Ron iba caminando hacia ella acomodándose su traje de gala, ella intentaba no pasar por su camino, deseando llegar al despacho y cerrarle la puerta en sus narices, cuando de pronto, Ron palideció, Hermy no entendió esa reacción hasta que sintió como Draco la sujetaba del brazo con fuerza
Prácticamente la asió hacia su cuerpo, ella automáticamente rodeó su brazo con sus manos enguantadas, apoyó su cabeza en su hombro y pasaron delante de Ronald que estaba pálido, boquiabierto y paralizado, Draco no se dignó en mirarlo siquiera, porque avanzaron hacia el despacho y el rubio abrió la puerta y entraron
Al cerrar detrás de ellos la puerta, las murmuraciones no se hicieron esperar y Ron se quedó ahí, de pie, humillado ¿Entonces era cierto? ¿Hermione se había enredado con Malfoy, con su peor enemigo? ¿Aquel que tanto daño le había echo en su adolescencia? ¿Es que acaso estaba loca?
Apenas entraron en el despacho y Draco soltaba a Hermione, ésta se volvía con furia y rodeando su cuello con sus brazos lo atrajo hacia ella y le besó intensamente los labios, el correspondió con la misma intensidad, aquellos no eran besos tiernos para nada, eran besos fuertes, posesivos, ambos abrían los labios con hambre
Se comían sus bocas, sus lenguas jugueteaban una y otra vez, se mordisqueaban sus labios y gozaban de su sabor y su aliento, esos besos eran extremadamente eróticos, sugestivos y húmedos, ella se estrechaba contra él, mientras que esos besos ardientes los incendiaban y las manos de Draco recorrían su espalda
Aquello era inconcebible, Hermione lo deseaba ardorosamente, Draco buscaba desesperadamente la cremallera del vestido, hasta que dio con el y lo deslizó del cuerpo de la castaña, mientras la empujaba al sillón, maldijo que ella usara ropa interior ¡Eran un estorbo! Draco con maestría quitó el sostén que ella usaba y sus manos acariciaron avariciosamente la tibieza de sus pechos jóvenes
Ella seguía llenándolo de besos en su rostro, sus labios, su cuello, sus orejas, mordisqueaba todo lo que podía y dejaba que él la condujera al sofá más grande, depositándola en él mientras sus labios besaban sus senos y sus manos buscaban entre sus muslos despertar la pasión, las bragas de seda eran una delicia al tacto
Draco masculló algo mientras que ella seguía acariciándolo con las manos enguantados, los guantes y las medias de ligero eran lo único que ella tenia, porque el rubio le quitaba con descaro las bragas hasta tenerla completamente desnuda, siguió besándola por el abdomen, el vientre, sus muslos, buscando con su lengua el botoncito que la despertara a la pasión por completo
Ella gimió y se arqueó con escándalo, el sonrió al verla preparada, no dudó en quitarse la ropa de inmediato, las prendas cayeron una a una y febrilmente, respirando agitadamente y hasta acariciándose ella sola, miraba a Draco quedar desnudo frente a ella, extasiada por tocar de nuevo ese cuerpo increíble que el rubio poseía
Pero...
Draco no estaba en esos momentos para romances, no es porque no los quisiera, pero en ese momento necesitaba posesionarse de ella, por lo que no la dejó ni respirar, porque cuando la castaña abrió los labios para decir algo, exhalo un suspiro delicioso al sentir que él la penetraba...
¡Si, Yes, OMG, por fin, yeah, Merlín es grande, por fin chocaron sus carritos de nuevo!
Draco le miró de un modo posesivo, febril y gustoso...
Ella no dudó en externar su emoción y su alegría, su gozo de sentir el calor y el tamaño de la virilidad del rubio entrando en ella con el mismo gozo y pasión como cuando hicieron el amor... por segunda vez, ya que la primera ella le había echo el amor, pero ahora los dos se unían de nueva cuenta
Ahora, ella sentía como entre sus piernas había un incendio, su cuerpo vibraba de placer, pedía más sin detenerse, casi gritaba, le exigía que no tuviera piedad, que le hiciera el amor como nunca, el la complacía en esos momentos, sus manos sujetaban las caderas de la castaña, para lograr una penetración más profunda
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Bello Imposible
FanfictionHermione es abandonada por Ronald weasley el dia de su boda, por lo que llena de vergüenza y humillación, decide huir a Africa, siguiendo a Luna, sin imaginar que ahí encontraría a su peor enemigo