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CAPÍTULO 4

Yoon-gi.

Hoy dan de alta a Anna, y aquí estoy yo para llevarla a donde será su estadía por los siguientes meses o hasta que sepamos más de todo este asunto. Es primera vez que vengo a verla, y para ser honesto no tenia muchas ganas de hacerlo.
Nam es quien ha estado pendiente de hacerle seguimiento a su salud. Pero ahora está con Jin en la casa de campo coordinando todo. Y ya el doctor firmó el alta, dejándonos sin tiempo.

- Estoy seguro que Jimin hará un mejor trabajo que yo tratando con ella. – le dije a Nam cuando me pido venir por ella.

- No tenemos tiempo. Y Jimin esta fuera del país. Así que solo quedas tu– fue la respuesta de Nam ante mi negativa.

Así que aquí estoy. Caminando sin mucha determinación por los pasillos de la clínica hasta su habitación. Al llegar abro la puerta sin hacer ruido para no asustarla ya que la enfermera nos informó que se pone nerviosa con facilidad. Ella no se da cuenta de mi presencia, parece estar pensando en algo intensamente, mientras se abraza a si misma, esta sentada en la cama con ropa deportiva demasiado ancha para su delgado cuerpo.

-Así que esta es la mujer que desencadenó todo este desastre – pienso. No se parece en nada a la fotografía de su pasaporte, ha perdido peso.

- Pan comido. – dice con sarcasmo, cuando estoy a punto de hablarle– si no fuera por el pequeño detalle de que estoy ciega sin saber quien soy y de paso sola. – termina diciéndose a si misma.

Me sorprendo y me quedo en silencio con curiosidad por ese repentino ataque de rabia, y me recuesto a la pared esperando. Lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas mientras su rostro se contrae con impotencia.

-Esto será más difícil de lo que imaginé – pienso al verla derrumbarse. Pero los dos segundo que me llevó pensar eso fueron suficientes para que ella cambiara la expresión de su rostro por una más valiente mientras se limpia las lágrimas.

- No se quien rayos haya sido antes de ese accidente. Pero no me voy a dejar vencer por esto. – dice. Me sorprende tanto su determinación que no puedo evitar felicitarla.

- Bravo!! – digo mientras le aplaudo varias veces.

- Hola? Quien esta ahí? – pregunto ella sorprendida.

- Esa es la actitud!! – digo sin responder a su pregunta.

- Quien es usted? – pregunta ella insistente. – Y porque entra a mi habitación sin llamar? – me reprocha.

- Discúlpe la interrupción señorita Rodríguez, vengo de parte de la aerolínea donde ocurrió el accidente, para disculparnos sinceramente por lo ocurrido y para ofrecerle la ayuda qué necesita para su pronta recuperación.

- Pues gracias por su disculpa señor…

- Min. – digo, aun parece molesta por la interrupción.

- Señor Min – repite ella.

- Se que mi visita es inesperada. Pero queremos informarle que así como nos hemos hecho cargo de sus gastos médicos desde el accidente, también cubriremos el proceso de su recuperación como una forma de indemnización por lo sucedido. – su rostro se sorprendió ante mi explicación, no se lo esperaba.

- M-muchas gracias por su generosidad señor Min.