has vuelto muy sabio. -digo lentamente.

- He crecido.

- Ya veo. Aun así me necesitas. - Le recuerdo.

- Lo sé. Ya planearemos como enfrentarlo sin perder nuestra humanidad en el proceso.

De esta manera, permanecí con él en esta oscuridad momentánea. El tiempo parecía dilatarse mientras los efectos del sedante comenzaban a desvanecerse.

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