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CAPÍTULO 8

Jin

Estoy en lo que será la habitación de Anna moviendo los últimos muebles, cuando escucho el auto de Yoongi.

- ¡Llegaron! - susurró. - Espero que sea cómoda para ella.

Miro por la ventana y los veo subiendo las escaleras lentamente. No tuve tiempo para prepararle algo de comer. Si no fuera porque Nam dejó caer las lámparas dejándolas inservibles, ya hubiese terminado. Y como si eso no fuera suficiente, se fue a conseguir otras y me dejó solo con el desastre. Confío en que Yoongi se encargue de alimentarla.

- Creo que así está bien. Hay suficiente espacio para que todo sea accesible para ella. Solo faltan las lámparas, con suerte llegarán enteras.- Satisfecho con el lugar, caminé hacia la casa principal.

- ¡Llegaron! - exclamó al entrar a la casa - ¡Qué bueno que ya están aquí!

- ¡Hace rato que llegamos! - se queja Yoongi concentrado en la cocina - ¿Dónde estabas?

- ¡Calma! ¡Calma! Ja, ja, ja — respondió riendo—, estaba algo ocupado dándole los últimos toques a la habitación de nuestra invitada, que por cierto no la veo. ¿ Dónde la escondiste?

- No la escondí en ningún lado. Esta allí en la sala de estar.

- ¡Oh...! - camino hacia la sala de estar, y allí está ella - Aquí estás, tú debes ser Anna. Es un placer conocerte al fin, yo soy Kim Seok-Jin. Puedes decirme, Jin.

- H-Hola, señor Jin - responde ella tímidamente.

- ¡No, no...! Solo Jin, por favor.

- Jin - contesta ella con más confianza. - ¿Es usted quien iba a visitarme al hospital? - pregunta con curiosidad.

- ¡Oh...! No, no, ese es Nam. Ya lo conocerás en persona—le digo. - ¿Y qué te ha parecido el lugar?

- Acabamos de llegar, no ha podido recorrer el lugar. - aclara Yoongi en su lugar - ¿Me ayudas a poner la mesa, Jin? Y a guiar a Anna hasta el comedor.

- Sí. ¡Vamos, Anna! Estoy a tu izquierda. — Ella se levanta y toma tímidamente mi brazo. - Eres diminuta, ja, ja, ja - le digo mientras caminamos.

- ¡Claro que no! ¡Tengo una estatura promedio...! - me respondió ella a la defensiva.

- ¿En serio? ¿Cuánto mides? ¿Un metro? - bromeó con ella y le muestro dónde sentarse.

- Mido 1.60. Esa es una estatura promedio—me insistió ella.

- ¡Claro, claro! ¡Si tú lo dices! - le respondo desde la cocina riendo.

Yoongi le sirve en un tazón y empezamos a comer.

Mi primera impresión al ver a Anna fue que parecía estar a punto de quebrarse, física y emocionalmente. Ella parece necesitar un abrazo, pero no quiero hacerla sentir incómoda su primer día aquí. Me decido animarla para hacerla reír, aunque sea un poco.

Anna.

- ¡Mmmm! Está increíble. -dice Jin quitándome las palabras de la boca. El sabor es increíble aunque demasiado picante para mi gusto, pero no me quejo.

- ¿Te dijeron en la clínica cuánto mides? - me pregunta el señor Min.

- Oh... No. - Y entonces caigo en cuenta, llevo mis manos a mi boca de la sorpresa. - Nadie me lo dijo. ¡Lo recordé!

- Eso es excelente, Anna - me felicita. — Verás que poco a poco todo vuelve a tu mente.

- Es lo primero que recuerdo de mí. - digo emocionada.

Sentí una mezcla de emociones. Aunque fuera algo insignificante, era lo primero que recordaba de mí. El señor Min siguió haciéndome preguntas sobre si recordaba haber comido esta comida antes, pero no recuerdo nada más.

- Te tengo una pregunta, Anna. - me dice de pronto Jim haciendo que le dé toda mi atención - ¿Sabes por qué los pájaros no usan Facebook?

- ¡Ay, no puede ser! - se queja el señor Min.

- Porque ya tienen Twitter. - dice Jin y suelta aquella carcajada.

- ¿Qué? - digo confundida, pero al escucharlo reír empiezo a reírme también, no porque haya entendido el chiste, sino porque su risa es muy extraña y contagiosa. Luego el señor Min también se une a la risa.