Cáp. 12: Abuso de confianza

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Luna se metió a lavar y salió fresca como una lechuga, esperaba que Rolf le comenzara a decir una sarta de cosas sobre no volver a ponerle una mano encima, pero a ella ya no le importaba... quizás nunca lo tendría, pero al menos ya lo había tocado, había logrado que tuviera una erección y que terminara, quizás no era la gran cosa, pero significaba mucho... significaba que podía ser una mujer complaciente

Ella se sentó de nuevo, pero más segura de si, aunque Rolf seguía sin hablar ¡Ah! Maravilloso ¿Acaso entonces resultaría que ahora el sería el que no dijera una sola palabra! Luna no forzaría la situación que ella había comenzado, quizás lo mejor era regresar, no importando la lluvia

-Regresaré al campamento - le dijo a Rolf no esperando respuestas, notaba que el muchacho estaba enfurruñado ¡Se veía precioso! Según Luna, quien hubiera querido no lavarse la mano, pero no era posible tal imposición

-Por supuesto que no - respondió Rolf sin mirarla, cruzado de brazos, observando la lluvia

-Bueno... creo que ya estamos a mano - le dijo la rubia y Rolf alzó su ceja enfatizando su mirada en ella azorado - Y me regreso al campamento, yo les digo que nos alcanzas después y...

-¡Tú no te mueves de aquí! - Gruñó Rolf volviéndose molesto y pegándola a la pared del tronco - ¿Cómo que ya estamos a mano? - Pero ella no respondió, era demasiada tentación, cruzó sus brazos al cuello y simplemente... lo besó...

Hermione suspiró cuando descubrió que su moneda que usara para comunicarse con el ED brillaba, un mensaje que daba vueltas una y otra vez en espiral simplemente decía: Estoy bien, con Rolf, Luna...

Bien, si el tipo ese estaba con ella, podía estar de lo más tranquila, aparte que la maldita lluvia no cesaba y Draco no aflojaba... Ella en verdad se preguntaba que pasaba con el rubio que era tan reacio

Draco se quedaba dentro de su habitación y Hermione no hacía ni el intento de meterse, puesto que a lo mejor la cortina tenía algún encantamiento de hierro para que no entrara, como ella lo había echo al principio, por lo que esperaba pacientemente a que el señorito saliera de la habitación ¡Dios Santo! Esos señoritos sangre limpia si que tenían sus defectos moralistas

¡Y ella que quería ir en contra de sus principios, tirarse a la perdición, tirarse al rubio y romper con el esquema de lo que una mujer tiene que ser! Ella era una mujer casada, abandonada y no disfrutada ¡Eso si era para morirse! Pero sus planes de seducción no funcionaban ¡Bueno! ¿Es que cuando había sido ella una mujer seductora si todo el tiempo se la pasaba metida en los libros?

Por eso había tirado el maldito anillo de bodas...

El rubio salió más tarde, ella estaba sentada en una silla junto a la mesa, con la comida preparada, Draco le sostuvo la mirada y se sentó al otro extremo de la mesa, ella no dejó de ironizar

-¿Quieres comer, beber o tener sexo?

-¡Dios Santo! - Bufó Draco

Hermy estaba decidida a todo, por lo que no le dio tiempo de nada al rubio, casi brinco sobre la mesa hasta el lado en donde Draco estaba sentado, ella apoyó sus pies en las piernas del rubio mientras se balanceaba en la mesa, con el pelo suelo, enrulado sobre su rostro, se notaba sexy y luego una blusa que se escurría por el hombro, ella se inclinó levemente y el notó definitivamente que no traía sostén

Se ruborizó al mirar un pecho desnudo a través del escote que era amplio, eso completaba el cuadro, el dragón se imaginó que ella no iba a para hasta obtener lo que deseaba, era demasiada tentación, la tensión se centraba en su entrepierna y ya no sabía que hacer... permitir que su amigo explorador entrara en una selva prohibida... No podía ser tan malo

Bello ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora